Juan Cruz, asombrado de ser Juan Cruz

¡°El gran arquitecto de Alfaguara¡±. Eso dijo el poeta y editor mexicano Julio Trujillo que hab¨ªa sido Juan Cruz, escritor, periodista de EL PA?S y editor en los a?os noventa de sello que ahora publica El ni?o descalzo, presentado este lunes en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara. Lo hizo antes de dar la palabra a dos periodistas y escritores ¨Cel mexicano Jorge F. Hern¨¢ndez y el propio Cruz- que improvisaron un di¨¢logo digno de girar por los teatros. Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes, y novelistas como Sergio Ram¨ªrez, Gonzalo Celorio o Alberto Ruy S¨¢nchez estaban entre el p¨²blico que asisti¨® al ¡°estreno¡±.

¡°Cuando muri¨® Johan Cruyff este se?or tard¨® un minuto treinta segundos en publicar su nota. Yo estaba comprobando todav¨ªa si Johan va con hache o sin hache y ¨¦l ya hab¨ªa escrito un texto maravilloso¡±, cont¨® Hern¨¢ndez para ponderar la rapidez de alguien que, a?adi¨®, ¡°sabe escribir con la adrenalina del instante antes de que caduque el hecho¡±. ¡°?Puedes repetir eso?¡±, pregunt¨® Juan Cruz. Una vez repetido, el presentador explic¨® que hab¨ªa hecho el ejercicio de leer El ni?o descalzo como una novela, o sea, como si no existieran las tres personas cuyas infancias sirvieron de motor a sus p¨¢ginas: el autor, su hija y su nieto.

¡°He escrito este libro para que mi nieto lo lea en su d¨ªa¡±, confes¨® el primero, ¡°pero no es un libro sobre tres infancias. Lo que yo quer¨ªa era situarme en la perplejidad de la infancia porque todos los d¨ªas se sorprendo de estar vivo¡±. Si los art¨ªculos se escriben con palabras y con adrenalina, los libros son fruto del tiempo y del asombro. Unos requieren estar alerta; los otros, desconectar, ¡°relativizar la histeria del periodismo¡±. ¡°Como no he sabido envejecer, siempre he pensado que yo pod¨ªa ser un escritor¡±, sigui¨®. ¡°Cuando empec¨¦ me encerraba porque pensaba que los escritores estaban encerrados y enfrentados a la vida y¡­¡± ¡°Y gordos¡±, apostill¨® Jorge F. Hern¨¢ndez calibr¨¢ndose la anatom¨ªa. Cruz: ¡°T¨² no est¨¢s gordo¡±. Hern¨¢ndez: ¡°Te amo¡±.

¡°Casi todo lo que he escrito ha sido para tratar de saber qui¨¦n soy yo de veras¡±, continu¨® Juan Cruz cuando el auditorio par¨® de re¨ªr. ¡°La vida de uno se completa con la gente con la que ha vivido¡±, a?adi¨®. ¡°Nos pasamos con los dem¨¢s el 73,5% de nuestro tiempo¡±. ¡°Certifico la cifra¡±, subray¨® Hern¨¢ndez antes de que su compa?ero de charla explicara que si ha escrito sobre su padre, su madre, su barrio, su hija, su nieto y, en un pr¨®ximo libro, sobre sus hermanos, lo ha hecho porque, en el fondo, el mayor misterio es la vida personal. ¡°Hablo y hablo no porque, como se podr¨ªa pensar, sea alguien dicharachero, sino porque tengo horror vacui¡±, dijo el autor de Ojal¨¢, octubre. ¡°La palabra nos salva de la tristeza de no saber qu¨¦ decir¡±.