El rock vuelve al ruedo
Las bandas Bar¨®n Rojo, Burning, Coz, ?u, Asfalto y Topo retoman el festival Rocktiembre
Fueron los protagonistas de un cambio hist¨®rico. Corr¨ªa 1978 y, entre firmas de una constituci¨®n ahora en entredicho, surgieron como un terremoto para sacudir la modorra de la dictadura. Sus armas: el rock duro, los guitarrazos y los berridos en castellano, algo nuevo entre estrofas inglesas que llegaban a cuentagotas. Bar¨®n Rojo, ?U, Topo, Burning, Asfalto y Coz, entre muchos otros, agitaron la m¨²sica patria antes de la llamada 'Movida'. El 22 de septiembre de aquel a?o, estas bandas abarrotaron el Palacio de Vistalegre de Madrid ¨Centonces plaza de toros- en un concierto m¨ªtico que supuso la cima del 'heavy' nacional. Casi 40 a?os despu¨¦s, los mismos personajes -con grandes ausencias como Le?o o Cucharada, extintos- retoman ese esp¨ªritu de libertad en el II Festival Rocktiembre. Vuelven al ruedo. Esta vez, por la puerta grande: el 17 de septiembre, en Las Ventas.
Quiz¨¢s porque, los que siguen, est¨¢n vivos y coleando, como presum¨ªa Mariskal Romero, legendario pinchadiscos y creador de Chapa Records, en la presentaci¨®n del pasado viernes 3 de junio. O porque los nuevos aires democr¨¢ticos de la ¨¦poca parecen repetirse ahora. El caso es que la decisi¨®n de juntarse de nuevo llevaban barrunt¨¢ndola "hace meses". "Pusieron la banda sonora del cambio pol¨ªtico, econ¨®mico y cultural de los setenta. Y nos herv¨ªa la sangre viendo c¨®mo los grandes medios dan tanta basura y se olvide a los que reivindicaron el rock en nuestro idioma", a?ad¨ªa Romero, que dio sus primeros pasos en radio con el programa 'Viva el rollo', all¨¢ por 1975. "No es m¨¢s que un homenaje para dar gracias al p¨²blico y trasladar de nuevo el coraz¨®n, el nervio del rock", afirmaba por su parte Juan M¨¢rquez, l¨ªder de Coz.
La actuaci¨®n del 78 qued¨® registrada en la pel¨ªcula 'Nos va la marcha'. Y se convoc¨® para recaudar dinero destinado al Sindicato de M¨²sicos de Madrid. En esta ocasi¨®n, con la memoria de antiguos compa?eros fallecidos (como, por ejemplo, Pepe Risi, cantante original de Burning), no piensan documentarla, pero s¨ª incluir sorpresas (el nombre de Rosendo se esparci¨® de vez en cuando entre las gradas) y rememorar los "himnos" que han acompa?ado a varias generaciones. "Iremos con un repertorio cl¨¢sico. Queremos que triunfe el rock y atraer a los que nos ha seguido y a los nuevos", apoyaban Lele Laina y Jos¨¦ Luis Jim¨¦nez, fundadores de Asfalto y reconvertidos en Topo.
No ser¨¢ un encuentro experimental, coincidieron. Ser¨¢n seis horas de "regreso al futuro". Es decir, un paso atr¨¢s a los d¨ªas en que imaginaron un porvenir distinto. Alegre. Con el toque de nostalgia justo como para atraer a los m¨¢s fieles y conseguir nuevos interesados, pero sin caer en el trasnoche. Gente que se aproxime por curiosidad y por tener la sensaci¨®n de que las circunstancias apuntan hacia un posible cambio de paradigma cultural, pol¨ªtico y social, aunque ninguno de los citados se preste a abanderar ninguna iniciativa despu¨¦s de cargar con el mote simb¨®lico de 'Rock de la Transici¨®n'.
"Lo importante es que esto perdure. Que los padres traspasen estos lemas a sus hijos y lo redescubran, se enganchen. Ahora no se conocen casi, pero estos grupos siguen, cuatro d¨¦cadas m¨¢s tarde, dando cincuenta conciertos al a?o. Y llenando espacios como este", comentaba con vehemencia Mariskal Romero. "Es una noche para sentir el placer de estar vivo en un pa¨ªs de cambio porque las canciones siguen hablando de lo mismo. Son trovadores a ritmo de rock", defend¨ªa.
?Siguen vigentes esas l¨ªneas de vida perif¨¦rica y ganas de pasarlo bien a toda costa? Responde Johnny Cifuentes, responsable del renacimiento de Burning tras la muerte de Risi y con nuevos discos tras varios a?os de par¨®n. "Nacimos en los setenta, en un periodo convulso. Nuestra idea, siendo de barrio, era alcanzar el centro. Salir de la pobreza. Los que toc¨¢bamos entonces trabaj¨¢bamos mientras en otras cosas. Uno de repartidor, otro de fontanero... Y comprarse una guitarra era un lujo", recuerda. "Siempre est¨¢bamos en el filo de la navaja. Por eso a veces escrib¨ªamos unas letras que ahora ser¨ªan inaceptables, pero no era por joder, sino para llamar la atenci¨®n", admite quien encabez¨® el 'glam' patrio entre mallas, purpurina y labios pintados.
Una est¨¦tica acorde a la explosi¨®n de entonces que se ha difuminado a medida que brotaban las canas. "Son circunstancias totalmente distintas. Hab¨ªa que llamar la atenci¨®n. ?ramos pocos pero est¨¢bamos a flor de piel, y creo que eso se repite en la actualidad: la gente tiene de todo a su alcance y al final necesita originalidad", sopesa Cifuentes, quien ¨Centusiasmado con la coyuntura actual de cambio- "jam¨¢s" dir¨¢ nada en contra de su ciudad: "Cada disco le dedicamos decenas de versos. Estoy enamorado de Madrid. Y siempre seguir¨¢ siendo tan grande y tan salvaje".
"Me niego a hablar de los pol¨ªticos porque no s¨¦ ni si les gusta la m¨²sica", encadena Carlos de Castro, uno de los dos hermanos (el otro es Armando) de Bar¨®n Rojo. "Lo que me preocupa es c¨®mo est¨¢ escuchando m¨²sica la gente", reflexiona. "Hemos llegado a un punto en que todo funciona por que est¨¦ bien promocionado. El 'heavy' es un etiqueta m¨¢s, pero detr¨¢s hay canciones, coraz¨®n, como en cualquier otro g¨¦nero", a?ade. Para este veterano de la m¨²sica, tocar con un grupo ¨Cindependientemente de llenar estadios- era parte inquebrantable de su d¨ªa a d¨ªa. Un trabajo m¨¢s. Por eso lamenta que las cosas sean tan complicadas para quien quiere salir adelante. "Se crea un ambiente en televisi¨®n o radio ficticio, que no es real, y se arrastra a la gente. Pero cuando se acaba la moda, se cae. Antes pon¨ªa a caldo todos los programas que hab¨ªa, pero ahora creo que ojal¨¢ vuelvan, porque al menos hab¨ªa algo", clama en lo que podr¨ªa ser la radiograf¨ªa compartida por aquellos que vivieron la metamorfosis de un pa¨ªs y quieren participar de nuevo manteniendo su esencia.
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