El Santo, el ¨ªdolo inmortal
Google conmemora en un doodle al luchador mexicano por su 99 aniversario
Rodolfo Guzm¨¢n Huerta (Hidalgo, 1917), m¨¢s conocido como El Santo, cumplir¨ªa 99 a?os este d¨ªa. El luchador se convirti¨® en un h¨¦roe de la cultura popular de M¨¦xico y en un icono pop mundial. Es por eso que Google ha decidido conmemorar su nacimiento con un doodle en Am¨¦rica. La inmortal m¨¢scara plateada lo acompa?¨® hasta el d¨ªa de su funeral.
Guzm¨¢n Huerta creci¨® en Tepito en la Ciudad de M¨¦xico, una de las zonas m¨¢s peligrosas de la capital, no por nada le llaman el barrio bravo, tambi¨¦n semillero de grandes boxeadores. Ah¨ª El Santo se interes¨® por el b¨¦isbol, el f¨²tbol americano y, por supuesto, por la lucha libre. En su juventud us¨® otros sobrenombres: Rudy Guzm¨¢n, El Hombre Rojo, El Murci¨¦lago II y El Demonio Negro. Su entrenador, Jes¨²s Lomel¨ª, le invit¨® a unirse a un grupo de luchadores que se vestir¨ªan de plateado, por lo que le sugiri¨® un cambio de nombre. As¨ª Rodolfo Guzm¨¢n dej¨® de existir para convertirse en El Santo, el enmascarado de plata.?
El Santo forj¨® su legado no s¨®lo al vencer a otros luchadores en el cuadril¨¢tero, sino tambi¨¦n a mujeres vampiro, momias y zombis en las 54 pel¨ªculas que protagoniz¨®, en ellas era el rockstar que viajaba en un autom¨®vil descapotable blanco y con el pecho desnudo. El Santo fue una especie de Superman mexicano. Eso s¨ª, para aparentar una mayor estatura ten¨ªa que utilizar unas alzas en las botas.
El p¨²blico mexicano abarrotaba las arenas mexicanas cada noche para verle. Quienes le conocieron aseguran que aunque estuviera enfermo nunca falt¨® a una funci¨®n. El Santo era un adicto a la lucha libre, un espect¨¢culo que se populariz¨® en M¨¦xico a partir de 1933. Su carisma ?le vali¨® para aparecer en los c¨®mics de los a?os cincuenta.
El misticismo de los luchadores mexicanos se basa en ocultar su verdadera identidad. El Santo la supo mantener hasta 1982, ya en el declive de su carrera. En un programa conducido por el periodista Guillermo Ochoa el luchador ense?¨® su rostro para demostrar que no estaba viejo, a pesar de que su porte ya no era atl¨¦tico. Su voz era rasposa. Un a?o despu¨¦s lo volvi¨® a hacer para el comunicador Ricardo Rocha, los productores acordaron no congelar la imagen, para tratar de mantener el secreto del Santo.
Pero la fecha m¨¢s emblem¨¢tica fue el 26 de enero de 1984. En aquella tarde decidi¨® quitarse la m¨¢scara, por tercera vez, para el presentador informativo de Televisa, Jacobo Zabludovsky. El Santo muri¨® 10 d¨ªas despu¨¦s a los 66 a?os. Pero el legado continua con El Hijo del Santo y su nieto, El Santo Junior, quien se estren¨® en el nivel profesional en agosto pasado.
La leyenda de El Santo a¨²n vive en las principales plazas de lucha libre a trav¨¦s de su mercanc¨ªa. Tambi¨¦n en la inspiraci¨®n para las generaciones de luchadores y en su museo, localizado en Tulancingo, Hidalgo, en el centro de M¨¦xico donde naci¨® Rodolfo Guzm¨¢n. No obstante, su propio hijo, Jorge Ernesto Guzm¨¢n, reconoce que eso es insuficiente para valorar la trayectoria de su padre. ¡°Al parecer a las autoridades mexicanas no les interesa. Es incre¨ªble que aprecien m¨¢s el acervo de mi padre en el extranjero que en mi propio pa¨ªs¡±, dijo el Hijo de El Santo a EL PA?S en marzo del a?o pasado. La santoman¨ªa no ha muerto.?
Nuestro #Doodle de hoy viene con sabor mexicano: ?#ElSanto cumple 99 a?os!https://t.co/OKpO6lxXDD pic.twitter.com/g4FKT4YpVb
— Google Argentina (@googleargentina) September 23, 2016
Babelia
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