Alec Baldwin se estrena como Donald Trump en ¡®Saturday Night Live¡¯

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Corr¨ªa 1975. El presidente Gerald Ford estaba a punto de ser imitado por una programa que marcar¨ªa el resto de sus d¨ªas en el despacho oval.?Saturday Night Live todav¨ªa era un espacio joven y rompedor y hab¨ªa convertido al comandante en jefe en uno de los personajes m¨¢s rid¨ªculos y torpes de EE UU. Chevy Chase no se parec¨ªa a ¨¦l, pero el espectador acab¨® viendo sus ca¨ªdas como propias del presidente. Un a?o m¨¢s tarde, SNL estren¨® su primera parodia de un debate: Ford contra Jimmy Carter (Dan Aykroyd), quien se iba a convertir en protagonista de los siguientes cuatro a?os. Y la tradici¨®n se ha mantenido durante 42 temporadas. Este s¨¢bado lleg¨® el momento de ver debatir a los nuevos candidatos: la dem¨®crata Hillary Clinton, interpretada por Kate McKinnon, y el republicano Donald Trump, que tiene ahora el rostro de Alec Baldwin, transformado gracias al maquillaje en un doble perfecto de Trump. El actor es ya el quinto miembro del programa que da vida al magnate.

Pese a nunca haber sido miembro del reparto, el protagonista de Bitelch¨²s o La caza del octubre rojo no es, ni mucho menos, un desconocido en el estudio 8H. Baldwin ha presentado SNL en 16 ocasiones, un r¨¦cord absoluto por encima de las 15 de Steve Martin o 13 de John Goodman. Durante sus visitas ha imitado, adem¨¢s, a personajes tan variopintos como Tony Bennett, Robert DeNiro o Saddam Hussein. Ser amigo ¨ªntimo del creador Lorne Michael tambi¨¦n ayuda. Si bien la idea, seg¨²n el productor, la tuvo Tina Fey, compa?era de Baldwin en Rockefeller Plaza.

Su primer sketch demostr¨®, al menos, que Baldwin, siempre carism¨¢tico y con sobrada presencia c¨®mica, controla la apariencia, la voz y los gestos de Trump. A veces, sin embargo, eso no es lo ¨²nico. Algunas de las mejores imitaciones de la historia de SNL, de hecho, no se han basado en ning¨²n parecido f¨ªsico. Esta versi¨®n del debate parodi¨® todos los momentos de los que los programas de humor llevan hablando toda la semana: las interrupciones, la salud de Clinton, la falta de preparaci¨®n, la miss universo Alicia Machado, las risas de la dem¨®crata... "Lo s¨¦, me odi¨¢is. Votadme y os prometo que me esconder¨¦ dentro del despacho oval, pero si no lo hac¨¦is continuar¨¦ en la carrera residencial hasta que muera. Y no morir¨¦ nunca", cerraba la candidata. "El problema de los negros es que se matan entre ellos", apuntaba Trump.

El programa tuvo tambi¨¦n su momento para re¨ªrse de la esposa, Melania Trump, y de los hijos del candidato, capitaneados por una Ivanka Trump con el rostro de la presentadora invitada, Margot Robbie.

Baldwin no es el primero en imitar a Trump en SNL, un papel por el que durante los a?os han pasado Phil Hartman o Jason Sudeikis. La versi¨®n m¨¢s famosa, sin embargo, la cre¨® Darrell Hammond (suma una veintena de apariciones), veterano c¨®mico que regres¨® el a?o pasado de manera recurrente para sustituir a Taran Killam, que no acababa de funcionar en el papel del magnate en el a?o m¨¢s medi¨¢tico de su carrera. Y es que el trabajo no es sencillo. Trump es tan exagerado y extravagante por s¨ª mismo que su imitaci¨®n siempre queda por debajo. Baldwin y los nuevos guionistas, sin embargo, parecen haber capturado el momento surrealista del candidato, sus mentiras, machismo y nula preparaci¨®n. Killam ya no est¨¢ en el programa y Hammond, casi retirado, se limita a hacer de anunciador y aparecer ocasionalmente como Bill Clinton, que particip¨® tambi¨¦n en un fragmento esta misma noche.

La estrategia de llevar a alguien ajeno al reparto para imitar a uno de los personajes m¨¢s populares ¡ªpol¨¦mica entre algunos de los seguidores m¨¢s veteranos del programa¡ª sigue la estela de lo logrado con Tina Fey y Sarah Palin? o Larry David y Bernie Sanders, que tambi¨¦n regres¨® este s¨¢bado al programa. Es una jugada de m¨¢rketing, pero tambi¨¦n subraya que en el reparto faltan perfiles c¨®micos.

Kate McKinnon ha conseguido hacer de Clinton una candidata egoc¨¦ntrica, inc¨®moda y con un solo objetivo: la Casa Blanca. Veremos si Baldwin consigue aprovechar de Trump un gesto que haga su imitaci¨®n diferente y especial, adem¨¢s de cr¨ªtica con sus pol¨ªticas. De momento, el parecido est¨¢ ah¨ª.