Tiempos de solemnidad
Lo que m¨¢s sorprende en la nueva adaptaci¨®n de la historia es que no puede ser m¨¢s distinta en el tono a la original
PETER Y EL DRAG?N
Direcci¨®n: David Lowery.
Int¨¦rpretes: Oakes Fegley, Teresa Palmer, Bryce Dallas Howard, Robert Redford.
G¨¦nero: familiar. EE UU, 2016.
Duraci¨®n: 103 minutos.
Estrenada en 1977, en medio de la profunda crisis de talento en la que entr¨® la animaci¨®n de la casa Disney tras el ¨¦xito de El libro de la selva (1967), y que no amainar¨ªa, a pesar de la reivindicable Los aristogatos (1970), hasta el renacimiento en 1989 con La sirenita, Pedro y el drag¨®n Elliot, dirigida por Don Chaffey, era una pel¨ªcula que mezclaba animaci¨®n y acci¨®n real que quiz¨¢ naci¨® ya vieja: el cine infantil y juvenil, el mismo a?o del estreno de La guerra de las galaxias, iba por otros derroteros; el formato musical se demostrar¨ªa m¨¢s tarde vigente, pero con un tipo de canciones muy distintas; y la t¨¦cnica estaba lejos de lo espectacular.
A pesar de todo ello, hab¨ªa en Pedro y el drag¨®n Elliot una frescura evidente dentro de sus desperfectos, un aliento desinhibido y juguet¨®n, escenificado en los imposibles di¨¢logos entre el ni?o y la voz incomprensible del drag¨®n. Y, vista hoy, mantiene un regusto de arqueolog¨ªa cinematogr¨¢fica con un punto de ingenua travesura que puede enganchar a los cr¨ªos muy peque?os. Por todo ello, no es dif¨ªcil imaginar a los productores pensando que una nueva versi¨®n de la pel¨ªcula ten¨ªa poco que perder. Aunque lo que m¨¢s sorprende en esta nueva Peter y el drag¨®n, dirigida por David Lowery, es que no puede ser m¨¢s distinta en el tono a la original. Nuevos tiempos cinematogr¨¢ficos, nuevos tiempos socioculturales.
Con presencia casi divina de Robert Redford, en un papel bastante distinto al de Mickey Rooney en la de los a?os 70, la pel¨ªcula carece casi por completo de sentido del humor. Las canciones y el musical han desaparecido. Hay algo de aventura y una pizca de acci¨®n, pero sobre todo drama y conflictos familiares. Y hasta la inevitable reivindicaci¨®n ecologista. T¨¦cnicamente irreprochable, pero acaso demasiado solemne. Con ese gusto de cierto cine de hoy por presentar ni?os responsables de aire trist¨®n en lugar de sucios gamberretes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.