Latinoam¨¦rica vuelve a triunfar en Venecia
La Mostra reconoce de nuevo el buen estado de salud del cine latinoamericano, premiando al director mexicano Amat Escalante y al actor argentino ?scar Mart¨ªnez
En 2015, el cine latinoamericano se march¨® de Venecia con premio doble: el inesperado Le¨®n de Oro a la mejor pel¨ªcula para Desde all¨¢, del venezolano Lorenzo Vigas, y un Le¨®n de Plata al mejor director al argentino Pablo Trapero por El clan. Latinoam¨¦rica no ha logrado igualar en esta edici¨®n aquella impresionante plusmarca, pero tampoco se ha quedado lejos. De las cuatro pel¨ªculas de directores latinos que compet¨ªan en la secci¨®n oficial de la Mostra, dos se marcharon anoche con un premio destacado: el galard¨®n al mejor director que consigui¨® el mexicano Amat Escalante por la pol¨¦mica La regi¨®n salvaje, y la Copa Volpi al mejor actor para el argentino ?scar Mart¨ªnez por su interpretaci¨®n de un Nobel de Literatura en El ciudadano ilustre.
El festival m¨¢s veterano del mundo vuelve a saludar as¨ª el buen estado de salud de una cinematograf¨ªa que se ha vuelto omnipresente en los cert¨¢menes m¨¢s prestigiosos, donde parece haber sustituido a la nueva ola de cine asi¨¢tico que marc¨® las dos d¨¦cadas anteriores. El director art¨ªstico de la Mostra de Venecia, Alberto Barbera, no deja de repetir a quien quiera escucharle que se trata del cine m¨¢s vivo e interesante que exista la actualidad. Mientras tanto, el delegado general del Festival de Cannes, Thierry Fr¨¦maux, ha propuesto al cine europeo que se reinvente siguiendo el mismo patr¨®n. Es decir, haciendo una apuesta por las generaciones j¨®venes, mostrando apego por la realidad social, pero observ¨¢ndola desde ¨¢ngulos distintos a los habituales, e impulsando leyes favorecedoras en t¨¦rminos fiscales para la creaci¨®n cinematogr¨¢fica. Desde?ado durante d¨¦cadas con cierto paternalismo desde el viejo continente, el cine latinoamericano es ahora un ejemplo a seguir.
Amat Escalante, de 37 a?os, sale especialmente reforzado de esta contienda. Su pel¨ªcula, cruce de realismo social y cine de g¨¦nero, hab¨ªa gustado solo a medias. Fue la obra m¨¢s debatida. Y, seguramente, la m¨¢s incomprendida del festival. La regi¨®n salvaje dividi¨® a la cr¨ªtica y desconcert¨® a un p¨²blico perplejo ante una historia extra?a y anfibia, que da cuenta de las vidas de cuatro j¨®venes en el M¨¦xico de hoy, relacionados por v¨ªnculos de malsana interdependencia, as¨ª como por su fascinaci¨®n por una extra?a criatura de f¨¢licos tent¨¢culos que procura un placer sexual absoluto pero nocivo; capaz de provocar el ¨¦xtasis pero tambi¨¦n la muerte. Pese a la pol¨¦mica generada, Escalante no se marcha de la Mostra con mal sabor de boca. ¡°A algunos les ha encantado y a otros, no¡±, se resignaba anoche. ¡°Me voy con la idea de que acaba de nacer mi pel¨ªcula, que la acaban de completar los ojos de quienes la vieron en Venecia. Y todo nacimiento es tambi¨¦n algo doloroso¡±, afirmaba en la rueda de prensa posterior a la entrega de premios.
M¨¢s tarde, en uno de los pasillos de la Mostra, con el galard¨®n en la mano, admit¨ªa haberse protegido moderando su optimismo. ¡°Intentaba no esperar ning¨²n premio, porque me suele ir mejor as¨ª. Ya era muy bonito estar aqu¨ª, porque esta es mi primera vez en Venecia. El premio es como la guinda sobre el pastel¡±, sosten¨ªa. En el fondo, Escalante est¨¢ acostumbrado a generar furor. En el Festival de Cannes de 2013 ya escandaliz¨® con Heli, brutal cr¨®nica de la guerra de c¨¢rteles en M¨¦xico, que conten¨ªa una escena de tortura de un joven secuestrado por los narcos de las que no se olvidan. Pese a las reacciones divididas, se termin¨® llevando el premio al mejor director, para m¨¢s inri concedido por un jurado que presid¨ªa Steven Spielberg.
