Potencialidad de la tragedia

En su camerino, tras una representaci¨®n, un veterano actor le cuenta a su nieta el significado de la figura mitol¨®gica de las Furias: ¡°Cuando alguien hace algo contra la familia, se introducen en su mente como un veneno. Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que uno hace con los suyos. Nunca sale gratis¡±. Sus palabras tienen un lacerante signo de puntuaci¨®n en la mirada, como un pu?al afilado, que el personaje dirige a su esposa y que remite al ensordecedor mar de fondo que, con el tiempo, colocar¨¢ a la familia protagonista del primer largometraje de Miguel del Arco ante la potencialidad de la tragedia.

Los apellidos ¨CPonte Alegre- cubren bajo el paraguas de la iron¨ªa los destinos de tres hijos que, por puro amor al teatro, recibieron los nombres de Casandra, H¨¦ctor y Aquiles. Tres hermanos que maduraron como declinaciones malogradas de un matrimonio divino, cuyos miembros, en el presente de la acci¨®n, cobran la forma de una autoridad sin memoria ¨Cresulta sobrecogedora la capacidad de Jos¨¦ Sacrist¨¢n para vaciar por completo su rostro- y de una madre ¨Cuna Mercedes Sampietro que le sentar¨ªa muy bien al Almod¨®var m¨¢s sobrio- que, por primera vez, se descubre como sujeto afectivo. Aunque su deseo tenga el poder de destruir un microcosmos familiar en preocupante proceso de demolici¨®n.

Resulta significativo que lo que propicie el reencuentro de los Ponte Alegre en su viejo caser¨®n familiar sea un malentendido ¨Cuna falsa intenci¨®n de venta formulada para ocultar una relaci¨®n-, decisi¨®n narrativa que refuerza la fragilidad esencial que define aqu¨ª los lazos familiares, confrontada con la seguridad con que el cineasta maneja las complejidades de su relato, la sinf¨®nica armon¨ªa de su reparto y los arriesgados cambios de tono del conjunto.

Entre los t¨®xicos universos familiares de Arnaud Desplechin y los padres asfixiantes de Wes Anderson, Del Arco aborda un trabajo que, tras una ejemplar presentaci¨®n de conflictos y personajes, discurre hibridando trazos c¨®micos y dram¨¢ticos para desembocar en un cl¨ªmax que hace honor al nombre de su propia compa?¨ªa teatral: Kamikaze. O lo que es lo mismo: valiente, ¨²nico, inolvidable.