La casa del dolor
La tensi¨®n no decae en ning¨²n momento lo que invita a considerar a Fede ?lvarez como cineasta con mucho m¨¢s que una llamativa identidad estil¨ªstica
El uruguayo Fede ?lvarez accedi¨® a la liga profesional de los remakes de cl¨¢sicos contempor¨¢neos del terror despu¨¦s de haber impresionado a Sam Raimi con los dos cortometrajes que sirvieron de carta de presentaci¨®n para su buen manejo de la forma: El cojonudo (2005) y Ataque de p¨¢nico! (2009). Tuvo mucho sentido que su debut fuera Posesi¨®n infernal (2013), en¨¦rgica revisitaci¨®n de esa ¨®pera prima de Raimi que, en 1981, vino a recordar que el g¨¦nero de terror no es tanto una cuesti¨®n tem¨¢tica como formal. ?lvarez sabe de puesta en escena y No respires, su segundo largometraje, le muestra dispuesto a seguir profundizando en sus convicciones est¨¦ticas.
NO RESPIRES
Direcci¨®n: Fede ?lvarez.
Int¨¦rpretes: Stephen Lang, Jane Levy, Dylan Minnette, Daniel Zovatto.
G¨¦nero: terror. Estados Unidos, 2016
Duraci¨®n: 88 minutos.
El planteamiento y la elecci¨®n del subg¨¦nero no pueden ser m¨¢s b¨¢sicos, pero No respires incorpora a su punto de partida una radical variaci¨®n en el punto de vista: estamos ante una pel¨ªcula de irrupci¨®n violenta en el hogar, pero ?lvarez y su coguionista Rodo Sayagues colocan a sus espectadores al lado de los intrusos, un grupo de j¨®venes de Detroit en busca del golpe f¨¢cil que parece garantizarles una vida mejor. La supuesta v¨ªctima es un exmilitar invidente, encarnado por Stephen Lang ¨Cel coronel Miles Quaritch de Avatar (2009)-, que se revelar¨¢ el inesperado monstruo de esta pesadilla, recorriendo la oscuridad de su espacio dom¨¦stico como un implacable depredador.
Marcada por el puro placer de rodar, con una c¨¢mara que convierte el espacio en el gran protagonista de este rito s¨¢dico, No respires no descuida construir a sus personajes m¨¢s all¨¢ de la pura naturaleza funcional a que los hubiera condenado un director m¨¢s perezoso. Que esta pel¨ªcula de situaci¨®n ¨²nica contenga, adem¨¢s, afortunadas sorpresas narrativas y logre que en ning¨²n momento decaiga la tensi¨®n invita a considerar a ?lvarez como cineasta con mucho m¨¢s que una llamativa identidad estil¨ªstica.
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