La verdad sobre el caso Ferrante
La revelaci¨®n de que detr¨¢s de la autora italiana Elena Ferrante se escond¨ªa la traductora Anita Raja enciende una pol¨¦mica sobre el derecho a la intimidad
El misterio en torno a la verdadera identidad de la escritora Elena Ferrante ha sido desvelado por el periodista de investigaci¨®n Claudio Gatti, en un trabajo publicado por Il Sole 24 Ore, Frankfurter Allgemeine Zeitung, The New York Review of Books y la web francesa de noticias Mediapart, pero la pol¨¦mica no ha hecho m¨¢s que arrancar.
La filtraci¨®n de las cuentas bancarias de la editorial italiana Edizione e/o y el seguimiento de la compra de varios inmuebles en Roma y la Toscana, han llevado a Gatti a concluir que detr¨¢s del seud¨®nimo literario sobre el que m¨¢s se ha escrito en el siglo XXI se encontraba la traductora Anita Raja, esposa del escritor Domenico Starnone. ?El viejo mantra de "sigue el dinero" es un bombazo informativo o una intromisi¨®n inaceptable? A juzgar por el hurac¨¢n de reacciones que ha despertado el trabajo de Gatti puede decirse que ambas cosas.
Ferrante ha protegido con celo su verdadera identidad y ha explicado claramente los motivos que la llevaron a optar por "la ausencia, no el anonimato", explica en conversaci¨®n telef¨®nica?Silvia Querini, directora literaria de Lumen y editora del trabajo de Ferrante en Espa?a. "Su idea es que el texto es lo que importa y lo que ha hecho el periodista es hurgar en su anonimato, en los nombres. En lugar de investigar en el fraude fiscal, se ha dedicado a buscar en las cuentas de una escritora. A m¨ª el nombre verdadero no me importa ni como editora, ni como lectora". Y Querini no est¨¢ sola en esto, miles de lectores se han lanzado a las redes para lamentar que el trabajo de Gatti no haya respetado la voluntad de Ferrante, quien en las entrevistas que ha concedido v¨ªa correo electr¨®nico y en la ¨²nica que ha dado en persona para The Paris Review (conducida por sus editores, los ¨²nicos que conoc¨ªan su verdadera identidad) ha explicado con esmero los motivos por los que no quer¨ªa desvelar su verdadero nombre. "El trabajo de Elena Ferrante ha tenido m¨¢s impacto en Estados Unidos que el de cualquier otro escritor italiano en los ¨²ltimos 20 a?os y ten¨ªa sentido publicar la entrevista aunque sab¨ªamos que ella no iba a revelar su identidad", explica al tel¨¦fono Lorin Stein, director de la legendaria revista literaria. "Los motivos que Ferrante ha dado para no salir a luz son totalmente comprensibles, y lo raro es que no haya m¨¢s escritores que tomen esta decisi¨®n al principio de sus carreras". ? ?
Ferrante ha protegido con celo su verdadera identidad y ha explicado claramente los motivos que la llevaron a optar por un seud¨®nimo
Elena Ferrante empez¨® a publicar en los a?os noventa, y a pesar de la adaptaci¨®n de una de sus novelas al cine no fue hasta la publicaci¨®n de La amiga estupenda, la primera entrega de la tetralog¨ªa Dos amigas, cuando salt¨® al escenario internacional. Y de qu¨¦ manera. La llamada "fiebre Ferrante" se desat¨® con furia. Lleva seg¨²n Gatti m¨¢s de dos millones de libros vendidos. A medida que el fen¨®meno crec¨ªa, las especulaciones sobre qui¨¦n era Ferrante se multiplicaron. Los nombres de Starnone y Raja han sido recurrentemente se?alados como el de los verdaderos autores (?juntos? ?solo ¨¦l? ?ella?) detr¨¢s de las obras de ficci¨®n. Starnone lo ha negado siempre.
El empe?o por descubrir el "misterio Ferrante" llev¨® incluso a la Universidad La Sapienza de Roma a cotejar el trabajo de varios autores italianos con las obras de Ferrante y el algoritmo se?al¨® la similitud con el trabajo de Starnone. El hecho de que la esposa de este escritor napolitano trabajara como traductora para la misma editorial que publica a Ferrante desde los a?os noventa, hac¨ªa aumentar las sospechas. Las especulaciones llegaron al extremo de defender que detr¨¢s de cada libro de Ferrante hab¨ªa un escritor distinto. Ella declar¨® entonces: "Evidentemente, en un mundo donde la educaci¨®n filol¨®gica pr¨¢cticamente ha desaparecido, donde los cr¨ªticos no est¨¢n atentos al estilo, la decisi¨®n de no estar presente como autor genera malas intenciones y este tipo de fantas¨ªas".
