Vivir como Dios en una pel¨ªcula

Jesucristo acaba de nacer. Descansa en un improvisado lecho de paja, ante la conmoci¨®n de sus padres. Pocos instantes y los reyes magos entran en la caba?a para celebrar aquel que ¡°salvar¨¢ al mundo¡±. La secuencia ocurre ante los ojos del asistente, como en cualquier otra pel¨ªcula. Salvo por una diferencia enorme: para descubrirla, hay que atreverse a darle la espalda a la Historia, justo mientras se produce. Si el espectador ignora al mism¨ªsimo mes¨ªas y mira detr¨¢s de s¨ª, se topa con el cabez¨®n del buey. Ah¨ª estaba desde el principio, observando la escena con cierta indiferencia. Echando un vistazo hacia la izquierda, al fondo se entrev¨¦ tambi¨¦n el asno, mientras que a la derecha crepita un peque?o fuego. Y lo mismo vale para cualquier otro rinc¨®n hacia el que se quiera dirigir la mirada: el filme contin¨²a alrededor del espectador, que est¨¢ justo en el centro de los acontecimientos.

Es as¨ª como funciona la realidad virtual, y aunque pueda sonar intuitivo, no lo es tanto. Por mucho que cada asistente recibiera un visor, unos cascos y la recomendaci¨®n de moverse libremente en su sill¨®n, la mayor¨ªa permanec¨ªa sentada inm¨®vil, como ante el cine de toda la vida. Cosas de la costumbre, aunque tal vez pronto los h¨¢bitos cambien. O eso sospecha el festival de Venecia, que lanza estos d¨ªas el estreno mundial del ¡°primer largometraje en realidad virtual¡±, Jesus VR, as¨ª como varios cortos y mediometrajes rodados con la misma t¨¦cnica. Es decir, el certamen de cine m¨¢s antiguo abraza con convicci¨®n la ultim¨ªsima novedad del s¨¦ptimo arte.

¡°Un festival ya no puede defender a ultranza solo los largos de ficci¨®n. El mundo cambia y hay que asumirlo. No s¨¦ si alg¨²n d¨ªa abriremos incluso el concurso a la realidad virtual, pero desde luego todo el sector est¨¢ muy interesado en ella. Veremos si se aplicar¨¢ solo a ciertos ¨¢mbitos o se convertir¨¢ en un nuevo lenguaje¡±, asevera Alberto Barbera, director de la Mostra. Porque lo cierto es que los videojuegos ya experimentan con este formato, pero en el cine reina m¨¢s escepticismo. Y el visionado de Jesus VR invita a la prudencia: la posibilidad de vivir la pel¨ªcula desde dentro es asombrosa, pero su est¨¦tica y sus actuaciones jam¨¢s rozar¨ªan siquiera el list¨®n de calidad que se les exige a los filmes que optan al Le¨®n de Oro. A¨²n as¨ª, la cr¨ªtica de The Guardian le dio cuatro estrellas de cinco: ¡°No es un milagro, pero podr¨ªa ser una bendici¨®n¡±.

As¨ª que pese a los retos pendientes ¡ªacostumbrar al p¨²blico, evitar los frecuentes mareos, mejorar la calidad de la imagen¡­¡ª hay razones para mantener la fe. La de Alex Barder y David Hansen, productor y director del filme, es directamente ciega. ¡°Presentamos la historia m¨¢s importante jam¨¢s contada, en la plataforma m¨¢s innovadora¡±, defiende Barder. El otro productor es Enzo Sisti, el mismo de La pasi¨®n de Cristo, evidente inspiraci¨®n de Jesus VR. Ambos, adem¨¢s, se indignan cuando se le plantea la siguiente duda: el cine en 3D tambi¨¦n fue una gran esperanza y ahora languidece. ¡°No tiene nada que ver. La realidad virtual no es un una simple mejora, sino un nuevo universo¡±, afirma Hansen.

El cineasta prefiere centrarse en la revoluci¨®n que el formato supone para un director. Porque habitualmente ofrece al p¨²blico su punto de vista, mientras que aqu¨ª se ve todo, y a la vez. ¡°El montaje tradicional no funciona. Las reglas habituales no valen. Como artista, tu papel se convierte en crear un mundo, una experiencia¡±, defiende Hansen. Y detalla los incontables desaf¨ªos que superaron: ?d¨®nde colocas la c¨¢mara? ?Y los t¨¦cnicos? ?Y c¨®mo grabas el sonido? Al desaparecer muchos aparatos, sin embargo, el cineasta considera que el decorado se parec¨ªa m¨¢s a la realidad y el trabajo fue m¨¢s efectivo, al no tener que grabar una misma toma desde varias perspectivas distintas.

Diferente, evidentemente, ser¨¢ tambi¨¦n la distribuci¨®n de Jesus VR. Barder destaca que los han contactado varias salas adaptadas a la realidad virtual ¡ªen Europa hay al menos un par¡ª y que esta tecnolog¨ªa est¨¢ cada vez m¨¢s al alcance de todos. No hace falta ni un visor a la vanguardia, como Oculus Rift o PlayStation VR, sino que con pocos euros se puede adquirir uno para cualquier m¨®vil inteligente: ¡°Y hay 2.000 millones de usuarios de smartphones, todos espectadores potenciales¡±. Convertirlos ser¨¢ complejo. Pero para eso est¨¢ su mes¨ªas virtual.