El tiempo de las editoriales min¨²sculas

Perro Malo, Hiperb¨®rea, La Pajarita Roja. Pie de P¨¢gina, Tres Inviernos, Rebel Books... El Ministerio de Cultura cifra en 140 las editoriales nacidas en lo que va de a?o. En 2015, surgieron un total de 293. Son firmas peque?as, a veces min¨²sculas, con una plantilla de tres, dos o incluso una sola persona, que ya no tienen por qu¨¦ tener su sede en Madrid o Barcelona. Radicadas en Vigo, Alcobendas, Gij¨®n o Palencia, no paran de brotar empresas peque?as, pero testarudas, dispuestas a darle un giro al mundo editorial pero convencidas de que, aunque cambie de forma, el negocio del libro seguir¨¢ su inexorable camino. ?C¨®mo sobreviven estas reci¨¦n nacidas en unos tiempos convulsos?

¡°Es cierto que con tanta proliferaci¨®n editorial corres el peligro de ser sepultado, de perderte entre los engranajes¡±, cuenta Javier Lucini, de Dirty Works, nacida hace un a?o con, precisamente, Trabajo sucio, de Larry Brown. ¡°Para nosotros, lo fundamental ha sido la especializaci¨®n, cubrir ese nicho que nosotros denominamos literatura de realismo sucio¡±, a?ade. Adem¨¢s de la especializaci¨®n, Lucini apunta otro factor clave en el devenir de este nuevo mundo: ¡°Para nosotros, la presencia en las redes sociales ha resultado crucial a la hora de crear una imagen de marca. Cuando ten¨ªamos solo dos libros [ahora son ya seis], la gente ya nos identificaba. La visibilidad lo es todo¡±, sentencia.

No todo son emprendedores con un sue?o literario. A Laura Sandoval y Daniel ?lvarez fue el paro lo que les impuls¨® a fundar Hoja de Lata, con sede en Gij¨®n. ¡°Siempre hab¨ªamos sido libreros, pero no especialmente emprendedores¡±, reconoce Sandoval, quien ofrece otra de las claves del actual modelo editorial a peque?a escala. ¡°La complicidad con las librer¨ªas literarias es fundamental. El concepto de las librer¨ªas-caf¨¦, como La Central [con sedes en Madrid y Barcelona] o las madrile?as Tipos Infames o Atticus Finch, y su apuesta por una prescripci¨®n m¨¢s personal, son nuestro refugio frente a las grandes superficies, que se han vuelto conservadoras durante la crisis y f¨ªan todo m¨¢s que nunca a los superventas¡±, explica. Y apunta tambi¨¦n a los autores que ¡°antes publicaban con editoriales grandes y que han encontrado refugio en las nuevas¡± al pasar durante la crisis de ser una publicaci¨®n minoritaria a arriesgada para firmas mayores. Aunque Hoja de Lata apuesta por ediciones cuidadas y m¨¢s caras, Sandoval explica que la ca¨ªda de los costes de producci¨®n tambi¨¦n est¨¢ ayudando a las reci¨¦n nacidas: ¡°Los n¨²meros de venta para hacer rentable una edici¨®n son mucho menores que antes de la crisis¡±.

El pasado junio, Hoja de Lata acudi¨® por primera vez a la Feria del Libro de Madrid, donde tuvo que compartir caseta con otros dos sellos, Troppo y Rayo Verde, dadas las condiciones exigidas por la organizaci¨®n para tener caseta propia: contar con al menos 120 t¨ªtulos publicados al menos, pertenecer a la asociaci¨®n de editores¡­ Para los peque?os, la uni¨®n hace la fuerza.

Visi¨®n rom¨¢ntica

¡°Hay que tomar las riendas¡±, asegura Unai Velasco, quien mantiene una visi¨®n rom¨¢ntica del negocio: ¡°El editor es alguien que colabora con la sociedad, es alguien que desempe?a un papel creativo¡±.