Ante el chorreo de cr¨ªticas el periodista Gatti defendi¨® su trabajo el lunes por la ma?ana en la BBC. "Es una figura p¨²blica, ha vendido millones de libros y los lectores tienen derecho a saber algo sobre la persona que los escribi¨®. Raja era la sospechosa n¨²mero uno y yo solo he encontrado la evidencia", declaraba a la emisora. ?No bastaba con las explicaciones que Ferrante hab¨ªa dado? Sus editores en un comunicado publicado en La Republica clamaban "basta de asediarla, no es una criminal".
Los nombres de Domenico Starnone y su esposa Anita Raja han sido se?alados una y otra vez como el de los verdaderos autores
En su art¨ªculo Gatti justificaba su investigaci¨®n refiri¨¦ndose al libro?Frantumaglia. En este volumen (publicado en Italia en 2003 y ampliado ahora para una nueva edici¨®n que saldr¨¢ en EE UU en noviembre y en Espa?a en octubre de 2017), Ferrante se presenta, aporta alg¨²n detalle biogr¨¢fico y plantea sus ideas sobre la literatura y el proceso de creaci¨®n. La nueva edici¨®n se completa con las entrevistas que ha concedido en los ¨²ltimos a?os, (incluida la ¨²nica a un medio en lengua espa?ola publicada por El Pa¨ªs). Gatti escribe en su reportaje: "Lejos de ser la hija de la costurera napolitana que describe Frantumaglia, los detalles de transacciones inmobiliarias y los extractos financieros apuntan a Anita Raja, una traductora que vive en Roma, cuya madre de origen alem¨¢n escap¨® del Holocausto y se cas¨® m¨¢s adelante con un magistrado italiano". ?Justifica esto pasar por encima de la voluntad de la escritora? "Este es el scoop de un periodista que no est¨¢ interesado en la literatura. No es importante qui¨¦n es Elena Ferrante sino sus libros, igual que no es importante qui¨¦n es Thomas Pynchon sino sus novelas", argumenta en conversaci¨®n telef¨®nica el escritor Nicola Lagiola ganador del Premio Strega en 2015, y autor de una de las pocas entrevistas que ha concedido por correo electr¨®nico Ferrante. "Un escritor tiene derecho a decir cosas que no son verdad, no es un pol¨ªtico. Italo Calvino contaba una mentira sobre su vida en cada entrevista que daba, porque le divert¨ªa. La literatura es ficci¨®n".?
Cosas de hombres
Mientras el misterio Ferrante invitaba a la especulaci¨®n muchas lectoras se han indignado ante la sugerencia de que detr¨¢s del seud¨®nimo se escond¨ªa la pluma de un autor. "Muchas mujeres sent¨ªan que esto no ten¨ªa sentido, que Ferrante expresaba un profundo conocimiento del imaginario femenino, y decir que lo hab¨ªa escrito un hombre era como rob¨¢rselo", explica Lorin Stein, director de The Paris Review.
Ahora, el desenmascaramiento de Ferrante ha vuelto a cargar las tintas sobre el machismo o la falta de respeto a las mujeres. "?Qu¨¦ hubiera pasado si se hubiera descubierto que Knausgaard era una mujer? Su trabajo habr¨ªa sido entendido como autoindulgente y hubiera sido despreciado. Knausgaard y Ferrante fueron dos fen¨®menos literarios paralelos. ?l pudo reclamar su nombre. Ella no", denunci¨® la escritora Lili Loofbourow en una catarata de tuits. "Su seud¨®nimo era un regalo para los lectores. Nos inocul¨® contra la urgencia de reducir su trabajo a su femineidad, familia, biograf¨ªa. Pero no ha servido de nada porque un tipo va y decide que era necesario ponerle nombre. Vale". La defensa feminista de Ferrante y su anonimato ha prendido con fuerza. El feminismo ha sido un tema que la escritora ha tratado tangencialmente en sus libros y abiertamente en sus entrevistas. Por eso quiz¨¢ no hayan estado de m¨¢s las palabras de Dayna Tortorici en la revista N+1 al recordar que el "cuarto propio" del que habl¨® Virginia Woolf, es tambi¨¦n libertad y privacidad. El espacio que reclama un escritor, hombre o mujer, puede ser el simple anonimato.
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