Escalante ha vuelto a ser acusado por sus detractores de apostar por una provocaci¨®n gratuita. ¡°S¨ª, aspiro a provocar, pero en el sentido de provocar emociones. El cine tiene que provocar sentimientos. Para eso se va a ver una pel¨ªcula o se escucha m¨²sica: para provocar algo en tu interior. Lo que no quiero es chocar solo por chocar¡ Para eso basta con buscar cualquier cosa en Internet¡±, aseguraba. ¡°Me dedico a esto desde los 15 a?os, hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, pero siento que cada nueva pel¨ªcula es como si fuera la primera. Mi objetivo es seguir sorprendi¨¦ndome a mi mismo, y tambi¨¦n al p¨²blico¡±, concluy¨® el director, antiguo ayudante de direcci¨®n de Carlos Reygadas. Escalante es hijo de mexicano y estadounidense y creci¨® a ambos lados de la frontera, aunque naci¨® a finales de los setenta en Barcelona, donde luego volver¨ªa para estudiar cine en el Centre d¡¯Estudis Cinematogr¨¤fics de Catalunya (CECC). Responsable hasta ahora de tres pel¨ªculas inscritas en la descripci¨®n de la situaci¨®n social, la exclusi¨®n y las migraciones, este fan de Luis Bu?uel y Werner Herzog parece abrir con La regi¨®n salvaje un nuevo cap¨ªtulo en su filmograf¨ªa.
El otro premio destacado para el cine latinoamericano fue la Copa Volpi para ?scar Mart¨ªnez, mucho m¨¢s consensual. Su interpretaci¨®n de un Nobel de Literatura que decide volver a su pueblo natal, una peque?a localidad del interior de la provincia de Buenos Aires que no ha pisado en d¨¦cadas, para recibir un homenaje hab¨ªa sido aplaudida de forma pr¨¢cticamente un¨¢nime. El premio supone la consagraci¨®n de un actor de largo recorrido, tanto en teatro y televisi¨®n como en el cine, donde ha trabajado con directores como Fernando Ayala (La gran ruta), Eliseo Subiela (No te mueras sin decirme ad¨®nde vas), Daniel Burman (El nido vac¨ªo), Damian Szifr¨®n (Relatos salvajes) o Santiago Mitre (La patota). A los 66 a?os, Mart¨ªnez obtiene ahora el premio m¨¢s importante de su carrera. ¡°Me honra much¨ªsimo, basta con ver la lista de nombres¡¡±, se admiraba. ?Lo vive como una consagraci¨®n? ¡°M¨¢s bien como un reconocimiento halagador que honra y me emociona. La palabra consagraci¨®n no me gusta. En el fondo, los actores siempre tenemos que demostrar y refrendar lo que hemos hecho antes, y siempre asumimos riesgos¡±, respond¨ªa Mart¨ªnez, primer int¨¦rprete argentino que obtiene un premio en Venecia. De cara a 2017, el actor tiene un proyecto de pel¨ªcula en Espa?a y otro en Argentina, adem¨¢s de un ensayo sobre el oficio de actor a punto de publicaci¨®n, que se titular¨¢ Ensayo general.
Sin triunfalismo
Tanto Escalante como Mart¨ªnez evitaron el triunfalismo a la hora de comentar este doble triunfo para el cine latinoamericano y aprovecharon para se?alar las deficiencias del sistema de distribuci¨®n de las pel¨ªculas que se ruedan en el continente. ¡°Estamos sufriendo para lograr que estas pel¨ªculas se vean en nuestros propios pa¨ªses. Especialmente en M¨¦xico, que est¨¢ al lado de Estados Unidos y es uno de los pa¨ªses m¨¢s importantes para Hollywood y sus distribuidoras. No se nos est¨¢n dando las ventajas que podr¨ªa haber. Es algo que se tiene que atender en un futuro pr¨®ximo, porque hasta ahora no se ha logrado¡±, argument¨® Escalante, que no dijo haber acudido en Venecia en calidad de representante del cine latinoamericano. ¡°No me siento embajador de nada, aunque s¨ª siento una cercan¨ªa y una camarader¨ªa con los dem¨¢s cineastas de Am¨¦rica Latina. Siento que nos estamos ayudando y apoyando, y eso ha cambiado respecto a la situaci¨®n que hab¨ªa antes¡±, asegur¨®.
Oscar Mart¨ªnez le dio la raz¨®n. ¡°Argentina no est¨¢ tan cerca de Estados Unidos, pero tambi¨¦n se ha monopolizado no solo la producci¨®n, sino tambi¨¦n la distribuci¨®n y la exhibici¨®n de las pel¨ªculas. Casi todas las cadenas de cine en Argentina est¨¢n en manos estadounidenses. A¨²n teniendo pel¨ªculas exitosas, siempre hay que luchar para no ser pasados a retiro antes de que la pel¨ªcula culmine su recorrido comercial¡±, lament¨® el actor. ¡°Si es verdad, como dice Escalante, que nos estamos apoyando unos a otros, este es un terreno espec¨ªfico en el que tendr¨ªamos que ayudarnos m¨¢s. En primer lugar, tomando conciencia del problema y estableciendo pol¨ªticas que nos puedan proteger y favorecer en nuestros propios mercados, a nivel continental¡±, propuso Mart¨ªnez. El aplauso internacional existe, pero tambi¨¦n los problemas de fondo.
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