Las memorias vivas de Miguel De la Quadra

En 1995, unas semanas despu¨¦s de la llamada Guerra del Cenepa -que enfrent¨® a Ecuador y Per¨²-, Miguel de la Quadra-Salcedo logr¨® hermanar a dos j¨®venes de ambos pa¨ªses en la cima de una monta?a. El reportero y deportista tambi¨¦n bati¨® un r¨¦cord mundial de lanzamiento de jabalina nunca reconocido, luch¨® contra una anaconda en el Amazonas y organiz¨® un encierro con llamas en Machu Picchu. Su vida estuvo llena de cientos de historias incre¨ªbles, pero ninguna tan querida para ¨¦l como su gran proyecto, la Ruta Quetzal, el viaje de aventura para j¨®venes que sigue vivo en la memoria de los m¨¢s de 10.000 expedicionarios que lo acompa?aron durante 30 ediciones. Por eso, ¡°si es verdad que no muere quien permanece en el recuerdo de los dem¨¢s, Miguel no morir¨¢ nunca¡±, ha afirmado este viernes el periodista rutero Javier Ayuso, adjunto a la direcci¨®n de EL PA?S, en un homenaje a De la Quadra celebrado en la Universidad Complutense de Madrid siete meses despu¨¦s de su fallecimiento el pasado mayo.

¡°Gracias Miguel¡± fue la frase m¨¢s repetida en el sal¨®n de actos de la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de la Universidad. Cientos de personas, entre familia, amigos, compa?eros de trabajo y ruteros (chicos que tuvieron la oportunidad de realizar el viaje) recordaron an¨¦cdotas de lo vivido junto a De la Quadra. Todos ten¨ªan algo que decir. En el escenario, Ayuso, Jota Abril y Sara Lozano de TVE, y Jon Ariztimu?o de Antena 3, coincidieron en lo mucho que les influyeron los reportajes de De la Quadra a la hora de elegir su profesi¨®n. ¡°Yo, como todos los periodistas, quer¨ªa ser como ¨¦l¡±, record¨® Ayuso, quien hizo la Ruta Quetzal por primera vez en 1993.

La aventura organizada por De la Quadra-Salcedo se convirti¨® en un punto de inflexi¨®n en la vida de los miles de "afortunados j¨®venes" que tuvieron la oportunidad de viajar a Am¨¦rica con ¨¦l. Todos cuantos pasaron por el escenario aseguraron que m¨¢s que ser un gu¨ªa, el hombre de espaldas anchas y ojos azules hab¨ªa sido un segundo padre para ellos. ¡°Miguel es mi padre ideol¨®gico. Sin aquella primera ruta no ser¨ªa lo que soy¡±, dijo Erick Miraval, un pintor peruano radicado en Madrid. Miraval hizo la ruta por primera vez en 1999, y fue el aventurero quien lo anim¨® a perseguir su carrera de artista. ¡°Gracias a la Ruta pude hacer toda mi carrera de Bellas Artes en Madrid¡±, declar¨® tras terminar un cuadro en el que plasm¨® a De la Quadra. Fue su forma de homenajearlo.

Pero, sin duda alguna, su mujer Marisol Asumendi, quien aplaud¨ªa desde la primera fila, y sus tres hijos, Rodrigo, Sol e ??igo -que lo siguieron alrededor del mundo-, son los m¨¢s marcados por la ¡°fuerza magn¨¦tica¡± del reportero. ¡°Estoy muy emocionado de ver c¨®mo mi padre cambi¨® la vida de muchas personas¡±, expres¨® Rodrigo, que record¨® las ¡°locuras¡± de Miguel, a quien describi¨® como un ¡°curioso enfermizo¡± y un ¨¢vido lector. Una de esas locuras consisti¨® en llamar a su c¨¢mara Carlos Pecker para que viniera a grabar a su hijo, que estaba tirado en el piso porque lo acababa de morder una serpiente: ¡°Se est¨¢ muriendo mi hijo Rodrigo y no lo has filmado¡±, cont¨® Pecker entre risas.

El homenaje, que hizo re¨ªr y ha hecho llorar, se prolong¨® durante tres horas, en las que m¨¢s de una docena de personas subieron al estrado para contar la forma en que Miguel de la Quadra-Salcedo hab¨ªa marcado sus vidas. La jefa de prensa de la Ruta, Roc¨ªo Gayarre; el fot¨®grafo ?ngel Colina; los jefes de campamento Vicente G¨®mez y Jes¨²s Luna; los periodistas Sonia Franco y Pedro C¨¢ceres; viajeros de la primera expedici¨®n y monitores, entre otros. Y muchos en el p¨²blico se quedaron con ganas de contar tambi¨¦n sus an¨¦cdotas.

Como en las antiguas expediciones, un astr¨®nomo, un cura y unos titiriteros formaban parte del equipo que acompa?aba a Miguel en sus viajes. Todos le rindieron homenaje con sus recuerdos. El sacerdote Jes¨²s Garrido evoc¨® la ¨²ltima petici¨®n que De la Quadra le hizo: ¡°Respira por m¨ª¡±. Y los titiriteros del grupo Lib¨¦lula cantaron para ¨¦l algunas de sus canciones favoritas, como En mi viejo San Juan, y temas como Moza de Ruta Quetzal, el himno de la expedici¨®n, que puso a todo el p¨²blico a cantar, a bailar y a respirar por Miguel.