Sin despeinarse
Los humoristas deben un cheque en blanco a Donald Trump. Desde que el candidato republicano coloniz¨® los medios, la tierra para los chistes es f¨¦rtil
Los humoristas deben un cheque en blanco a Donald Trump. Desde que el candidato republicano coloniz¨® los medios, la tierra para los chistes es f¨¦rtil. Pero, tras m¨¢s de un a?o, las bromas sobre muros y el tama?o de sus manos sonaban trilladas. As¨ª que Jimmy Fallon se atrevi¨® a despeinarlo en directo. El v¨ªdeo se hizo viral en horas y suma ocho millones de visualizaciones en YouYube, aunque tambi¨¦n abri¨® un necesario debate: ?cu¨¢ndo se convierte un c¨®mico en buf¨®n de la corte de Trump?
A Fallon no podemos pedirle que sea periodista. Fallon vive de divertir. Su programa, de sumar audiencia. Vaya eso por delante. Los presentadores de una instituci¨®n de la cultura estadounidense como el late-night, sin embargo, tambi¨¦n deben respeto al p¨²blico. Trump no es Jennifer Aniston. El ¨¦xito de su campa?a promocional no lo medir¨¢n 100 millones en taquilla. Su ¨¦xito ser¨¢ gobernar un pa¨ªs al antojo. Aun as¨ª, el humorista perdon¨® las declaraciones xen¨®fobas y megal¨®manas. No hizo cr¨ªtica contra el poderoso o s¨¢tira de su racismo. El ic¨®nico Tonight Show hizo amigable al magnate.
Pese a Internet, la televisi¨®n sigue siendo un arma afilada. Y los c¨®micos tienen mucha responsabilidad: Samantha Bee y John Oliver, por ejemplo, son severos ante los discursos de Trump a trav¨¦s de hemerotecas y contradicciones que demuestran el peligro de su candidatura. Stephen Colbert, sucesor de Letterman, dedic¨® la semana pasada 11 minutos a repasar el discurso donde Trump reconoc¨ªa que Obama naci¨® en EE UU para acusar a Clinton de comenzar la conspiraci¨®n: ¡°No estamos locos, ya estaba en televisi¨®n cuando lo dijiste¡±. "Mentiroso" era la palabra m¨¢s repetida.
Fallon, mientras, juega al karaoke, se disfraza de ni?a e imita cantantes. Quiere contentar a todos. Pero no sale bien parado de el s¨ªmil con Letterman. Es como comparar Los Tres Chiflados con Chaplin. Si Obama se sentaba en el sof¨¢ de Letterman, se lanzaba: "?Desde cu¨¢ndo eres negro?". Cuando recib¨ªa a Al Gore, subrayaba lo aburrido que era. Quer¨ªa trascender la conversaci¨®n. Fallon prefiere conocer la casa donde naci¨® Trump.
Ojo, a veces no hay nada mejor que la gamberrada. No se puede sentar c¨¢tedra cinco d¨ªas a la semana. Fallon ha tranformado el m¨ªtico Tonight Show en el?El hormiguero norteamericano. Sus virales le han convertido en estrella global.
Trump tuvo 14 temporadas de un reality. Tiene sentido del humor y se siente c¨®modo en televisi¨®n. Aunque haya dejado de publicitarse en televisi¨®n, los medios siguen d¨¢ndole cobertura gratuita 24 horas. Controla los tiempos y su carisma en pantalla. Algo que Clinton, por mucho que lo intente, nunca dominar¨¢. En plat¨®, ella parece deseosa de escapar. ?l no necesita ni despeinarse.
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