Loquillo: ¡°Aqu¨ª no hay tregua¡±
Diez a?os despu¨¦s de que dejara a sus 'trogloditas', se agotan las entradas de sus conciertos. Dice que la vida es una batalla campal.
Tres meses antes del concierto que dio ayer noche en Las Ventas, Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz Beltr¨¢n (Barcelona, 1960) hab¨ªa agotado las entradas y puesto a trabajar a los reventas.
- P. En 1991 por la lluvia, por lo que sea, usted se qued¨® muy lejos de llenar la plaza.
- R. En nuestro oficio el tiempo no pone las cosas en su sitio. Se da en muy pocas ocasiones. No hay justicia po¨¦tica en el rock.
- P. ?Qu¨¦ ha cambiado?
- R. La clave fue dejar los 'trogloditas¡¯ hace diez a?os. Me voy tras ser telonero de los Rolling Stones y de The Who.
- P. ?Mereci¨® la pena?
- R. Si no me hubiera ido de los 'troglos' ahora estar¨ªa tocando en festivales de revival de los a?os 80. Y lo que estoy haciendo es llenar Las Ventas. Aprend¨ª el negocio, la industria.
- P. ?Dices adi¨®s a la banda por sorpresa?
- R. Por sorpresa. Me qued¨¦ con Igor Paskual y Laurent Castagnet. Ellos son el origen de la banda actual. Hemos pasado de jugar en primera a estar en Champions.
- P. A?os despu¨¦s Sim¨®n Ram¨ªrez dijo que despu¨¦s de ese concierto con los Stones lo llamaste para decirle que se hab¨ªa acabado. Y no volviste a hablar con ¨¦l. Que te deb¨ªa estar donde estaba, pero que era era dif¨ªcil acabar bien contigo.
Tipos como yo son la disidencia, y a la prensa le gusta ese personaje.
- R. Quiz¨¢s Sim¨®n penso que mi sentencia no iba con ¨¦l. Despu¨¦s de tantos a?os no me conoc¨ªa lo mas m¨ªnimo. Gay Mercader dec¨ªa bromeando que de vez en cuando hay que mostrar una v¨ªctima para que todo el mundo sepa qui¨¦n manda.
- P. ?No se hacen amigos aqu¨ª?
- R. Hay que llegar con los amigos puestos. No se te ocurra dar la cara o tirarte el rollo: te pasa como a Ramonc¨ªn.
- P. ?Qu¨¦ le ha pasado a Ramonc¨ªn?
- R. Que as¨ª le ha ido. En el Vi?a Rock tuvo un intento de asesinato, porque si te lanzan ced¨¦s como flechas te cortan la yugular en cualquier momento. ?Y que nadie de esta profesi¨®n hiciese nada! Cuando lo que ¨¦l hac¨ªa era tratar de defender los derechos de los autores.
- P. ?Por qu¨¦ interesa tanto el Loquillo pol¨ªtico?
- R. Porque cuando hablo sube el pan. En la m¨²sica hay una mayor¨ªa que mira para otro lado y una minor¨ªa que ve como su carrera se va a hacer pu?etas y se ponen a hacer de comisarios pol¨ªticos: te dicen lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal. Tipos como yo son la disidencia, y a la prensa les gusta ese personaje.
- P. T¨² opinas mucho, te dan ca?a.
- R. La ¨²nica vez que yo hice pol¨ªtica a pie de calle fue con Los Verdes de Mendiluce. Puse mi cara y mi voz a favor de una idea. Los Verdes se abr¨ªan paso pero se frustr¨®. Decid¨ª entonces hacer lo que dice Concha Velasco en un documental sobre su vida: ya me manch¨¦ suficiente, d¨¦jenme vivir.
- P. ?Has llorado cantando?
- R. Y sin cantar. En las fiestas de la Merced de Barcelona me qued¨¦ sin voz porque pasamos de 28 grados a 15 en veinte minutos en el escenario. Entonces el p¨²blico se puso a cantar dos canciones seguidas hasta que recuper¨¦ la voz. Y he llorado, en fin, por personas que ya no est¨¢n. Suelo hacerlo en soledad: muy poca gente me ha visto.
- P. Tuviste un bolo el d¨ªa despu¨¦s de enterrar a tu madre.
- R. El espect¨¢culo siempre debe continuar. Aqu¨ª no se suspende una mierda.
- P. En ese entierro aparecieron ?ngeles del infierno.
- R. La primera corona que se deposit¨® en el f¨¦retro fue de ellos. No s¨®lo ¨¢ngeles del infierno sino un grupo de gente de motorclubs de la ciudad. Mi madre era muy querida. Cuando nosotros ¨¦ramos muy j¨®venes, cuando ¨¦ramos pandilleros, mi madre nos preparaba los bocadillos (risas) ?Me entiendes? Luego cada uno creci¨® y eligi¨® su vida. Esas cosas no se olvidan; la gente tiene memoria. Mi madre era muy fuerte, se cri¨® entre hermanos anarquistas durante la Guerra Civil. Siempre le fue la marcha.
- P. Para qu¨¦ discutir si puedes pelear.
- R. La vida es una batalla campal. No hay tregua.
- P. Una de las mejores frases que le¨ª sobre ti la dijo el periodista Ignacio Juli¨¢: "Una vez Loquillo me peg¨® una hostia: ese d¨ªa entend¨ª el poder de la palabra".
- R. ?Una hostia? ?Qu¨¦ va! Fue un bofet¨®n a mano abierta. No se lo di al periodista sino al que cre¨ªa mi amigo hasta ese monento, y que con unas copas de m¨¢s dijo lo que no deb¨ªa.
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