¡®Scream¡¯, de gritos a bostezos

All¨¢ por 1996, el director Wes Craven daba una vuelta de tuerca al g¨¦nero slasher. Sobre una f¨®rmula ya trillada (un psic¨®pata asesina a un grupo de j¨®venes y alocados muchachos vali¨¦ndose de hacha/motosierra/cuchillo) y con decenas de referencias a anteriores pel¨ªculas de estilo similar, Scream renov¨® el panorama del cine de terror con una f¨®rmula sencilla pero muy efectiva que inclu¨ªa asesinatos, numerosos gui?os cin¨¦filos, sustos, humor negro y escenas que se convirtieron en cl¨¢sicos instant¨¢neos, como aquel arranque con Drew Barrymore hablando por tel¨¦fono despreocupadamente con un desconocido hasta que el asunto se empieza a poner peliagudo. "?Cu¨¢l es tu pel¨ªcula de terror favorita?".

Cuatro largometrajes y casi 20 a?os despu¨¦s, alguien en el canal estadounidense MTV decidi¨® que pod¨ªa tener su punto inspirarse en la saga cinematogr¨¢fica para una serie. En 2015 se estren¨® la versi¨®n televisiva de Scream, que a Espa?a lleg¨® dentro del cat¨¢logo de Netflix en su lanzamiento. Aquella primera temporada funcionaba bastante bien. Con las licencias correspondientes y teniendo en mente el p¨²blico al que se dirig¨ªa ¡ªel p¨²blico de la MTV¡ª, tomaba el testigo con dignidad, actualizando referencias, incluyendo las nuevas tecnolog¨ªas (ahora YouTube, Facebook, Twitter, WhatsApp y dem¨¢s ten¨ªan que ser, necesariamente, parte de la ecuaci¨®n) y logrando una mezcla que pod¨ªa contentar tanto a los seguidores originales de las pel¨ªculas ¡ªsiempre teniendo en mente de qu¨¦ estamos hablando¡ª como al nuevo p¨²blico. Adem¨¢s, el formato serie permit¨ªa desarrollar los personajes y sus conflictos m¨¢s all¨¢ de la hora y media del cine. No estuvo entre lo mejor del a?o, por supuesto, pero como placer culpable ten¨ªa su gracia.

La buena acogida de la primera temporada, tanto en cifras de audiencia como en repercusi¨®n medi¨¢tica y en redes sociales, hizo que la cadena la renovase por una segunda entrega (que, en Espa?a, Netflix ha ido colgando semana a semana). Pero ya no ha sido igual. Las referencias no han funcionado tan bien, por mucho que incluso los t¨ªtulos de los cap¨ªtulos se correspondan con nombres de pel¨ªculas de terror. La historia no ha sido capaz de ir m¨¢s all¨¢, se ha quedado dibujando c¨ªrculos sin avanzar ni profundizar. Ciertos cap¨ªtulos y momentos puntuales lograban sacar al espectador del sopor generalizado, pero no ha sido suficiente en una temporada en la que todo sonaba a relleno. Sin muertes, sin tensi¨®n y sin humor no hay Scream que valga. Si el asesino hubiera matado a todos los personajes, nadie habr¨ªa llorado por ellos.

No se conoce el futuro que le espera a la serie, pero si insisten en seguir (ya se preocuparon de dejar un par de hilos de los que podr¨ªan tirar), en realidad solo cabr¨ªa la opci¨®n de un lavado de cara general, bien yendo al pasado para contar la historia que dio origen a toda la venganza posterior, o bien cambiando totalmente a los protagonistas para evitar que los gritos se conviertan en bostezos.