Cuando la cosa no monta
Me preguntan c¨®mo se llega a establecer en una cr¨ªtica el diagn¨®stico de un montaje. Digo que, de entrada, ¡°diagn¨®stico¡± es una palabra demasiado categ¨®rica, pero entiendo a lo que se refiere: c¨®mo detectar lo que uno considera que falla. Cuando el espect¨¢culo funciona no hay problema: todo fluye, todo monta, todos los vectores suman y van en la misma direcci¨®n, y la noci¨®n de ¡°equipo¡± hace honor a su hermoso nombre. Entonces es muy dif¨ªcil saber a qui¨¦n se le ocurri¨® qu¨¦, porque ni ellos mismos lo recuerdan: esa idea tan sensacional quiz¨¢s brot¨® de un actor y la complet¨® el director, o viceversa, y la maravilla borra el recuerdo de su alumbramiento.
El problema, por supuesto, es cuando la cosa no monta. El texto es bueno, los actores son fant¨¢sticos, el director tiene un historial igualmente acreditado, la escenograf¨ªa y las luces son un portento, pero¡ ?Ah, ese ¡°pero¡±! El ritmo no acaba de fluir, la verdad no acaba de afianzarse. Tu percepci¨®n est¨¢ clara, lo que no est¨¢ claro es a qui¨¦n has de sugerirle que quiz¨¢s su trabajo no est¨¢ todav¨ªa completo, o que tal vez ha embocado una l¨ªnea desacertada. Raro es el actor que te diga, si le conoces y hablas con ¨¦l, ¡°todav¨ªa no he pillado el personaje, pero con unas cuantas funciones creo que lo atrapar¨¦¡±, aunque he escuchado esa frase, que demuestra su honestidad y su coraje. Tambi¨¦n se comprende que no la diga: ha de defender su trabajo, que es fr¨¢gil y se hace noche a noche, y una asunci¨®n como esa puede desestabilizarle.
Si te dice, en cambio, ¡°la culpa es del director, que es un cenutrio¡±, desconf¨ªas en el acto: est¨¢ muy feo pasarle el muerto a otro. Y ya no digamos si te encuentras con un director que culpa a sus actores: mal¨ªsima, horrorosa se?al. Desde luego que ambos, actor y director, pueden tener su raz¨®n (o parte), pero es la palabra de uno contra otro, y para verificarla tendr¨ªas que haber seguido los ensayos d¨ªa tras d¨ªa, algo que no suele hacerse y adem¨¢s no es conveniente: un cr¨ªtico s¨®lo deber¨ªa asistir al proceso, creo yo, en los ¨²ltimos pases, y si hay mucha confianza.
Tanto si sale bien como si no, lo que sucede a lo largo de los ensayos parece tener un aire arcano, incluso para sus propios ejecutantes. ?En qu¨¦ momento comenz¨® a subir la cometa, casi por arte de magia (desenga?¨¦monos: es a base de mucho trabajo y talento), o tropez¨® en unos alambres indeterminables? Puedes llegar a ciertas intuiciones, pero solo si rozan la evidencia. Si el actor es habitualmente ultraexpansivo y de repente parece que le hayan disparado con una pistola Taser, quiz¨¢s se deba a un director adicto al control. O lo contrario: un director inspirador puede lograr que esa actriz hasta entonces en estado de cris¨¢lida muestre unas alas esplendorosas y eche a volar como nunca. O se ha visto mejorar a un jefe de banda gracias a la entrega de su gente. En todo caso, ten claro siempre que las alquimias de una funci¨®n no se pueden reducir a axiomas. Y sigue probando, como ellos. Continuar¨¢. Tambi¨¦n la cr¨ªtica es un largo ensayo.
Babelia
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