Cr¨®nicas del derrumbe
Una retah¨ªla de ensayos dibuja el mapa emocional de EE UU en v¨ªsperas de las presidenciales. Un pa¨ªs fracturado por el individualismo, el poder desbocado de las ¨¦lites, la desigualdad y el populismo
La nostalgia es un arma pol¨ªtica cargada de futuro. Quienes la agitan, se trate de los promotores del Brexit en Europa o de Donald Trump en Estados Unidos, recogen ¨¦xitos electorales. Y no es exclusiva de un campo ideol¨®gico. La izquierda a?ora los tiempos, m¨¢s igualitarios, en los que el Estado de bienestar era m¨¢s robusto. La derecha suspira por los tiempos de mayor cohesi¨®n cultural y nacional. La melancol¨ªa por la p¨¦rdida de la soberan¨ªa ante las fuerzas ciegas de la globalizaci¨®n, la construcci¨®n europea o fantasmas como Washington o Bruselas es un dato central en esta ¨¦poca convulsa.
Una particularidad de las elecciones de Estados Unidos el 8 de noviembre es que el ruido de fondo ¡ªla frustraci¨®n de la clase trabajadora blanca, los miedos a la inmigraci¨®n, las desigualdades crecientes, la desconfianza en las ¨¦lites¡ª es com¨²n en ambas orillas del Atl¨¢ntico. Es posible que el republicano Trump sea un personaje inconfundiblemente estadounidense, pero lo que se juega en estas elecciones, las discusiones de los candidatos y la patolog¨ªas sociales que revelan, no son tan distintas.
Hace trece a?os, cuando Estados Unidos invadi¨® Irak con la oposici¨®n de buena parte de lo que Donald Rumsfeld, entonces secretario de Defensa de la Administraci¨®n Bush, llam¨® la vieja Europa, el libro del momento era Poder y debilidad: Europa y Estados Unidos en el nuevo orden mundial, de Robert Kagan. El ensayo de Kagan ahondaba en las diferencias abismales entre europeos y estadounidenses. La lectura de algunos libros del momento actual ¡ªensayos publicados en los ¨²ltimos meses, escritos por periodistas, polit¨®logos e intelectuales de derechas e izquierdas, americanos y europeos¡ª deja la impresi¨®n de que el abismo se ha cerrado. A una y otra orilla, hablamos de algo parecido.
Una particularidad de las elecciones del 8 de noviembre es que el ruido de fondo es com¨²n a ambas orillas del Atl¨¢ntico
¡°Como tanto los dem¨®cratas como los republicanos tienden a ver el mundo a trav¨¦s del velo de la nostalgia, ambos caracterizan nuestra econom¨ªa americana contempor¨¢nea como si estuviese desplom¨¢ndose desde un pasado glorioso, o al menos desvi¨¢ndose de un camino de ¨¦xito¡±, escribe Yuval Levin, uno de los intelectuales m¨¢s escuchados de la nueva derecha de Estados Unidos, en The Fractured Republic. Renewing America¡¯s Social Contract in the Age of Individualism (La rep¨²blica fracturada. Renovar el contrato social de Am¨¦rica en la era del individualismo).
Levin, director que la revista National Affairs, toma como punto de partida mediados de siglo, cuando Estados Unidos sali¨® de la Gran Depresi¨®n y de la Segunda Guerra Mundial como un pa¨ªs ¡°unificado y cohesionado¡±. Comenz¨® entonces un proceso de disgregaci¨®n. Por un lado, econ¨®mica: m¨¢s desregulaci¨®n, menos intervenci¨®n estatal, p¨¦rdida de peso de los sindicatos (y este es el lamento de la izquierda, que mira con nostalgia a los a?os cincuenta y sesenta, a la era del new deal de Franklin Roosevelt y la great society de Lyndon Johnson). Por otro, cultural o social: ca¨ªda de la tasa de matrimonios, desestructuraci¨®n familiar, descenso de la religiosidad, conquistas de derechos individuales por las minor¨ªas, la mujeres, los homosexuales¡ (y esta parte es la que provoca urticaria en una porci¨®n de la derecha).
Levin ve los Estados Unidos de hoy como un pa¨ªs en tensi¨®n por dos tendencias opuestas: la supercentralizaci¨®n y el refuerzo de instituciones como el Gobierno federal, y el hiperindividualismo. Las instancias intermedias ¡ªla familia, la escuela, la iglesia, la identidad nacional: los verdaderos pegamentos sociales, en su opini¨®n¡ª han quedado desdibujadas. Seg¨²n Levin, el ant¨ªdoto de la fractura republicana es una mayor subsidiaridad ¡ªuna cesi¨®n de poder a los ¨¢mbitos m¨¢s pr¨®ximos al ciudadano¡ª y un refuerzo de estas instituciones que median entre el Estado y el individuo atrapado en ¡°una soledad profunda y ansiosa¡±.
