Cooper corona con su pop pluscuamperfecto el Sonorama

Pasado el vendaval de televisiones, radios y peri¨®dicos que ha dejado el paso del D¨²o Din¨¢mico por el Sonorama, eclipsando todo lo dem¨¢s que aconteci¨® en Aranda de Duero, hubo un concierto que deber¨ªa ser recordado como un gran acontecimiento, aunque forme parte de la letra peque?a de este pa¨ªs. Ten¨ªa tambi¨¦n incluso mucho de homenaje, pero nada de jugada estrat¨¦gica con respecto a captar el inter¨¦s informativo. Homenaje porque en hora punta de la noche del s¨¢bado, tras un cabeza de cartel tan demandado como Mando Diao, sali¨® al escenario Alex Cooper, un m¨²sico esencial del pop espa?ol, aunque lleve sobreviviendo en la sombra m¨¢s de 25 a?os como el debutante que nunca acaba de despegar. Pero no. Cooper es un consumado experto, un maestro de las melod¨ªas arrasadoras y de los estribillos pegadizos. Y lo demostr¨® con la sexta marcha puesta desde el primer instante.

Acompa?ado de una banda engrasada como un b¨®lido, el m¨²sico recuper¨® gran parte de su cancionero con Los Flechazos, el que fue su grupo a finales de los ochenta y los noventa que hoy solo es adorado en los c¨ªrculos mel¨®manos, para abrir una autopista de emociones que llevaba a horizontes lejanos. Lo consigui¨® con canciones radiantes, como Viviendo en la era pop, Lo consegu¨ª, A toda velocidad, No sabes bailar o Luces rojas, apoyadas en una elegante y poderosa secci¨®n de metales. Sonaron como himnos deudores de la parte m¨¢s euf¨®rica de The Jam o The Kinks. No es ninguna novedad del talento y capacidad de Cooper, pero verle entregado en su revoluci¨®n mod subido en el escenario del Sonorama, entre tanto nombre m¨¢s medi¨¢tico y con su fen¨®meno fan detr¨¢s como Izal o Love of Lesbian, era un espect¨¢culo de primera categor¨ªa. Daban ganas de quemar las zapatillas hasta el fin de los d¨ªas y quedarse af¨®nico hasta la formaci¨®n de Gobierno en este pa¨ªs, que viene a ser lo mismo. Algunos de hecho lo hicieron, totalmente atravesados e impulsados por ese pop pluscuamperfecto. Qu¨¦ maravilla. Inmerso en ese concierto parec¨ªa que cualquier problema era menor y todo siempre tiene soluci¨®n.

Tambi¨¦n fue una buena fiesta la que protagoniz¨® Luis Brea y el Miedo, con su versi¨®n de Queen incluida y consiguiendo que los asistentes se sentasen en el suelo a su se?al bajo la compa?¨ªa en el escenario de Zahara. Es Brea un m¨²sico que ir¨¢ para arriba seguro. Se incluye en esa muy interesante y reivindicable letra peque?a nacional por la que apuesta el Sonorama, m¨¢s all¨¢ de sus machadas como la del D¨²o Din¨¢mico o la m¨¢s antigua de Raphael, convirti¨¦ndolo en un festival referencial en Espa?a. Conviene no olvidarlo. Fue con Cooper, tratado como cabeza de cartel, con Luis Brea, pero tambi¨¦n con la inclusi¨®n de Nadia ?lvarez, Anaut, Mayor Tom, Perro, Maga, Javiera Mena, Rural Zombies o Shinova, entre otros.