Muere Arthur Hiller, director de ¡®Love Story¡¯

"Amar significa no tener que decir nunca lo siento". Si a pesar de esta frase, rid¨ªcula como pocas, Love Story (1970) se mantiene en pie como drama sentimental -repleto de ese romanticismo tan de novela rosa- es gracias a la pericia de un director como Arthur Hiller, un cineasta que nunca se dio aires de autor, probablemente porque era consciente que no ten¨ªa un talento genial, pero que s¨ª sab¨ªa ahcer bien su trabajo, ser solvente y todo ello con buenos modos. El canadiense (Edmonton, 1923), ha fallecido este mi¨¦rcoles en Los ?ngeles a los 92 a?os seg¨²n ha anunciado la Academia de Hollywood, instituci¨®n que presidi¨® de 1993 a 1997. La presidenta de la Academia de Hollywood, Cheryl Boone Isaacs, ha lamentado la p¨¦rdida en un comunicado: "Estamos profundamente tristes por la muerte de nuestro querido amigo". Entre otros honores, Hiller recibi¨® en 2001 el Premio Humanitario Jean Hersholt, el trofeo que se entregaba dentro de la ceremonia de los Oscar.

Su esposa, Gwen, falleci¨® en junio. Con ella disfrut¨® una historia de amor a la altura de Love Story. Ambos nacieron en Edmonton (Alberta) con 10 d¨ªas de diferencia, y se conocieron siendo cr¨ªos en el colegio: Arthur le pidi¨® en matrimonio cuando ten¨ªan ocho a?os, aunque se casaron un poco despu¨¦s, en 1948. Su bonhom¨ªa -todos los actores le defin¨ªan como tranquilo, silencioso, sonriente, bien educado y preciso- se ve¨ªa tambi¨¦n en su manera de afrontar el cine: "Hay que conseguir que la gente no solo vea las pel¨ªculas con los ojos, sino tambi¨¦n con el coraz¨®n", dijo en Sevilla en 2001, cuando present¨® El ¨ªdolo, su aburrido biopic sobre la estrella del b¨¦isbol Babe Ruth. Acerca de su t¨ªtulo m¨¢s popular, Love Story, aseguraba: "Solo pensaba que estaba rodando una peque?a y buena pel¨ªcula. En cambio, con El hombre de La Mancha cre¨ª que hab¨ªa hecho un maravilloso musical hasta que se estren¨®". Para el cineasta, el ¨¦xito de este drama rom¨¢ntico radicaba en que "es una historia que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier ¨¦poca. Chica ama a chico y chico ama a chica. Algo se interpone y los separa. Como ocurre con Romeo y Julieta". En Love Story, que describe un amor de una pareja de distintas clases sociales, matrimonio que lucha contra todo lo que le rodea para salir adelante hasta que la muerte se cruza en su camino, junto a sus protagonistas Ali MacGraw y Ryan O'Neal, y dos veteranos de peso como John Marley y Ray Milland, debut¨® en el cine el entonces un joven de 23 a?os Tommy Lee Jones.

Arthur Hiller naci¨® en una familia de clase media en Edmonton. Su progenitor regentaba una tienda de instrumentos musicales de segunda mano, y sus padres fueron quienes le iniciaron en el espect¨¢culo, ya que formaron una compa?¨ªa de teatro para representar obras en yiddish en las que ¨¦l colaboraba pintando decorados y actuando desde que ten¨ªa 11 a?os. Despu¨¦s de servir en la Fuerza Aerea Canadiense durante la Segunda Guerra Mundial, estudi¨® Derecho y Psicolog¨ªa en la Universidad de Toronto, hasta que harto se present¨® en la sede de la radiotelevisi¨®n p¨²blica de su pa¨ªs a pedir trabajo. En dos semanas ya estaba dirigiendo talk shows en la radio, y luego en la tele. En 1956 acept¨® un trabajo en EE UU y form¨® parte de la generaci¨®n de cineastas que salieron de la televisi¨®n, en especial de dirigir Playhouse 90 en la CBS, en la que tambi¨¦n destacaron John Frankenheimer, Sidney Lumet o Arthur Penn.

Su esposa falleci¨® en junio. Nacieron con 10 d¨ªas de diferencia, y se conocieron en el colegio: Arthur le pidi¨® en matrimonio cuando ten¨ªan ocho a?os. Se casaron en 1948

Entre las diversas pel¨ªculas del canadiense, que tambi¨¦n presidi¨® el Sindicato de Directores de 1989 a 1993, est¨¢n La americanizaci¨®n de Emily (1964); Pen¨¦lope (1966); el sobresaliente t¨ªtulo b¨¦lico Tobruk (1967); Los encantos de la gran ciudad (1970); Eso del matrimonio (1971), con un estupendo Walter Matthau; Anatom¨ªa de un hospital (1971), Premio Especial del Jurado del festival de Berl¨ªn; el musical El hombre de La Mancha (1972); la excelente El hombre de la cabina de cristal (1975), sobre colaboracionismo con el r¨¦gimen nazi; El expreso de Chicago (1976), Los suegros (1979); Autor, autor (1982), que se beneficia de un Pacino crecido; No me chilles que no te veo (1989), y acab¨® su carrera con la lastimosa Pucked (2006). Eso, en una trayectoria larga y fruct¨ªfera de m¨¢s de cinco d¨¦cadas. Fruct¨ªfera en conexi¨®n con el p¨²blico del momento y en saber sacar partido a todo tipo de c¨®micos. Hoy, sus filmes han envejecido mal. Fue candidato al Oscar a mejor direcci¨®n con Love Story, y en esa categor¨ªa, y con esa pel¨ªcula, gan¨® el Globo de Oro. En total, entre pel¨ªculas, telefilmes y cap¨ªtulos de series de televisi¨®n, su nombre aparece en m¨¢s de 70 obras.