Sobre hielo

La animaci¨®n de ¨²ltima hora ha abusado tanto de personajes de expresi¨®n hist¨¦rica, pose¨ªdos por un perpetuo baile de San Vito, que una secuencia muy concreta de El techo del mundo destaca no por su espectacularidad, sino por su respeto a la mirada del espectador, algo cada vez m¨¢s infrecuente: en el interior de un barco, la c¨¢mara se pasea por las literas donde los marineros duermen roncando, hasta acercarse a la joven protagonista de esta aventura de alma cl¨¢sica y trazo sint¨¦tico. Sasha, adolescente rusa empe?ada en rescatar el barco en que viaj¨® su abuelo a la conquista del Polo Norte, se despierta de su sue?o despu¨¦s de que un leve ruido ambiental le haya transmitido la informaci¨®n de que la embarcaci¨®n est¨¢ atravesando aguas heladas.

El director de El techo del mundo, R¨¦my Chay¨¦, asume por primera vez la responsabilidad creativa de un largo, pero entre sus labores previas se cuentan los storyboards de dos trabajos tan sobresalientes como El secreto del libro de Kells (2009) y K¨¦rity, la casa de los cuentos (2009), dos pel¨ªculas que tomaban como referencia est¨¦tica, respectivamente, a los c¨®dices medievales y a la ilustraci¨®n de libros infantiles, logrando, en ambos casos, una labor de ambientes y dise?o de personajes completamente al margen de las est¨¦ticas dominantes. En El techo del mundo, la clave est¨¦tica ser¨¢ la de un moderno ¨¢lbum de historieta francobelga de aventuras, al servicio de un relato cl¨¢sico sobre la seducci¨®n del descubrimiento y el poder transformador del ideal.