Cacer¨ªa
'La mitad invisible' rindi¨® un homenaje a los 50 a?os de un filme indispensable, 'La caza', de Carlos Saura
Fue en julio de 1965. Manuel Fraga era el ministro de quien depend¨ªa el cine. Bob Dylan desataba una pol¨¦mica entre los puristas del folk por utilizar en Newport instrumentos el¨¦ctricos. Carlos Saura, por su parte, comenzaba el rodaje de La caza, una pel¨ªcula esencial en la cinematograf¨ªa espa?ola, en la que se unieron al realizador Angelino Fons en el guion, un productor extraordinario ¡ªEl¨ªas Querejeta¡ª, un director de fotograf¨ªa magistral, Luis Cuadrado, y la m¨²sica de Luis de Pablo. El pasado martes el programa La mitad invisible (La 2) rindi¨® un homenaje a los 50 a?os de un filme indispensable.
Saura ya hab¨ªa rodado Los golfos y Llanto por un bandido, una coproducci¨®n internacional de la que aprendi¨® la necesidad de controlar todo el proceso de realizaci¨®n de una pel¨ªcula. Como era de esperar, el director pase¨® in¨²tilmente el guion de La caza por varias productoras hasta que se lo propuso a El¨ªas Querejeta. Fue el principio de un t¨¢ndem extraordinario (productor y director realizaron juntos 13 pel¨ªculas).
El programa de La 2 recorre los lugares del rodaje de La caza, sobre todo aquel inclemente p¨¢ramo de Sese?a, campo de batalla en la guerra civil y escenario de la tragedia de la pel¨ªcula. Los estudiosos suelen referirse al primer cine de Saura con conceptos como "metaf¨®rico" o "simbolista". El realizador ni lo acepta ni lo desmiente pero matiza que en La caza las relaciones entre los personajes no se basan en la ideolog¨ªa pol¨ªtica sino en las del poder, y m¨¢s concretamente en las del poder del dinero. Cincuenta a?os m¨¢s tarde, ese poder del dinero, o mejor a¨²n, de la codicia, convirti¨® a Sese?a en el s¨ªmbolo m¨¢s excesivo de la burbuja inmobiliaria, aquella que propici¨® la reforma de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de la Ley del Suelo.
Medio siglo despu¨¦s de su estreno, La caza sigue gozando de la vitalidad a la que solo acceden las obras maestras y, afortunadamente para todos, Carlos Saura sigue ejerciendo el oficio que m¨¢s le gusta.
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