Un h¨¦roe arribista
El hombre inacabado es una muy interesante reflexi¨®n sobre la figura del artista en nuestros d¨ªas
No conozco todas las novelas sobre pintores que se escribieron en castellano. Algunas, por obligaci¨®n profesional, le¨ª que no me gustaron. Pero si tuviera que citar unas pocas, de las que me gustaron, debo mencionar una escrita en castellano y la otra en ingl¨¦s. Me refiero a Islas a la deriva, de Ernest Hemingway, y El t¨²nel, de Ernesto S¨¢bato. La de Hemingway es una novela sin terminar, con algunas fisuras que nunca llegan a menoscabar la obra. Islas a la deriva es una hermosa novela a pesar de los fallos menores que su autor no tuvo tiempo de corregir. El t¨²nel registra todo el mundo atormentado del S¨¢bato existencialista. Una pieza maestra en su formato y en su tono. Si cito estas dos obras es porque El hombre inacabado, la nueva novela de Manuel Calder¨®n (C¨®rdoba, 1957), transita por caminos similares. Un pintor, un crimen, reflexiones sobre la pintura, sobre la condici¨®n humana y la vida.
Manuel Calder¨®n da la impresi¨®n de que no ignora la existencia de aquellas dos obras. Por esto pienso que adem¨¢s de su talento como escritor, Calder¨®n suma a su novela el conocimiento de esas dos referencias ineludibles. El protagonista es un pintor. Al lado suyo, un periodista (el narrador que registra y nos acerca a esta historia) es el encargado de armar el complicado puzle que es la existencia de Antonio Romero. La novela trata no tanto de la pintura como de un pintor concreto que un d¨ªa descubre que el arte es tambi¨¦n una manera de ascender socialmente. Antonio Romero tiene mucho de h¨¦roe arribista, uno de los grandes paradigmas decimon¨®nicos de la historia de la novela en Occidente.
Pero adem¨¢s del arribismo de nuestro pintor, se nos muestra en toda su crudeza amoral la falta de escr¨²pulos para mentir a un sector de la sociedad (el sector que consume arte, como inversi¨®n o como una manera de disfraz cultural), y que se ofrece muy gustosa a dejarse enga?ar. El hombre inacabado es una muy interesante reflexi¨®n sobre la figura del artista en nuestros d¨ªas, un dibujo nada complaciente de su perfil moral y de su capacidad para enga?arse a s¨ª mismo. Antonio Romero proviene del sur y llega a Barcelona en los a?os cincuenta. Es un hijo de la inmigraci¨®n. Pero un d¨ªa el azar lo incrusta en un mundo distinto. ?l sabe que esa oportunidad no se repetir¨¢. Como todo buen arribista, huele un chiringuito ¨²nico, para el que ¨¦l est¨¢ preparado. El incipiente talento natural para el arte, Antonio lo refuerza con sus ganas de ascender socialmente y hacerse rico.
En El hombre inacabado hay un crimen, como lo hab¨ªa en El t¨²nel de S¨¢bato. Y no es un ¡°crimen pasional¡±, como hace decir Manuel Calder¨®n a uno de sus personajes (uno de los pocos errores que comete el autor, entre otras cosas porque los ¡°cr¨ªmenes pasionales¡± no existieron nunca). Antonio Romero es una triste met¨¢fora de nuestros d¨ªas. No me queda claro si Calder¨®n lo usa contra el arte abstracto. Ser¨ªa un error. Pero la novela se lee con ganas.
El hombre inacabado. Manuel Calder¨®n. Berenice. Madrid, 2016. 336 p¨¢ginas. 19 euros
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.