Retorno al pa¨ªs de Oz
Se reestrena en EEUU la legendaria pel¨ªcula que protagoniz¨® Judy Garland y que marc¨® a toda una generaci¨®n
El cartel de una Dorothy gigante se alza en plena Quinta Avenida de Manhattan. Sus trenzas, su traje azul y sus zapatos rojos anuncian que la ni?a perdida de Kansas ha vuelto de nuevo a la tierra de Oz.Basada en el cuento infantil de L. Frank Baum El mago de Oz, se estren¨® en 1939, despu¨¦s de un accidentado rodaje por el que pasaron George Cukor, Victor Fleming, King Vidor y Richard Thorpe. La pel¨ªcula (rodada en un momento en el que la amenaza de la II Guerra Mundial empa?aba la recuperaci¨®n de la Gran Depresi¨®n) narraba c¨®mo una ni?a y su perrito eran arrastrados por un tornado a un universo paralelo de magia y terror, un mundo que reflejaba los miedos y las esperanzas que entonces acechaban Estados Unidos. Aunque la pel¨ªcula convirti¨® a Judy Garland en una estrella, el paso definitivo del filme a icono de la cultura norteamericana no lleg¨® hasta veinte a?os despu¨¦s de su estreno.
Recuperada en los a?os sesenta, la pel¨ªcula se convirti¨® en un talism¨¢n para la generaci¨®n de los baby boomers, que vieron en el alucinante viaje "m¨¢s all¨¢ del arco iris" de Dorothy su primera experiencia con el LSD. Los gurus de la izquierda americana tambi¨¦n la llevaron a su terreno y la interpretaron como una met¨¢fora del subconsciente del sue?o americano: el mago de Oz es un impostor, un simple mortal que, a pesar de todo, consigue que Dorothy vuelva a casa.
Al mismo tiempo, la entonces emergente comunidad gay hizo suyos todos los personajes (Judy Garland por s¨ª misma, el fiero le¨®n cobarde, el hombre de lata sin coraz¨®n y el espantap¨¢jaros tonto e invertebrado), convirti¨¦ndolos en se?as de identidad que permanecen. "Dorothy y sus amigos proyectaron como nadie el infierno infantil. ?Somos reales?, ?somos valientes?, ?somos feos y est¨²pidos?", se?ala el historiador Roger Ebert, que recuerda c¨®mo Salman Rushdie, que en su ni?ez vio el filme diez veces, debe a Oz el despertar de su fantas¨ªa. "El mago de Oz me convirti¨® en escritor", escribe Rushdie.
"Reencuentro"
El reestreno de El Mago de Oz coincide con el de otro filme emblem¨¢tico, The big chill (Reencuentro), realizado en 1983 por Lawrence Kasdan, "una pel¨ªcula sobre aquella generaci¨®n que encontr¨® en Oz el reflejo de sus miedos y deseos", se?ala el cr¨ªtico norteamericano Howard Halle, que advierte en el filme de Kasdan las pesadillas que gravitaban en el subsuelo de Oz. El filme, de tono eleg¨ªaco, relata el reencuentro de unos antiguos universitarios izquierdistas que, convertidos en narcisistas yuppies, reciben la noticia de que uno de ellos se ha suicidado. El muerto (Kevin Costner) devuelve a casa, como el Mago a Dorothy, a sus viejos amigos.
Babelia
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