El pensamiento que resquebraj¨® el Franquismo
Ante la p¨¦rdida de influencia de la Filosof¨ªa en los planes de estudio, varios acad¨¦micos reconstruyen c¨®mo desde sus facultades se contribuy¨® en los sesenta a la lucha por la democracia
La facultad estaba tomada por la polic¨ªa tras las ¨²ltimas protestas. Unos 3.000 estudiantes acudieron a una asamblea en Filosof¨ªa y Letras. Exig¨ªan la disoluci¨®n del sindicato franquista SEU (Sindicato Espa?ol Universitario). Los agentes golpearon a los estudiantes. Hubo detenciones. Las revueltas de aquel 24 de febrero de 1965 culminaron con la depuraci¨®n de los catedr¨¢ticos que apoyaban a los alumnos, como Jos¨¦ Luis L¨®pez Aranguren, Enrique Tierno Galv¨¢n o Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo.
Medio siglo despu¨¦s, la Filosof¨ªa pierde peso en los institutos con la reforma educativa y hay un extenso debate sobre c¨®mo la reestructuraci¨®n de sus estudios pueden suponer tambi¨¦n una amenaza para su futuro. Respecto a su pasado, la presencia de intelectuales que trajeron a Espa?a nuevas corrientes filos¨®ficas desde las universidades en la d¨¦cada de los sesenta e influyeron en las generaciones posteriores les otorg¨® un papel significativo para abrir camino a la democracia.
¡°Las facultades de Filosof¨ªa fueron fundamentales en la lucha contra el Franquismo¡±, explica Cristina Hermida del Llano, profesora de Filosof¨ªa del Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y autora de dos libros y art¨ªculos sobre la obra de Aranguren. Tambi¨¦n destacaban otras Facultades como Derecho, pero la Antropolog¨ªa, la L¨®gica, la Historia del Pensamiento Pol¨ªtico o las C¨¢tedras de ?tica y Sociolog¨ªa, se impart¨ªan en Filosof¨ªa, recuerda Hermida del Llano.
¡°Ejercer como intelectual implicaba para Aranguren no dejar de lado la triple dimensi¨®n cr¨ªtica, moral y ut¨®pica. Porque, en primer lugar, el intelectual es un cr¨ªtico y si abandona la cr¨ªtica se convierte en un conformista parasitario. En segundo lugar, porque ha de ser conciencia moral de la sociedad. Y, en tercero, porque la tarea ut¨®pico-moral del intelectual es inseparable de la cr¨ªtico-moral¡±, reflexiona la autora. Desde las c¨¢tedras de estos intelectuales comprometidos ¡°se iba gestando dentro del ¨¢mbito universitario una red social de oposici¨®n a la dictadura que vendr¨ªa a ser una pieza clave para la transici¨®n democr¨¢tica¡±, escribe Hermida del Llano en su art¨ªculo La Lucha intelectual contra el Franquismo: Aranguren y Tierno Galv¨¢n.
Esperanza Rodr¨ªguez, miembro de la Red Espa?ola de Filosof¨ªa, recuerda que, aunque grandes figuras salieron de estas aulas, no fue un n¨²cleo tan revolucionario. ¡°El Franquismo se ocup¨® de que las facultades de Filosof¨ªa tuviesen c¨¢tedras proclives y controladas por el r¨¦gimen¡±, a?ade Rodr¨ªguez. En aquellas aulas, se distingu¨ªa a los polic¨ªa que acud¨ªan de supuesto inc¨®gnito a escuchar la clase. ¡°Era muy f¨¢cil reconocerlos. Generalmente eran mayores que nosotros y desentonaban totalmente¡±, recuerda Juan Manuel Navarro Cord¨®n, decano de Filosof¨ªa de la Complutense entre 1998 y 2010. Fue alumno de Aranguren, testigo y participante de las protestas. ¡°Hab¨ªa muchas manifestaciones y la polic¨ªa entraba en la facultad con relativa facilidad. La asistencia a las asambleas era generalizada y llamaba la atenci¨®n la significaci¨®n de intelectuales como Aranguren¡±.
Navarro Cord¨®n rememora las lecciones y las charlas del catedr¨¢tico de ?tica y Sociolog¨ªa abulense. Fue la ¡°punta de lanza¡± de la entrada en Espa?a de corrientes filos¨®ficas modernas que sacaron a su facultad de la Edad Media. ¡°Ten¨ªa una actitud de cr¨ªtica abierta a lo que suced¨ªa en Espa?a y fuera. Recuerdo el d¨ªa del atentado de John F. Kennedy y c¨®mo comentamos con ¨¦l lo que iba a significar su muerte¡±, prosigue este catedr¨¢tico em¨¦rito.
Depuraciones en otras facultades
El control del r¨¦gimen sobre los intelectuales y fil¨®sofos se extendi¨® tambi¨¦n a otras facultades. Miguel de Unamuno ya hab¨ªa sido depurado en 1936 por orden de Franco de su cargo de rector de la Universidad de Salamanca. En 1939 se exili¨® tambi¨¦n Pedro Bosch Gimpera, que hab¨ªa sido decano de Filosof¨ªa y Letras y despu¨¦s rector de la Universidad de Barcelona. ¡°El profesor Miquel Tarradell, que en aquellos a?os era estudiante, explicaba que entrar en la facultad de Filosof¨ªa y Letras en los cuarenta era como entrar en una casa donde ha fallecido alguien¡±, dice Josep Mar¨ªa Fullola, catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Barcelona.
Las movilizaciones que se vivieron en Barcelona al tiempo que se produc¨ªan las revueltas de Madrid ¡°fueron m¨¢s un movimiento pol¨ªtico que acad¨¦mico¡±, a?ade Fullola. Barcelona vivi¨® la Capuchinada en 1966. Los estudiantes se concentraron en el convento de Capuchinos de Sarri¨¤ para aprobar los estatutos del Sindicato Democr¨¢tico de Estudiantes de la Universidad de Barcelona. Estuvieron cercados durante casi 72 horas. En un tono m¨¢s acad¨¦mico, lleg¨® un cambio que resultar¨ªa crucial para la apertura de la Universidad. El decano de Filosof¨ªa y Letras, Juan Maluquer de Motes, aprob¨®, en 1968, un nuevo plan de estudios que abri¨® las carreras a las materias optativas. ¡°Rompi¨® con la idea franquista del control sobre todos los estudios y favoreci¨® la entrada de nuevos docentes, los penenes [profesores no numerarios], una serie de j¨®venes con expectativas pol¨ªticas no franquistas que tra¨ªan un aire nuevo¡±, recuerda Fullola.
A finales de los sesenta abrieron la Aut¨®noma de Madrid y la de Barcelona, que tomaron el relevo en los ¨²ltimos a?os del Franquismo. Aranguren fue resarcido finalmente de su expulsi¨®n por intervenir en la manifestaci¨®n de febrero de 1965. En 1976, la Universidad Complutense recuper¨® la c¨¢tedra de ?tica y Sociolog¨ªa y fue recibido por los alumnos. Sobre su expulsi¨®n, dej¨® escrito: ¡°Que la conducta oficial fue inh¨¢bil y que no consigui¨® sino radicalizar el movimiento estudiantil es algo que hoy a nadie, franquista o no, pero con un m¨ªnimo de sensatez, ofrece la menor duda¡±.
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