?Fue ben¨¦fico o no el homenaje a V¨ªctor Barrio en Valladolid?
Celebrado el pasado 4 de septiembre, a¨²n se desconocen las cuentas definitivas del festejo
El pasado 4 de septiembre, hace ya un mes y medio, se celebr¨® en Valladolid -con el cartel de ¡®no hay billetes colgado en la taquilla- una corrida homenaje al torero fallecido V¨ªctor Barrio, que alcanz¨® categor¨ªa de gran espect¨¢culo. Incluida en el abono de la feria local, se anunciaron seis figuras -Juan Jos¨¦ Padilla, Jos¨¦ Tom¨¢s, Morante de la Puebla, El Juli, Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, Alejandro Talavante- que lidiaron otros tantos toros de ganader¨ªas conocidas por todos y, especialmente, reconocidas por los matadores.
El festejo fue organizado por la empresa Matilla, que ejerce la gerencia del coso castellano, y patrocinada por la Fundaci¨®n del Toro de Lidia. O, quiz¨¢, fue al rev¨¦s, pero lo cierto es que la primera se favoreci¨® del buen fin del festejo para vender abonos, y la segunda se dio a conocer y anunci¨® entonces que los beneficios servir¨ªan para un doble objetivo: la producci¨®n de una obra de arte conmemorativa para V¨ªctor Barrio, y financiar la estrategia de comunicaci¨®n necesaria para la correcta promoci¨®n de la tauromaquia.
La Fundaci¨®n del Toro de Lidia inform¨® tambi¨¦n de que, tras romperse el pase¨ªllo, se har¨ªa entrega a los familiares de V¨ªctor Barrio de un capote firmado por todos los aficionados que quisieran dejar su mensaje al torero a trav¨¦s de las redes sociales.
La plaza de Valladolid luc¨ªa espl¨¦ndida, llena hasta la bandera, pero el homenaje comenz¨® a torcerse desde que se abri¨® la puerta de cuadrillas. Lo que se presum¨ªa como un acto ¨²nico, c¨¢lido y emocionante qued¨® muy desva¨ªdo. Para empezar, no hubo entrega de capote a la familia del torero muerto, ni una sola imagen de V¨ªctor Barrio, ni una palabra, ni un solo gesto de recuerdo m¨¢s all¨¢ de los brindis de los actuantes a la familia y al cielo.
Y en el ambiente de los ¡®mal pensados¡¯ revoloteaba una pregunta: ?Esta corrida es ben¨¦fica o no? Y surg¨ªa la duda porque ni la Fundaci¨®n ni la empresa informaron con claridad sobre este detalle. Al parecer, los matadores no cobraron, pero no est¨¢ claro que no lo hicieran los ganaderos. Pero no lo est¨¢ porque la organizaci¨®n tampoco coment¨® tales extremos. ?Qu¨¦ porcentaje recibi¨® la empresa organizadora, adem¨¢s de los abonos vendidos para el resto de la feria? Tampoco se supo.
El problema se acrecienta cuando pasado mes y medio de la celebraci¨®n del festejo a¨²n se desconocen las cuentas definitivas de la corrida, si hubo o no beneficios, que los habr¨ªa; a cu¨¢nto ascendieron; qu¨¦ parte correspondi¨® a la empresa y cu¨¢nto ingres¨® la Fundaci¨®n del Toro de Lidia. Nada se sabe todav¨ªa de la obra de arte conmemorativa de V¨ªctor Barrio que se iba a sufragar, ni del presupuesto dedicado a la promoci¨®n de la tauromaquia.
En una palabra: no se sabe nada.
Y surgen, como es natural, las dudas m¨¢s inocentes: ?qu¨¦ ha pasado con el dinero? ?D¨®nde est¨¢? ?C¨®mo es que la Fundaci¨®n del Toro de Lidia, organizaci¨®n reci¨¦n nacida para ¡®normalizar la presencia de la tauromaquia en la sociedad¡¯, guarda un m¨¢s que preocupante silencio?
Otra vez, el oscurantismo del negocio taurino se impone a la imperiosa necesidad de transparencia. Otra vez, las sospechas, la falta de credibilidad, la supuesta picaresca¡ Otra vez, la fiesta caduca, rancia, cerrada y silenciosa del pasado cuando lo que necesita la fiesta de los toros es abrir las ventanas para que circule el aire fresco de la verdad.
Toda la labor de la Fundaci¨®n no puede ni debe consistir en denunciar a los locos y cobardes an¨®nimos que aprovechan la ruidosa taberna de las redes sociales para lanzar exabruptos miserables. No; entre otras razones porque esas acciones legales no prosperan en los juzgados y ofrecen un espacio gratuito en los medios de comunicaci¨®n a una agria e insustancial pol¨¦mica que siempre produce alguna herida sangrante a la fiesta de los toros.
La labor de la Fundaci¨®n -¡®fomentar, conservar, mejorar, defender, promover y divulgar el toro y la tauromaquia¡¯, seg¨²n sus fines estatutarios- pretende alcanzar altura, influencia y autoridad. Y el primer m¨¦todo de trabajo debe ser la transparencia.
Acaba de nacer, aun anda a gatas y no puede estar ya enfangada en un asunto tan feo como las cuentas del homenaje a V¨ªctor Barrio en Valladolid.
Es m¨¢s que lamentable que, a estas alturas, no se sepa a¨²n si la corrida homenaje a V¨ªctor Barrio fue ben¨¦fica; y si lo fue, ?d¨®nde est¨¢n las cuentas?
Babelia
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