Nada bueno sobre los CIE

Un recorrido a vista de p¨¢jaro por los Centros de Internamiento de Extranjeros, que forman parte del sistema de desag¨¹e ideado por la Uni¨®n Europea para que sus estados miembros puedan deshacerse de ciudadanos de pa¨ªses terceros, en determinados casos. ¡°Somos lo m¨¢s parecido a una c¨¢rcel, pero sin sus garant¨ªas¡±, sentencia el director de un CIE en el curso de las representaciones de Tratos, teatro documental travestido de comedia dram¨¢tica y punteado por versos extra¨ªdos de la comedia cervantina Trato de Argel.

A trav¨¦s de la peripecia de una pareja formada por camerun¨¦s y guineana, que va a dar con sus huesos en uno de estos no lugares, Ernesto Caballero informa de c¨®mo funcionan, del trato entre malo y peor que reciben no pocos de quienes por all¨ª se ven obligados a pasar (a la prensa me remito) y del abismo que para el inmigrante suele suponer que lo devuelvan a su pa¨ªs de origen.

Esta funci¨®n aborda un tema paralelo al de La mujer invisible, de modo did¨¢ctico: no tiene el dibujo de sus protagonistas inmigrantes el trazo dram¨¢tico firme de la demandante de asilo pol¨ªtico de la obra de Kay Adshead, a pesar de que Elton Prince, Astrid Jones y Primo Jos¨¦ Me?an (muy bien en el papel de gracioso aurisecular), les imprimen carnalidad y emoci¨®n. Sugestiva, la trama paralela de la guerra de poder que mantienen los funcionarios del centro, rematada con un mon¨®logo imprevisto de efecto amargo, que Carmen Guti¨¦rrez desgrana soberanamente, sin pesta?ear. Veraces y contorneadas, las interpretaciones de Chema Adeva e Ione Irazabal.