¡°Quer¨ªa resucitar la ciencia-ficci¨®n de mi infancia¡±

Es un grito congelado de alegr¨ªa. Lo exhala la docena larga de dise?adores, artistas y programadores de Hello Games, creadores del videojuego No man¡¯s sky. Es un grito a cuatro a?os de noches sin dormir, de retrasos interminables y hasta de amenazas de muerte de jugadores que llegaron a afirmar, desde el anonimato cobarde de la Red, que este juego era su ¡°¨²nica raz¨®n para seguir viviendo¡±.

Ayer, a Sean Murray, el hombre barbudo en el centro de ese grito colectivo, se le escuchaba feliz al tel¨¦fono. Y tambi¨¦n abrumado por la atenci¨®n que ha recibido este juego que parieron cuatro dise?adores locos de un equipo indie y que se ha acabado convirtiendo en el juego con m¨¢s expectaci¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada: ¡°Es el proyecto de mi vida. Me encantar¨ªa decir que estoy tranquilo esta ma?ana, pero¡­ Es muy duro lanzar un juego. Es muy duro ver a tu beb¨¦ dando sus primeros pasos. Me aterra leer qu¨¦ opina la gente en Internet. Estoy esperando a que algo vaya terriblemente mal, pero de momento, nada malo ha pasado¡±[R?E].

La intriga por este juego se explica por un n¨²mero. Los m¨¢s de 18 trillones de planetas que pueden explorar los usuarios de este juego de PlayStation 4 y PC. Una tarea que para completarse totalmente llevar¨ªa 5.000 millones de a?os. La clave se encuentra en la llamada tecnolog¨ªa procedural, la capacidad de un programa inform¨¢tico para dise?ar elementos aleatorios en un videojuego. Pero todo parte de un origen artesanal.

¡°Quiero que esto quede claro. Al principio intentamos que todo lo hiciera el ordenador. El resultado era¡­ un desastre. As¨ª que nuestro artista, Grant [Archer, uno de los cuatro miembros fundadores de Hello Games] comenz¨® a dibujar unos impresionantes cuadros de arte conceptual. Me dijo: ¡®As¨ª de bien lo tiene que hacer la computadora¡¯. Y yo me tuve que buscar la vida para lograrlo¡±. Ese buscarse la vida fue dise?ar un programa inform¨¢tico que altera la creaci¨®n en 3D de un artista en todos sus par¨¢metros.

Pero el verdadero motivo para todo este trabajo es mucho m¨¢s tierno. Murray fue un ¡°chaval de los ochenta¡±, un devoralibros de ciencia ficci¨®n con portadas llenas de color y universos imposibles. ¡°Es por esas portadas por lo que he hecho No man¡¯s sky. Quer¨ªa revivir la ciencia-ficci¨®n de mi infancia. Llevar a la gente a un universo que no es como el que conocemos, lleno de rocas sin vida, sino vibrante, lleno de color¡±.