Los microrrelatos de Bob Dylan
Quiz¨¢ es un escritor de peque?as historias que duran lo que una canci¨®n y que describen la vida de EE UU de forma arrolladoramente actual
Los m¨¢s recalcitrantes se han sorprendido al escuchar la noticia: ?el Nobel de literatura para Dylan? La verdad es que tampoco se entiende bien el porqu¨¦ del esc¨¢ndalo. No es el primer poeta a quien se lo dan y, a¨²n admitiendo que no fuera un gran poeta ¡ªque para m¨ª lo es¡ª, tampoco ser¨ªa el ¨²nico Nobel inmerecido. La lista del prestigioso premio est¨¢ plagada de escritores mediocres -con perd¨®n. O por lo menos est¨¢ llena de ausencias que parecen dif¨ªciles de justificar ¡ªpasa con todos los grandes premios, imagino¡ª.
?Por qu¨¦ entonces ha causado tanta indignaci¨®n la noticia entre los m¨¢s convencionales? ?Porque se trata del premio a un poeta rock? ?O porque de alguna manera tiene algo de premio a una generaci¨®n entera que decidi¨® subvertir tambi¨¦n las nuevas formas de narrar? All¨ª estaba Bob Dylan ¡ªcuentan los amigos que le vieron el a?o 1965¡ª, en el Folk Festival de Newport. Baladista de cierto ¨¦xito, aquel d¨ªa se reinventaba en su propia historia, dispuesto a causar un esc¨¢ndalo de radicalidad sobre el escenario. La estridencia de Maggie¡¯s Farm sorprend¨ªa a los asistentes: ¡°No volver¨¦ a trabajar para el padre de Maggie¡±. Entre los gritos del p¨²blico, fascinado o asombrado por ese alegado anticapitalista, Dylan remachaba la operaci¨®n camuflado tras una de sus cl¨¢sicas baladas: ¡°Olvida a los muertos que has dejado, no van a seguirte¡±. ?Qui¨¦n se atrever¨ªa a decir que It¡¯s All over Now, Baby Blue no merece un Nobel?
Y, pese a todo, quiz¨¢s en este Nobel haya algo especial que va m¨¢s all¨¢ del talento de Dylan ¡ªmucho¡ª y de su capacidad de hacer reflexionar a una generaci¨®n entera ¡ªla primera generaci¨®n de la modernidad, se dir¨ªa casi, la pacifista y ecologista¡ª. Si es cierto que, tal y como ocurre con los grandes galardones, en estas iniciativas subyace a veces un substrato pol¨ªtico, lo interesante ser¨ªa tal vez preguntarse el motivo ¨²ltimo: ?se ha premiado a trav¨¦s de ¨¦l a toda una generaci¨®n? ?Se ha reconocido a los poetas rock ¡ªpor fin¡ª como miembros de la llamada ¡°alta cultura¡±?
Aunque bien visto, Bob Dylan no es un poeta el uso, sino un narrador que utiliza una particular f¨®rmula para contar las historias ¡ª?qui¨¦n no ha imaginado alguna vez a la odiosa y explotadora familia de Maggie y a Maggie misma?¡ª Quiz¨¢s Bob Dylan es, as¨ª, un escritor de microrrelatos, peque?as historias que duran lo que dura una canci¨®n ¡ªo un rel¨¢mpago o el tiempo de leer un mensaje en el m¨®vil¡ª y que describen la vida de los Estados Unidos de un modo arrolladoramente actual. En cada uno de sus discursos rotos, a trompicones, rasgados, que necesita escribirse y vivirse deprisa; que empieza y acaba en su propia fragmentariedad, desborda en su modernidad apabullante. Entonces, mucho m¨¢s que ahora, las autopistas eran para los jugadores, escribi¨® Dylan. ?No merece acaso un Nobel esa apuesta?
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