El reportero Sebastian Junger, autor de La tormenta perfecta y de varios reportajes y documentales sobre la guerra y sus secuelas, describe una sociedad desestructurada parecida a la de Levin en Tribe. On Homecoming and Belonging (Tribu. Del regreso a casa y de la pertenencia). Junger parte de un hecho hist¨®rico y de una observaci¨®n emp¨ªrica. El primero es el caso de los europeos cautivos de nativos americanos que, en las colonias brit¨¢nicas de Am¨¦rica del Norte, no quer¨ªan regresar a la sociedad. La segunda es la experiencia de los soldados que regresan de Afganist¨¢n e Irak y echan de menos las guerras.
Levin: ¡°Dem¨®cratas y republicanos caracterizan la econom¨ªa como si estuviese desplom¨¢ndose desde un pasado glorioso¡±
Junger sostiene que el homo sapiens sapiens est¨¢ formateado para vivir en tribu, en contacto permanente e ¨ªntimo con la comunidad, todos juntos ante el peligro inminente. De ah¨ª que se sienta desubicado en las sociedades modernas. Es un argumento antropol¨®gico, pero tambi¨¦n pol¨ªtico. Nunca en una sociedad tribal, escribe Junger, se habr¨ªa permitido que los jefes ¡ªel 1% de Wall Street, dir¨ªamos ahora¡ª acaparasen una cantidad desproporcionada de riqueza solo porque ten¨ªan el poder para hacerlo. No lo habr¨ªan permitido porque habr¨ªan puesto en peligro la cohesi¨®n del grupo y su supervivencia.
Para continuar con el argumento pol¨ªtico: el trauma de los soldados que regresan de Afganist¨¢n e Irak no es la guerra en s¨ª, sino el pa¨ªs que encuentran al volver. La nostalgia de la guerra es la nostalgia de la tribu. ¡°Regresan de guerras que son m¨¢s seguras que aquellas en las que combatieron sus padres y abuelos, y sin embargo muchos m¨¢s acaban alienados y deprimidos. Esto es as¨ª incluso para los que no experimentaron el combate. En otras palabras, el problema no parece ser tanto el trauma en el campo de batalla como el reingreso en la sociedad¡±, escribe Junger. ¡°Un soldado moderno que regresa del combate, o un superviviente de Sarajevo, pasa del grupo muy unido para el que los humanos evolucionaron, a una sociedad en la que la mayor¨ªa de personas trabaja fuera de casa, los ni?os son educados por extra?os, las familias est¨¢n aisladas de las comunidades m¨¢s amplias, y el beneficio personal eclipsa casi completamente el bien colectivo¡±.
Seg¨²n Junger, el trauma del soldado que regresa de Irak y Afganist¨¢n no es la guerra sino el pa¨ªs que halla al volver
As¨ª es el pa¨ªs que visita el periodista Andy Robinson en Off the road. Miedo, asco y esperanza en Am¨¦rica, un mezcla de cr¨®nica de viajes con el reportaje y la opini¨®n. El autor, con quien trabaj¨¦ en La Vanguardia, es un periodista en perpetuo movimiento, en busca del reverso de la historia oficial, un reportero sin pretensiones de objetividad que asume sin complejos un punto de vista, y lo hace con humor y autoiron¨ªa. Su visi¨®n de Obama no es amable. Escribe que esta ha sido ¡°una presidencia decepcionante¡±. Y no por excesivamente progresista. Al contrario.
Robinson se pasea por las inacabables urbanizaciones en las afueras de Las Vegas en busca de pilotos de drones que, desde bases ¨¢reas en medio del desierto americano, bombardean regiones remotas a miles de kil¨®metros de distancia en Asia Central. Explora el mito de Las Vegas y descubre que es la ciudad del futuro, la precursora de los simulacros de cart¨®n piedra en los que se est¨¢n convirtiendo algunos centros tur¨ªsticos de Europa. Visita los restos de civilizaciones precolombinas que sucumbieron ante los desajustes clim¨¢ticos y la desigualdad rampante, y all¨ª vislumbra el futuro. Describe, por medio de las diferencias de precios en los restaurantes de hamburguesas y el trato a sus empleados, c¨®mo Nueva York es la capital de las desigualdades, con unos niveles comparables a la Sud¨¢frica del apartheid.
