Paula Bonet: ¡°El machismo est¨¢ en el hueso¡±
Con su tercer libro 'La sed', la ilustradora rinde homenaje a autoras como Clarice Lispector o Virginia Woolf, que le dieron "paz en la angustia"
La ilustradora Paula Bonet (Vila-Real, 1980) ha publicado tres libros en tres a?os (813; Qu¨¦ hacer cuando en la pantalla aparece The End; La sed). Con ellos ha obtenido el reconocimiento de su profesi¨®n, el ¨¦xito del p¨²blico y el prestigio de las artistas en plena proyecci¨®n.
- P. La sed.
- R. Yo quer¨ªa que el t¨ªtulo fuera un golpe. Lo que sent¨ª cuando me enfrent¨¦ a la poes¨ªa de Anne Sexton: un navajazo en la tripa. Adem¨¢s en valenciano ver y beber son veure y beure; como se trata de empezar a ver y beber, me pareci¨® el t¨ªtulo perfecto.
- P. No se guarda nada en su obra.
- R. Todo el mundo crea a partir de la biograf¨ªa y de la experiencia propia. Elegir un tema sobre otro ya te est¨¢ definiendo. Y este libro iba a ser un homenaje a una serie de mujeres que a lo largo de los ¨²ltimos cinco a?os a m¨ª me han ayudado a encontrar paz. Paz en la angustia. Y a entenderme a m¨ª misma: a m¨ª respecto a mi obra y respecto a mi contexto, con mi condici¨®n de g¨¦nero. Como homenaje a Clarice Lispector, Virginia Woolf, Mar¨ªa Teresa Wils Montt, Sylvia Plath, Mar¨ªa Luisa Bombal y un largo etc¨¦tera.
- P. ?Qu¨¦ ocurri¨®?
- R. Que era muy pretencioso. Yo estoy en un per¨ªodo de deslumbramiento con estas autoras, entonces lo m¨¢s honesto era hablar de ese despertar. Llevarme a mi protagonista a la ficci¨®n y que ese alter ego trate de contenerlas a todas. Hay un momento en que Teresa se mira al espejo y ve a una rata borracha esquiv¨¢ndole la mirada; eso bebe directamente de un poema de Anne Sexton. En otro momento se palpa una peque?a bestia recelosa en el bolsillo, que es un arma, y se apunta con ella al coraz¨®n y a la sien: termina dispar¨¢ndole a un ¨¢rbol; eso lo hace Ana Mar¨ªa, que es el personaje de La amortajada de Mar¨ªa Luisa Bombal.
- P. Virginia Woolf.
- R. Me interesaba Virginia Woolf cuando hablaba de la androginia en los personajes; cuando algo se puede leer como hombre o como mujer. Porque al final La sed es un canto a la igualdad de g¨¦nero.
- P. Habla de la relaci¨®n de esas autoras con su obra. ?La suya la tiene controlada?
- R. Yo creo que eso no sucede nunca. Estos ¨²ltimos a?os pens¨¦ que ser¨ªa m¨¢s sano emocional y mentalmente desvincularme de mi trabajo, e hice un esfuerzo por separar el estudio de casa. Al final termin¨¦ mud¨¢ndome a un piso en donde todo se comunica con todo.
- P. ?Y la relaci¨®n de usted con su mundo de alrededor? Por ejemplo, el feminismo.
- R. Todos los que nos expresamos tenemos una implicaci¨®n pol¨ªtica. A veces de forma m¨¢s evidente y otras menos. Mi causa hoy es el feminismo. Y lo hago con rabia porque hasta hace poco yo no era consciente de esta diferencia de g¨¦nero tan bestia. Hasta que no me he visto agredida de una forma brutal, punzante y desgarradora; hasta que no he visto que esto tambi¨¦n le suced¨ªa a otras amigas y compa?eras de ¨¢mbitos como el m¨ªo o diferentes, expuestas p¨²blicamente, no he sido del todo consciente. Por eso creo que ahora hay una parte de m¨ª que est¨¢ muy enfadada conmigo misma. Lo veo necesario y entiendo que una gran parte de la sociedad est¨¢ muy dormida.
- P. Ese momento en el que a uno le abren los ojos sobre cosas que cre¨ªa perfectamente naturales e inamovibles. Incluida la violencia, ejercida a diferentes niveles.
- R. Hay una cita de Clarice Lispector que dice: ¡°A los pocos segundos de haber nacido ya hab¨ªa perdido mis or¨ªgenes¡±. C¨®mo se nos define a las mujeres r¨¢pidamente respecto a los hombres que tenemos al lado. La mujer de, la deportista que lo es gracias a su entrenador... Tanto hombres como mujeres deben definirse por s¨ª mismos, no respecto a su contexto. Y a pesar de ser consciente de ello, a veces me sorprendo a m¨ª misma siendo absolutamente machista. Porque est¨¢ en el hueso, porque lo llevamos a fuego en nuestra ra¨ªz m¨¢s profunda.
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