Nintendo Mini y el mercado de la nostalgia
Probamos la nueva consola de Nintendo, que sale a la venta ma?ana y promete ser uno de los regalos estrella de estas navidades
Que la nostalgia digamos pop es un recurso cada vez m¨¢s explotado como fen¨®meno de mercado es algo dif¨ªcil de negar. La ¨²ltima en subirse al carro es la compa?¨ªa japonesa Nintendo, que saca al mercado la Nintendo Classic Mini. Es, en pocas palabras, una consola a tama?o reducido de la versi¨®n de sobremesa que la gran N sac¨® al mercado all¨¢ por 1983, con 30 de sus m¨¢s famosos juegos integrados. La consola sale a la venta este viernes, por un precio de 60 euros (m¨¢s 6 euros si se quiere un segundo mando) y es una consola intuitiva, f¨¢cil de usar y atractiva. Un movimiento inteligente de cara a las fechas que se avecinan.
Final Fantasy I, Megaman, Ninja Gaiden... 30 juegos ya cl¨¢sicos de la primera edad de oro del videojuego. 30 juegos, eso s¨ª, que cubren un arco temporal amplio, por lo que las diferencias entre ellos son notables. Algunos son m¨¢s profundos, largos y pulidos, como Metroid, Mario Bros 3 o Kirby¡¯s Adventure (que sali¨® en 1993); otros m¨¢s simples como Dr Mario, Ice Climber o Donkey Kong (aparecido en 1983).
La verdad es que de forma subjetiva uno, que tiene unos a?os, siente una sensaci¨®n familiar, casi hogare?a al volver a estos juegos; pero es que, de forma objetiva, uno siente que entre las manos tiene un artefacto bien trabajado, solvente, consecuente con sus aspiraciones y muy digno. Tambi¨¦n, claro, muy divertido.
Los juegos integrados son, adem¨¢s, un vivero de mec¨¢nicas que han venido desarroll¨¢ndose hasta hoy: Link se mueve por un mapa cuyos ecos resuenan en los posteriores juegos de Pokemon; el d¨ªa y la noche se suceden en el Castlevania alterando la experiencia de juego; el Double Dragon introduce la profundidad en un juego de scroll horizontal; si coge impulso, Mario patina un poco al final de su carrera, y hacerse con ese control es algo tremendamente gozoso.
Por cierto que ese exacto control del mu?eco Mario es algo que se repetir¨¢ en las sucesivas consolas de Nintendo y en los juegos bidimensionales de Mario hasta el d¨ªa de hoy, lo que demuestra que dar con la clave de una mec¨¢nica es como dar con la nota justa en una partitura: toda una generaci¨®n tiene grabada esa jugabilidad a fuego en la memoria sensitiva de la piel que envuelve sus manos. Aqu¨ª viene un punto clave: definir este acierto ligado al tacto no es tan f¨¢cil como se?alar las virtudes de otras creaciones culturales. No es tan f¨¢cil como enumerar las frases gloriosas de una novela, o como indicar lo rupturista que es un movimiento pict¨®rico. Pero hacerlo, intentarlo al menos, es el fin ¨²ltimo tanto de este blog como de esta forma de entender los videojuegos como experiencia art¨ªstica e interactiva.
Mejorar¨¢n los gr¨¢ficos, mejorar¨¢ la inmersi¨®n en los juegos, mejorar¨¢n algunos controles y los espect¨¢culos visuales ser¨¢n cada vez m¨¢s lujosos, es lo que toca. Usemos sin embargo esta peque?a Nintendo para comprender que algunos logros, que hoy consideramos modestos, son sencillamente insuperables.
Babelia
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