Dorothy y Toto vuelven a Oz
La editorial andaluza El Paseo publica por primera vez en espa?ol, m¨¢s de un siglo despu¨¦s, uno de los libros en los que Baum prolong¨® las aventuras de su mundo m¨¢gico
Pese a la creencia generalizada, Dorothy y Toto regresaron a Oz, donde Ozma ocupaba el trono de la Ciudad Esmeralda protegida por el le¨®n cobarde y el tigre hambriento. As¨ª que el camino de baldosas amarillas no acab¨® con la vuelta de la peque?a y su perro a Kansas. El m¨¢gico reino sobrevivi¨® y gener¨® otras 16 obras: 14 novelas, las historietas publicadas en el peri¨®dico Philadelphia North American y una antolog¨ªa de seis relatos. Ahora, m¨¢s de un siglo despu¨¦s, la editorial andaluza El Paseo ha traducido y publicado por primera vez en espa?ol este ¨²ltimo volumen: Historias m¨¢gicas de Oz (Little Wizard Stories of Oz,editado en 1913), de Lyman Frank Baum (1856-1919), con las ilustraciones originales de John Rea Neill (1877-1943). Y ya trabaja en la edici¨®n de la serie completa.
David Gonz¨¢lez Romero emprendi¨® este verano una nueva aventura editorial y a su mesa lleg¨® una nost¨¢lgica propuesta del traductor ?scar Mariscal: publicar los seis relatos escritos en 1913 y saldar parte de la deuda con los lectores en castellano, que solo han podido disfrutar de El maravilloso mago de Oz (The Wonderful Wizard of Oz, 1900) reeditado m¨²ltiples veces en Espa?a, dos de las ¨²ltimas en 2011 por Blume y en 2014 por C¨¢tedra. La versi¨®n cinematogr¨¢fica que protagoniz¨® Judy Garland (1939) canoniz¨® la obra.
Mariscal, miembro de la amplia comunidad de seguidores de Oz y sus personajes, recuerda que Baum escribi¨® este volumen de relatos a petici¨®n de sus editores, Frank K. Reilly y Sumner C. Britton, que se dieron cuenta de que los lectores de?las primeras aventuras de Dorothy hab¨ªan crecido y las nuevas generaciones pasaban de largo. Pero le pidieron que rebajara el dramatismo de ciertas escenas, que generaban pesadillas en algunos menores, pese a que Baum se jactaba de lo contrario. De esta forma, Toto suaviza su fiereza ante el enano y gigante Crinklink, el hombre mec¨¢nico Tik-Tock solo sufre un temporal desmontaje ante la ira del rey Nomo y el rey Cuervo aparece como un personaje travieso.
Con estas premisas y las ilustraciones estilo art dec¨® de Neill surgi¨® Little Wizard Stories, concebida como una iniciaci¨®n para nuevos lectores al m¨¢gico mundo de la peque?a princesa Ozma, donde conviven los famosos personajes con otros desconocidos para el lector en espa?ol.
Dos felinos con lazos
Es as¨ª desde el primer relato. El Le¨®n Cobarde, que acompa?¨® Dorothy, el Espantap¨¢jaros y el Hombre de Hojalata a Ciudad Esmeralda, quiere ser fiero y se dispone a despedazar a un hombre en sesenta trozos. Su compa?ero en las labores de protecci¨®n de Ozma, el Tigre Hambriento, quiere comerse a un ni?o. Ambos se debaten entre lo que son y lo que quieren ser, entre lo que desean que los dem¨¢s piensen de ellos y su esencia. Neill ilustra la historia con los dos felinos adornados con sendos lazos rojos: uno recoge la melena del le¨®n, otro adorna la cola de su compa?ero.
Las representaciones de Dorothy y Toto sirvieron de base para las caracterizaciones de la pel¨ªcula, mientras que la dulce figura de la peque?a regente, con su largo traje blanco, sirve de contrapunto a otros personajes como el Espantap¨¢jaros, Jack Cabeza de Calabaza, el rey Nomo o el propio mago, m¨¢s inquietantes.
El Paseo quiere dar continuidad a su iniciativa traduciendo el resto de obras de Baum y public¨¢ndolas con todas las ilustraciones originales, muchas de las cuales no tuvieron sitio en las primeras ediciones. En esta tarea trabajan ya Gonz¨¢lez Romero y Mariscal.
Los dibujos de Neill forman parte fundamental de la obra, pese a que su relaci¨®n con el escritor se deterior¨® de forma progresiva hasta su ruptura. El artista particip¨® en todos los vol¨²menes sobre Oz, salvo el primero, as¨ª como en las secuelas que redact¨® Ruth Plumly Thompson.
Baum se traslad¨® a Hollywood nueve a?os antes de su muerte para intentar incorporar sus historias al mundo del cine, algo que conseguir¨ªa con ¨¦xito la Metro-Goldwyn-Mayer en 1939 con el musical que protagoniz¨® Judy Garland. El autor lo intent¨® antes al fundar en 1914 la Oz Film Manufacturing Company, de la que fue presidente, productor y guionista.
La intenci¨®n de Gonz¨¢lez Romero y Mariscal es llenar un vac¨ªo inexplicable para el p¨²blico castellanohablante. Las editoriales se han centrado siempre en la primera parte, la que triunf¨® como musical de Broadway primero y pel¨ªcula despu¨¦s.
Ni siquiera Baum tuvo claro que Dorothy deb¨ªa volver a Oz tras entrechocar por ¨²ltima vez sus talones y regresar a Kansas. Pero se dobleg¨® a las insistentes demandas tanto de los lectores como de sus editores. Las secuelas fueron tambi¨¦n un ¨¦xito entre el p¨²blico de habla inglesa y generaron una quincena de libros que, sin embargo, no despertaron el inter¨¦s de las editoriales en espa?ol. El Paseo cubre ahora ese vac¨ªo.
Un icono permanente del mundo gay
Unos personajes aceptados en su diferencia, una protagonista que sufre y busca un destino donde acaba el arco¨ªris, un himno de esperanza... El mago de Oz, la pel¨ªcula, es todo un icono para el mundo gay, tan asumido que en EE?UU se acu?¨® la expresi¨®n "Las amigas de Dorothy"como sin¨®nimo de gay.
Judy Garland result¨® clave para esa identificaci¨®n, por su vida privada y los gui?os posteriores que foment¨®. Hasta su muerte influy¨®. Los disturbios de Stonewall del 28 de junio de 1969, que el D¨ªa del Orgullo conmemora, fueron su ¨²ltima herencia: su funeral se hab¨ªa celebrado el d¨ªa antes. El dolor entre una comunidad que la idolatraba fue el combustible de aquel primer acto de rebeld¨ªa.
Babelia
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