Sexo con Tom Z¨¦
El artista brasile?o celebra sus 80 a?os con un disco que trata asuntos sexuales

A punto de cumplir ochenta a?os ¡ªel 11 de octubre¡ª Tom Z¨¦ va a publicar Can??es er¨®ticas de ninar ¨C Urg¨ºncia did¨¢tica. Un disco juguet¨®n y divertido, que nace de recuerdos y experiencias infantiles en Irar¨¢, estado de Bah¨ªa, y que huye de los discursos agresivos contra la mujer de tantas canciones populares. En el texto escrito para Canciones er¨®ticas de cuna explica que el disco trae ¡°los asuntos del sexo como eran tratados (o no) en mi infancia y juventud¡±.
Ant?nio Jos¨¦ Santana Martins, Tom Z¨¦, aparece junto a Caetano Veloso, Gilberto Gil, Os Mutantes o un retrato de Nara Le?o en la portada de Tropic¨¢lia ou panis et circencis (1968), manifiesto del movimiento tropicalista, que seg¨²n ¨¦l llev¨® a Brasil de la Edad Media a la segunda revoluci¨®n industrial. Se le consider¨® un artista dif¨ªcil. El ¨²nico delito de quien asegura que hace periodismo cantado fue querer ampliar los l¨ªmites tradicionales de las canciones. Pero el mercado, implacable, le conden¨® al olvido. Hasta que, en 1986, David Byrne se top¨® con su LP de 1976 Estudando o samba. El fundador de Talking Heads hab¨ªa viajado a R¨ªo para presentar su pel¨ªcula True stories en un festival de cine y entr¨® en una tienda de discos con intenci¨®n de llevarse unos cuantos vinilos de samba. Al llegar a su casa de Nueva York y escuchar por primera vez canciones como T? o M?, con sus licuadoras, sierras el¨¦ctricas y m¨¢quinas de escribir, telefone¨® a su amigo Arto Lindsay que le explic¨® que el disco de t¨ªtulo enga?oso era en realidad obra de uno de los tropicalistas. Cuando Byrne logr¨® contactar con ¨¦l, Tom Z¨¦ estaba a punto de renunciar a la m¨²sica y volverse con su mujer Neusa a Irar¨¢, donde le esperaba un trabajo en la gasolinera de un familiar ¡ªhab¨ªa que comer y su situaci¨®n en S?o Paulo era ya insostenible¡ª. David Byrne le public¨® un recopilatorio ¡ªlo presentaba diciendo ¡°?Est¨¢s listo para Tom Z¨¦? ?l lleva treinta a?os esper¨¢ndote¡±¡ª y edit¨® varios discos con material nuevo ¡ªhace cinco a?os una caja con siete vinilos de 180 gramos: Studies of Tom Z¨¦¡ª. As¨ª que el surtidor de gasolina de la peque?a ciudad del interior de Bah¨ªa dej¨® paso a auditorios de Par¨ªs, Nueva York ¡ªarras¨® en el Lincoln Center improvisando sobre anuncios de las p¨¢ginas amarillas y repitiendo los avisos de la megafon¨ªa del metro¡ª o Madrid, la ¨²nica ciudad que tuvo un bar con su nombre.
Tom Z¨¦ se gan¨® el aprecio de las nuevas generaciones del pop, y el benepl¨¢cito de la cr¨ªtica especializada, tanto en Brasil como en Estados Unidos o Europa. Aunque tambi¨¦n ha protagonizado alg¨²n encontronazo ¡ªy posterior reconciliaci¨®n¡ª con Caetano o trifulcas en las redes, consecuencia de lo que llama ¡°la globarbarizaci¨®n¡±: a las acusaciones de venderse al imperialismo por haber puesto su voz en un anuncio de Coca-Cola respondi¨® con un EP titulado Tribunal do feicebuqui. Sabio heterodoxo, que sigue movido por el deseo y la curiosidad, a¨²n prefiere preguntar que contestar: se trata, como anunciaba en T?, de explicar para confundir, de confundir para clarificar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.