Thriller espa?ol a la anglosajona, sin trucos y con mucha culpa
Claudio Cerd¨¢n nos habla de El club de los mejores, su ¨²ltimo libro, de la escritura, la infancia y la familia
Claudio Cerd¨¢n (Yecla, 1981) es cada vez un poco m¨¢s sueco, aunque no se ve un escritor n¨®rdico. Ha escrito un thriller con todas las letras y firmado con nombre anglosaj¨®n, Arthur Gunn, que se escapa en cierto modo de las definiciones al uso, pero no es un escritor de thrillers. Aclaremos. El club de los mejores (Ediciones B) es un juego literario, pero tambi¨¦n un buen homenaje a los pasa p¨¢ginas de otras latitudes. Cerd¨¢n nos responde desde alg¨²n lugar de Suecia donde vive desde hace unos a?os con su mujer y su hijo; un lugar desde donde nos da envidia por poder disfrutar de una conciliaci¨®n familiar que es m¨¢s que una palabra; un lugar donde, eso s¨ª, empieza a hacer mucho fr¨ªo.
El nacimiento de su hijo Arturo le hizo volver la vista a su infancia y, al tiempo, le complic¨® la tarea escritora, mucho m¨¢s que el traslado y las nuevas costumbres. ¡°La paternidad es lo que me ha cambiado de rutina. Ahora, cada tecla que pulso es un tiempo precioso que le estoy robando a mi hijo. Es m¨¢s duro que nunca ponerse a escribir¡±, nos cuenta.
El club de los mejores es una historia personal, una forma de afrontar ciertos miedos o recuerdos a trav¨¦s de una aventura con cr¨ªmenes de por medio. Por eso, quiz¨¢s, la distancia, geogr¨¢fica y cultural, y el pseud¨®nimo.
No pretend¨ªa enga?ar a nadie con el seud¨®nimo. Si no hubiera puesto mi nombre en el interior del libro, habr¨ªa llegado un punto en que alguien habr¨ªa se?alado acusatoriamente la novela diciendo "eh, que esto es de un espa?ol"
Walter, Cormac, Peter y Trevor esconden un terrible secreto, algo horrible que les pas¨® en la infancia en un peque?o pueblo de Minnesota. Ahora, ya adultos y con vidas muy distintas, tendr¨¢n que enfrentarse a las consecuencias de sus actos. No merece la pena contar mucho m¨¢s.
Cerd¨¢n, obsesionado con la verosimilitud, traza un argumento que funciona sin trucos de magia. ¡°En el thriller todo tiene que encajar con elegancia, no con calzador. Odio a los que se sacan conejos de la chistera, las trampas no van conmigo. El escritor tiene la obligaci¨®n de ser honesto con el lector en todo momento¡±, asegura el autor de Cien a?os de perd¨®n sobre un libro que supone otro escal¨®n en su continua mejora como escritor.
PREGUNTA: Por lo visto en el libro, es un buen lector de thrillers, ?qui¨¦nes son sus grandes influencias en el subg¨¦nero?
RESPUESTA: Soy lector de novela negra en todas sus vertientes, lo cual incluye el thriller. Mientras escrib¨ªa El club de los mejores ten¨ªa en mente a Dennis Lehane y a Naoki Urasawa, por citar solo dos nombres.
P: Aparte de la distancia que ya pone con los nombres en ingl¨¦s y la localizaci¨®n en la Am¨¦rica profunda, ?ha necesitado la distancia f¨ªsica, el hecho de vivir en Suecia, para abordar esta novela que tiene tanto que ver con infancia?
R: Creo que la distancia favorece la nostalgia. O quiz¨¢ sea la edad, no lo s¨¦. El caso es que esta historia me sobrevino y tuve claro que necesitaba alejarme lo m¨¢s posible de ella para que no fuera un calco de mi vida.
P: ?Hay alg¨²n oscuro secreto tambi¨¦n entre tus amigos?
R: La muerte de Toni Smith, de la que se habla desde el principio, es tal cual la cuento. Sucedi¨® en el grupo de amigos de un familiar muy cercano y los marc¨® para siempre. En mi c¨ªrculo de la adolescencia s¨ª tuve un Cormac, pero por suerte ahora hemos tomado caminos distintos.
P: ?Est¨¢ contento con el efecto conseguido con el pseud¨®nimo? ?No habr¨ªa sido un poco m¨¢s divertido no revelar en el mismo libro qui¨¦n era en realidad y haber visto hasta d¨®nde llega a la historia?
R: No pretend¨ªa enga?ar a nadie con el seud¨®nimo. Si no hubiera puesto mi nombre en el interior del libro, habr¨ªa llegado un punto en que alguien habr¨ªa se?alado acusatoriamente la novela diciendo "eh, que esto es de un espa?ol". Es una idiotez, pero prefer¨ªa que la gente supiera desde el principio qui¨¦n estaba detr¨¢s de las p¨¢ginas. Agradezco a Ediciones B que se prestasen a este juego.
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