Muere Micharmut
El mayor innovador del c¨®mic espa?ol falleci¨® en Valencia el domingo tras una larga enfermedad
El pasado domingo mor¨ªa en su Valencia natal, tras una larga enfermedad, el que puede considerarse como el mayor innovador del c¨®mic espa?ol: Juan Enrique Bosch Quevedo, ¡°Micharmut¡±. Considerado como uno de los referentes m¨¢s importantes de la vanguardia en el c¨®mic, sus primeros trabajos se dan ya en los a?os 70 en fanzines como Ademuz Km.6 o El Gat Pelat, donde comienza a compartir espacio con autores como Sento Llobell, Manel Gimeno, Mique Beltr¨¢n, Miguel Calatayud o Daniel Torres. Tras estas primeras incursiones, colabora en el proyecto Els tebeus del Cingle con Bzzz (1977), una atrevida publicaci¨®n donde ya deja evidente su querencia por la absoluta ruptura de las claves del medio. A partir de los 80, con el boom del c¨®mic de autor en Espa?a, colabora en revistas como B¨¦same Mucho y, m¨¢s tarde, la m¨ªtica Cairo, donde coincide con el resto de autores valencianos en una generaci¨®n de autores que estar¨ªa llamada a revolucionar el c¨®mic europeo. Conocidos como ¡°La Nueva Escuela Valenciana¡±, en una etiqueta afortunada medi¨¢ticamente ¡ªaunque la mayor¨ªa de ellos la rechazaran¡ª, formaron un grupo ecl¨¦ctico en el que el estilo limpio de la l¨ªnea clara se articulaba como eje com¨²n y donde la figura de Micharmut se revelaba como indispensable e influyente. Reconocido por casi todos sus compa?eros como el gran innovador, como el aqu¨¦l que animaba a romper barreras, su obra se revel¨® r¨¢pidamente como inc¨®moda para una industria y p¨²blico que dif¨ªcilmente aceptaba la radical vanguardia de propuestas tan rupturistas como Dogon, Glen Radar o, sobre todo, la magistral Raya. Profundo estudioso de la cultura popular, las obras de Micharmut eran una reescritura de los cl¨¢sicos de la historieta y novela popular proyectada con fuerza hacia el futuro a trav¨¦s de un grafismo de inusitada potencia y extrema rebeld¨ªa. Una constante que trasladaba tambi¨¦n a sus dise?os gr¨¢ficos, que en los a?os 80 iluminaron la ciudad de Valencia en carteles, pubs o librer¨ªas. Adelantado a su tiempo, en 1990 romp¨ªa cualquier canon de la historieta con Marisco (La General Ediciones), pero ahondando en una etiqueta de autor de culto para unos y maldito para otros, de la que ya no se desprender¨ªa. A partir de 1995, se une al tambi¨¦n recientemente fallecido editor Paco Camarasa para crear la revolucionaria colecci¨®n Mercat con Veinticuatro Horas, una obra que profundiza en su peculiar visi¨®n creativa, que transforma lo inorg¨¢nico en pura vitalidad gr¨¢fica. Con el mismo editor publicar¨ªa obras como La noche de la rata (2001), Pip (2004) o Arf (2005).
Su desbordante imaginaci¨®n encontrar¨ªa en la web un lugar donde dar salida a su constante caudal creativo con el blog Solo para moscas. Desde enero de 2008, pr¨¢cticamente toda su obra ¡ªexcepci¨®n hecha de la coordinaci¨®n del Almanaque Comestible (2009) o el Almanaque del Fin del Mundo (2011)¡ª se publicar¨ªa a trav¨¦s de esta v¨ªa, dando rienda suelta a todas sus inquietudes sin la presi¨®n y la dificultad de ser publicado en papel. En esta p¨¢gina aprovech¨® adem¨¢s las posibilidades de la creaci¨®n digital para explorar nuevas ideas y posibilidades, siempre investigando en el filo de la navaja, ret¨¢ndose a s¨ª mismo sin misericordia a la hora de traspasar cualquier l¨ªnea roja preestablecida. En 2012, Edicions de Ponent public¨® un recopilatorio de lo publicado con el mismo t¨ªtulo del blog, Solo para moscas, que se alza como un monumento imponente a la vanguardia en la historieta que puede ser calificado, sin temor, como la obra que marca el camino del c¨®mic del siglo XXI.
Tras esta edici¨®n, en 2013 cre¨® un nuevo blog con el que buscar nuevos retos: Teatro el¨¦ctrico; un proyecto que queda, por desgracia, inconcluso. Su ¨²ltima historieta publicada en papel, Time in Time Out, en la antolog¨ªa Panorama (Astiberri, 2013), una alegor¨ªa sobre la muerte, result¨® inquietantemente prof¨¦tica.
Con su desaparici¨®n, el noveno arte pierde a uno de sus autores m¨¢s vanguardistas, que deja una obra que resiste a cualquier clasificaci¨®n posible, ninguna otra etiqueta que no sea la de genial.
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