V¨¢clav Havel, el disidente educado
La primera biograf¨ªa escrita tras la muerte del expresidente checo describe sus contradicciones y reticencias ante el poder
No era V¨¢clav Havel un l¨ªder al uso. ¡°Soy demasiado educado para ser un buen disidente¡±, admiti¨® el pol¨ªtico checo cuando empezaba a despuntar en el movimiento de protesta pac¨ªfico que derroc¨® el r¨¦gimen comunista de Checoslovaquia en 1989. Tampoco era un pol¨ªtico corriente. ¡°Renegaba de los partidos¡±, seg¨²n cuenta Michael Zantovsky, uno de sus m¨¢s cercanos colaboradores, en una biograf¨ªa sobre el intelectual checo, Havel, una vida (Galaxia Gutenberg), que se acaba de publicar en Espa?a. ¡°Era una persona que dejaba huella en los dem¨¢s¡±, ¡°marcaba las agendas¡±, pero no con ¡°la monoman¨ªa de un aut¨¦ntico visionario¡±, sino con ¡°una bondad y amabilidad inquebrantables¡±, escribe Zantovsky. En definitiva, era ¡°un hombre imperfecto, como todo el mundo¡±.
Como Zantovsky reconoce en el libro, ser amigo ¨ªntimo del primer presidente democr¨¢tico de Checoslovaquia (1989-1992) y el primero de la Rep¨²blica Checa (1993-2003), tras la escisi¨®n del pa¨ªs, no es necesariamente la mejor cualificaci¨®n para escribirla. ¡°Para marcar un poco las distancias la escrib¨ª en ingl¨¦s¡±, explica durante una entrevista en Madrid. Zantovsky, que conoci¨® al escritor y dramaturgo durante la Revoluci¨®n de Terciopelo y fue su portavoz durante la presidencia, no evita hablar del lado oscuro de Havel: su tendencia a la depresi¨®n, a beber m¨¢s de lo aconsejable, a las pastillas (primero para ¡°activar su mente¡± y, a?os despu¨¦s, para dormir) y a las aventuras amorosas.
Se trata de la primera biograf¨ªa que se publica del expresidente checo despu¨¦s de su muerte, en 2011, a los 75 a?os y viene a completar las heterodoxas memorias que Havel escribi¨® tras dejar el poder, publicadas en espa?ol en 2008 con el t¨ªtulo Sea breve, por favor.
Havel, un destacado ejemplo del l¨ªder comprometido, se describi¨® a s¨ª mismo como ¡°un supuesto h¨¦roe, pero en secreto un manojo de nervios¡±. ¡°Fue un l¨ªder at¨ªpico¡±, reflexiona Zantovsky, ¡°era modesto, t¨ªmido, no manipulaba a la gente, la escuchaba y, al mismo tiempo, ten¨ªa un gran carisma¡±. Pero era persistente: cuando fue perseguido por la polic¨ªa secreta comunista nunca se dio por vencido. Cuando estuvo en la c¨¢rcel durante la dictadura, sali¨® con m¨¢s energ¨ªa. Cuando fue presidente, aguant¨® las cr¨ªticas.
El autor de la biograf¨ªa, director de la Librer¨ªa V¨¢clav Havel en Praga, destaca que el pol¨ªtico consigui¨® ¡°guiar al pa¨ªs durante una revoluci¨®n que no fue violenta, pero s¨ª muy complicada¡±. Despu¨¦s, una vez establecida la democracia en 1989, ¡°consigui¨® afianzar las bases del sistema creando las instituciones necesarias. Devolvi¨® el pa¨ªs al mundo, a Europa¡±. Preguntado por sus fallos, Zantovsky destaca: ¡°Nunca construy¨® un mecanismo, como los partidos, para ayudarle a poner sus ideas en pr¨¢ctica¡±.
Desde Europa se lanzaron cr¨ªticas contra Havel por apoyar las intervenciones militares en las guerras de Bosnia, Kosovo e Irak (2003). ¡°Muchos se sintieron decepcionados al ver que el hombre que hizo una revoluci¨®n pac¨ªfica no era en realidad pacifista¡±, recuerda su colaborador. ¡°Pero a Havel le marc¨® uno de los hechos m¨¢s dram¨¢ticos de la historia checa: cuando los aliados cedieron los Sudetes a Hitler en septiembre de 1938 para favorecer la paz y el resultado fue la II Guerra Mundial. Desde entonces, Havel siempre pens¨® que no pod¨ªamos mantenernos al margen de la crueldad¡±, afirma.
La biograf¨ªa, traducida a 12 idiomas, abarca m¨²ltiples aspectos de la vida del pol¨ªtico: desde su infancia durante la guerra, sus inicios como activista (principalmente con la Carta 77, una declaraci¨®n en defensa de los derechos humanos), su paso por la c¨¢rcel y la llegada a la presidencia en 1989, hasta su faceta m¨¢s intelectual y personal. ¡°Havel no solo quer¨ªa un pa¨ªs libre, democr¨¢tico y con una econom¨ªa saneada; le habr¨ªa gustado que calaran valores m¨¢s profundos, como la tolerancia, la decencia¡ no solo la prosperidad¡±, confiesa Zantovsky. ?Y no ha sido as¨ª? ¡°No del todo. No somos un modelo en eso. Tambi¨¦n nos vemos afectados por la ola de populismo que recorre Europa y que est¨¢ atacando a las democracias liberales¡±, a?ade. ¡°Tras la victoria de Donald Trump vemos que no se trata de s¨ªntomas aislados, sino de una enfermedad mayor¡±, opina. Y hace una ¨²ltima recomendaci¨®n: hay que buscar las causas.
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