Ellsworth Kelly, geometr¨ªa natural
Se publica el primer libro dedicado a la fotograf¨ªa del c¨¦lebre artista, uno de los exponentes m¨¢s destacados del arte abstracto del siglo XX
¡°Mis fotograf¨ªas son simplemente registros de mi visi¨®n. C¨®mo veo las cosas¡± escribe Ellsworth Kelly (Newburgh, Nueva York, 1923- Spencertown, Nueva York, 2015) en el pr¨®logo del primer libro dedicado a su fotograf¨ªa, Ellsworth Kelly: Photographs. Publicado por la editorial Aperture en colaboraci¨®n con la Matthew Marks Gallery, el monogr¨¢fico contribuye a subrayar la importancia que el acto de observar con atenci¨®n tuvo para el artista, y que tanto en su fotograf¨ªa como en su pintura, lleg¨® a cobrar m¨¢s importancia que el objeto observado en s¨ª mismo. Fue probablemente de esa estricta y paciente observaci¨®n de donde surgi¨® su afinidad por las formas esenciales, que cubiertas por colores puros, le convirtieron en un exponente del movimiento minimalista, as¨ª como uno de los pintores abstractos m¨¢s relevantes del siglo XX.
Sus fotograf¨ªas nunca formaron parte del proceso de elaboraci¨®n de sus pinturas o esculturas, ¡°mis ideas surgen de la observaci¨®n no de fotograf¨ªas¡±, matizaba el artista. El libro abarca cuatro d¨¦cadas, comenzando por las fotograf¨ªas que realiz¨® en 1950, cuando pidi¨® prestada una Leica a un amigo y se aficion¨® al medio. Entonces utilizaba la c¨¢mara como un m¨¦todo de anotaci¨®n de aquello que ve¨ªa o hab¨ªa dibujado: ramas de unos pinos, alambres en un b¨²nker, sombras que proyectan su geometr¨ªa en di¨¢fanas paredes, toda aquella experiencia visual que despertaba su instinto de artista. Fue a finales de los sesenta cuando compr¨® su primera c¨¢mara y realiz¨® una serie sobre los establos de Bridgehampton, Long Island: ¡°Los establos se relacionaban con mis pinturas en su forma, como una declaraci¨®n arquitect¨®nica, en la forma en la que dividen el espacio de forma geom¨¦trica. Nunca he considerado que mis pinturas fueran arquitect¨®nicas, pero muchas de mis obras brotan de motivos arquitect¨®nicos¡±, escribe el artista.
En la obra de Kelly existe un deleite en lo espont¨¢neo, en el hallazgo al azar de ef¨ªmeras composiciones visuales desprovistas de cualquier cosa que no sea lo esencial. ¡°Me interesan las cosas que cualquiera podr¨ªa haber visto. Los primeros hombres pudieron haber visto sombras, contornos de forma, y el espacio dimensional, pero no eran de utilidad para ellos¡±, se?ala el autor. Pero hay dos aspectos que le interesan en particular: ¡°Uno es la forma en la que un marco ¨C una ventana, una apertura- cambia lo que ves. Se pueden enfocar las cosas de forma distinta, as¨ª como enmarcarlas; la visi¨®n queda fragmentada. El otro aspecto se refiere a la visi¨®n estereosc¨®pica ¨C tenemos dos ojos, y vemos las cosas de forma distinta por cada uno. Es algo muy misterioso, pero tendemos a dar por sentado el aspecto de lo que vemos¡±.
Fue su madre quien le inculc¨® su afici¨®n a la observaci¨®n a trav¨¦s de la ornitolog¨ªa. Fue ella tambi¨¦n quien le regal¨® su primer libro de arte, a pesar de que m¨¢s tarde se sintiera decepcionada cuando su hijo le comunic¨® su decisi¨®n de dedicar su vida a esta disciplina, despu¨¦s de haber formado parte del ej¨¦rcito aliado en Francia durante la Segunda Guerra Mundial y haber sido expulsado. Ingres¨® en el School of the Museum of Fine Arts in Boston, y m¨¢s tarde regres¨® a Par¨ªs Inspirado por la obra de Picasso, Matisse, Arp, Brancussi, Miro y Calder, poco a poco fue depurando sus hier¨¢ticas obras expresionistas hasta adentrase en la abstracci¨®n.
A mediados de los cincuenta regresar¨ªa a Nueva York para encontrar su sitio entre el peque?o grupo de j¨®venes artistas, que instalados en los destartalados edificios de Coenties Slip, rechazaban de lleno la exaltaci¨®n gestual que caracterizaba al expresionismo abstracto. ¡°No quer¨ªa un arte que fuese tan subjetivo¡±, recordaba Kelly en una entrevista con The New York Times en 1996. ¡°Quer¨ªa escapar del culto a la personalidad¡±. Y lo hizo a trav¨¦s de una obra que destila orden, quietud, control y austeridad.
Le interesaron los fot¨®grafos del siglo XIX Timothy O¡¯Sullivan, William Bell, y Carleton Watkins, ¡°Trabajaban con la forma de una manera que nadie lo hac¨ªa entonces desde la pintura. Siempre he considerado que su obra trataba sobre la visi¨®n¡±, escribe el artista. Al tiempo que se sent¨ªa fascinado por la obra de Eug¨¨ne Atget, de quien consideraba que utiliz¨® Par¨ªs como excusa para ¡°hacer fotograf¨ªas que fueron una expresi¨®n ¨²nica y altamente personal de su visi¨®n¡±.
Busc¨® siempre la cualidad ¨²nica de aquello que retrataba o pintaba. ¡°Quiso imbuir su arte de la 'naturaleza del objeto', ni abstracto ni figurativo, sino como ello mismo¡±, escrib¨ªa Robert Hughes sobre Kelly en su libro American Visions.
¡°El arte trata de llegar a la verdad, aunque sea de forma intuitiva ¡°, escribe Kelly, quien fiel al esp¨ªritu de Edward Weston, observ¨® siempre la naturaleza con el deseo de aprender de ella; de manera que la fotograf¨ªa resultante no fuese una interpretaci¨®n sino una revelaci¨®n, un reconocimiento impersonal del significado de los hechos. ¡±Me percat¨¦ de que no quer¨ªa componer im¨¢genes, declaraba en 1996 a The New York Times, ¡°quer¨ªa encontrarlas¡±.
Ellsworth Kelly: Photographs,??Copublicado por Aperture y Matthew Marks Gallery, 39,75 Euros
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