En lo que llevamos de a?o, han surgido en Espa?a 140 editoriales

Una reuni¨®n en un bar entre ¨¦l y Julia Echevarr¨ªa desemboc¨® en Ultramarinos, que publica poes¨ªa. ¡°El contexto no importa si hay voluntad¡± es el mantra que se repiten una y otra vez. El sello comenz¨® su andadura vital el pasado marzo con Los er¨®ticos, de Efra¨ªn Huerta. Velasco y Echevarr¨ªa distribuyen sus t¨ªtulos a la vieja usanza: unos cuantos ejemplares en un carrito y llamando a las puertas de las librer¨ªas. Sin embargo, en cuanto a la distribuci¨®n, hay unas siglas que se repiten de forma insistente al tratar con compa?¨ªas peque?as: UDL.

¡°Lo m¨¢s importante que hacemos es ayudar a los editores a conseguir su m¨¢ximo potencial¡±, se?alaba a este diario durante la pasada Feria del Libro de Madrid M¨®nica D¨ªaz, la directora de Unidad para la Distribuci¨®n de Libros (UDL). Esta compa?¨ªa, que se define como distribuidora al servicio de los peque?os y medianos sellos, distribuye hoy la producci¨®n de m¨¢s de 90 editores y llega directamente a unas 1.800 librer¨ªas y a m¨¢s de otras 5.000 mediante acuerdos con otros distribuidores.

UDL es, tambi¨¦n, el ariete de entrada en la Feria del Libro de Madrid, el principal escaparate del sector en Espa?a, de muchas editoriales peque?as, que, incapaces de contar con una caseta propia e incluso de compartir con otras, exponen en el espacio con que cuenta la distribuidora. Su acci¨®n (y las de otras empresas de actuaci¨®n similar, como Les Punxes en Catalu?a o Machado Libros, en el resto de Espa?a) tambi¨¦n ha sido crucial para la supervivencia de las editoriales m¨¢s j¨®venes.

¡°Surgen nuevas voces cada d¨ªa, y hay que estar atentos a ellas¡±, explica Iolanda Batall¨¦, de la reci¨¦n creada Rata Editorial. En su caso, el buen olfato les ha permitido hacerse con dos obras que han sido premiadas antes de que la firma nazca: The Vegetarian, de Han Kang, que gan¨® el premio Man Booker International de este a?o, y Grief Is The Thing With Feathers, de Max Porter, que se alz¨® con el Dylan Thomas para j¨®venes talentos literarios. ¡°Es una noticia estupenda salir con el aval de los premios, pero lo importante es lo mismo de siempre: publicar textos que surjan de la necesidad del autor de escribir, buscar la mejor literatura¡±, opina Batall¨¦.

La distribuci¨®n han sido crucial para las nuevas editoriales

¡°Hay que renovar la manera de leer, que evidentemente no es la de hace 15 a?os. Y, claro, tambi¨¦n la manera de editar¡±, resume Joaquim Palau, quien tras 27 a?os en el sector acaba de fundar Arpa, cuyos tres primeros t¨ªtulos se editaron en marzo.

El acceso a distribuidores capaces de mover su producto por todo el pa¨ªs, el hueco que han dejado las grandes firmas con autores consagrados que no llegan a su exigencia de ventas, la bajada del precio a la hora de crear una edici¨®n, la complicidad con los libreros, el buen olfato con los nuevos autores... Estos son los ingredientes que permiten la actual efervescencia. ¡°Es un mercado reducido, s¨ª, y hay un exceso de t¨ªtulos¡±, considera Palau. Con todo, a su entender, ¡°el libro es algo imperecedero, que nunca dejar¨¢ de transmitir conocimiento, ya sea en papel o a trav¨¦s de una pantalla. Es un sector que ha sufrido muchas crisis, pero que no corre riesgo de desaparecer. Estoy convencido de que el libro ganar¨¢ todas las batallas¡±. Am¨¦n.