Robinson, un periodista de Liverpool que escribe en castellano para un diario de Barcelona, es un ejemplo de la mirada transatl¨¢ntica sobre las patolog¨ªas comunes en Estados Unidos y Europa. Los argumentos de Off the road no son tan distintos a los de su libro anterior, Un reportero en la monta?a m¨¢gica. C¨®mo la ¨¦lite econ¨®mica de Davos hundi¨® el mundo. Ambos ayudan a entender el porqu¨¦ del auge populista en ambas orillas, un populismo que, en sus versiones izquierdista y conservadora, tiene en com¨²n la cr¨ªtica a la globalizaci¨®n. ¡°M¨¢s que el racismo, lo que atrae a los votantes de Trump es su oposici¨®n al libre comercio¡±, le cuenta a Robinson otro periodista, Thomas Frank, hacia el final de Off the road.
Frank, autor de?Qu¨¦ pasa con Kansas? C¨®mo los ultraconservadores conquistaron el coraz¨®n de Estados Unidos, ha publicado este a?o Listen, Liberal. What Ever Happened to the Party of the People? (Escucha, progre. ?Qu¨¦ ocurri¨® con el partido del pueblo?). El libro, un buen complemento te¨®rico a los reportajes a pie de calle de Robinson, es una invectiva contra los dem¨®cratas por haberse convertido en el partido la clase educada, profesional, cosmopolita y tecnocr¨¢tica, y haber dado la espalda a sus votantes tradicionales, la clase trabajadora. Listen, liberal es el libro de un izquierdista furioso contra los suyos. Un libro de tesis que soslaya los detalles que no encajan con el argumento, impregnado por la nostalgia a la que se refer¨ªa Levin. En este caso, la nostalgia por los Estados Unidos de Franklin Roosevelt.
Si Hillary Clinton pierde ante Trump habr¨¢ que leer a Thomas Frank porque se encontrar¨¢n muchas de las claves
Pero el diagn¨®stico es certero. El olvido por parte del Partido Dem¨®crata de los de la clase trabajadora blanca ¡ªy su conversi¨®n en un partido de minor¨ªas y ¨¦lites universitarias¡ª ayuda a explicar el fen¨®meno Trump, el misterio de su empat¨ªa con estos votantes. Si Hillary Clinton pierde, deber¨¢ releer a Frank, porque all¨ª se encontrar¨¢ muchas de las claves.
Una clave del fen¨®meno, ya mencionada, es el populismo, que el polit¨®logo alem¨¢n de Princeton Jan-Werner M¨¹ller disecciona en What is populism? (?Qu¨¦ es el populismo?), un ensayo clarificador que salta de Ch¨¢vez en Venezuela a Orban en Hungr¨ªa, pasando por Trump. M¨¹ller define el populismo como un movimiento contrario a las ¨¦lites y, a la vez, antipluralista, en el sentido de que, siendo solo una parte del pueblo, los populistas se erigen en representantes de todo el pueblo. El peligro del populismo para la democracia es precisamente su mensaje ultrademocr¨¢tico, ¡°una forma degradada de democracia¡±, escribe M¨¹ller. El error, seg¨²n este, consiste en menospreciar a los votantes populistas como ¡°casos patol¨®gicos de hombres y mujeres guiados por la frustraci¨®n, la irritaci¨®n y el resentimiento¡±.
Estos libros sirven para entender esta frustraci¨®n. Esta es su virtud, y su l¨ªmite. Me doy cuenta de que los cinco est¨¢n escritos por hombres blancos. ?Influye esto en su visi¨®n? El boom de la minor¨ªa hispana tiene un papel secundario para la mayor¨ªa de autores, y, sin embargo, la transformaci¨®n demogr¨¢fica por el aumento de la poblaci¨®n de origen latinoamericano seguramente sea la noticia de la ¨²ltima d¨¦cada en Estados Unidos. El pesimismo que reflejan y ayudan a entender estos libros es el de un sector de la mayor¨ªa blanca que ve c¨®mo el pa¨ªs se le escapa de las manos.
No es poco, pero este no es todo el pa¨ªs. Existe un pa¨ªs nost¨¢lgico, y existe otro que mira al futuro. Como escribe Yuval Levin al inicio de The Fractured Republic, ¡°la vida en Am¨¦rica siempre est¨¢ empeorando y mejorando al mismo tiempo¡±. ¡°Esto significa¡±, a?ade, ¡°que no hay historias sencillas para contar sobre el estado de nuestro pa¨ªs, y los an¨¢lisis alentadores y sombr¨ªos s¨®lo son descripciones parciales de un todo complejo¡±.
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