¡°El espect¨¢culo contin¨²a, pero, con un dolor¡¡±
El cantaor estrena su nuevo trabajo, 'Indestructible', grabado con 14 m¨²sicos y que suena a salsa
Lo ¨²ltimo que supimos en plan a lo bestia de Diego, El Cigala fue que el d¨ªa en que Amparo, su mujer, muri¨®, ¨¦l sali¨® a dar un concierto en Los ?ngeles. ¡°Fue la peor noche de mi vida y el mejor concierto que he dado nunca¡±, recuerda ahora para EL PA?S. Pero lo m¨¢s curioso es como ha reaparecido en disco: lejos de hacerlo con una saeta, se ha juntado con 14 m¨²sicos de salsa para grabar en cinco ciudades de Am¨¦rica y Espa?a Indestructible. Hoy lo presenta en el Teatro Lope de Vega de Madrid. Es el Cigala mejor plantao, el que toca a fondo otros g¨¦neros pero desde la pureza del cantaor que se envuelve, se desenvuelve y se distingue del resto, tan respetuoso como osado.
Pregunta. De Diego el Cigala vamos a tener que llamarle Diego, el camale¨®n: ?Se adapta a todo?
Respuesta. A todo lo que vaya con la manera m¨ªa de cantar. En la salsa me he sentido c¨®modo, a gusto, hemos ido en busca de un viaje con estos m¨²sicos y me han ido llegando cosas mientras me dejaba llevar por estos grandes, respetando la salsa que se hac¨ªa en los setenta, los sesenta y que ya no se hace. Con los m¨²sicos de La Fania, Oscar D¡¯Le¨®n, Los Mu?equitos de Matanzas, Gonzalo Rubalcaba, grabado en cinco pa¨ªses, una superproducci¨®n, de Cali a Puerto Rico, Nueva York, La Habana y luego aqu¨ª, Espa?a.
P. Mucha tela.
R. Aunque s¨®lo sea por los musicazos de la Fania All Stars, unidos 30 a?os despu¨¦s¡ Es algo que no se va a volver a repetir. Y me he llevado yo ese gusto, esa emoci¨®n junto a ellos despu¨¦s de que no se hubieran querido juntar con nadie. El hecho de que al descolgar el tel¨¦fono no pusieran problemas y luego lo hicieran todo con ese cari?o, no tiene precio.
Coando conoc¨ª a Bebo Vald¨¦s, conoc¨ª a mi superh¨¦roe"
P. Cari?o por el hombre que marc¨® un antes y un despu¨¦s en la m¨²sica latina junto a Bebo Vald¨¦s con ese L¨¢grimas negras.
R. Cuando conoc¨ª a Bebo, conoc¨ª a mi Superh¨¦roe. Ven¨ªa de cantar con la guitarra y s¨¦ que con su piano trascendi¨® mucho m¨¢s este gitano flamenco que se puso a escuchar otras m¨²sicas. Pas¨¦ a formar parte de la m¨²sica latina y afrocubana.
P. Pese a la alegr¨ªa salsera que despide el disco, este es un trabajo de luto: por Bebo y por Amparo, su mujer.
R. Muy duro. Es curioso como en mitad de este momento tan tremendo, te da por hacer algo alegre.
P. ?C¨®mo lo va superando?
La noche que act¨²e cuando muri¨® Amparo, mi mujer, fue la m¨¢s dura de mi vida, pero tambi¨¦n mi mejor concierto"
R. Con ella a mi lado, con mis hijos, los seres queridos. Muchas veces me llegan tambi¨¦n fogonazos de Bebo, de su calidez humana. Haber pasado tanto tiempo con un genio como era ¨¦l, me ha servido mucho para este disco. Yo le doy muchas gracias a Dios por ello. Los Mu?equitos de Matanzas lloraban record¨¢ndolo al tocar Fiesta para Bebo, el ¨²nico tema in¨¦dito del disco: es un himno de Cuba.
P. Tambi¨¦n los cl¨¢sicos que re¨²ne: El peri¨®dico de ayer, Hacha y machete, Indestructible, muy en el tono desgarrador del flamenco.
R. Tienen que ver. Con el barrio, la calle, la noche, el dolor, pero tambi¨¦n con la luz. Por eso hab¨ªa que recuperar esa esencia. Porque la salsa es como el t¨ªtulo del disco: indestructible. Eso es lo que me da tambi¨¦n alegr¨ªa. Yo no me considero un salsero, pero he querido alertar de esa ra¨ªz para volver a traer las esencias. Claro que con los grandes. Y aportando cosas muy m¨ªas tambi¨¦n como hago en Se nos rompi¨® el amor, de Manuel Alejandro, para acordarme de Roc¨ªo Jurado. Yo lo cantaba con piano, pero se nos ocurri¨® llevarlo a la salsa. No creo que nunca se haya hecho una cosa as¨ª. Tan atrevida, pero tan respetuosa. Con 14 m¨²sicos. Imag¨ªnate, llamar al orden a todos esos.
P. ?M¨¢s dif¨ªcil que controlar a Diego, El Cigala?
R. S¨ª¡ Bueno, a d¨ªa de hoy, ya se me controla m¨¢s. Ando muy tranquilico, muy reposao. En el espacio del sosiego, de mirar mucho por mi m¨²sica, de cuidarme a m¨ª y a mis hijos, ese baluarte.
P. Ahora toca ser padre y madre.
R. Por eso hay que bajar el pie del acelerador, o sea. Ya est¨¢ todo visto. Me queda disfrutar de la vida y de las cosas sencillas. Tengo a mi familia, a mi m¨²sica y al todopoderoso. Hazte a la idea, con tres hijos de 22, 19 y 11 a?os. Anda todo muy reciente.
P. Todav¨ªa le necesitan. ?Y aquella noche que cant¨® cuando se muri¨® su mujer? ?C¨®mo se sinti¨® capaz?
R. Fue la noche m¨¢s dura de mi vida.
P. Pero c¨®mo cant¨®, dicen.
R. No lo s¨¦. Tambi¨¦n fue mi mejor concierto. Lo sab¨ªa. Me desped¨ª de ella, me mont¨¦ en un avi¨®n y me present¨¦ en Los ?ngeles. Yo no pod¨ªa cantar, estaba cerrado, congestionado. Pero el alma de ella, hizo as¨ª, zas, y me obligo a cantar. Lo mismo que en este disco¡ Aquello marc¨® un antes y un despu¨¦s en mi vida. El espect¨¢culo contin¨²a, pero con un dolor¡ Era justo. Ella hab¨ªa trabajado mucho por ese concierto y me hizo prometer que ocurriera lo que ocurriera, deb¨ªa actuar. Yo no s¨¦ ni c¨®mo lo hice. Me agarr¨¦ mucho a Dios, conforme est¨¢ el mundo es la ¨²nica verdad de la vida: sin ¨¦l no hay esperanza. Hay que dejarse llevar de su mano, todo va muy r¨¢pido, te pasa un tren por encima.
P. ?Qu¨¦ cree que ha marcado usted en la historia del flamenco?
R. Nunca me lo he planteado. No s¨¦. Lo que nunca me he permitido es olvidarme de mis ra¨ªces. Aunque s¨¦ que los puristas o flamenc¨®licos, como se quieran llamar, compartir¨¢n distintas opiniones. Muchos dicen que me he quedado en la m¨²sica latina, que para cuando otro disco de lo m¨ªo, pero justo antes de este saqu¨¦ otro, grabado en El Palau, Vuelve el flamenco, con guitarras y palmas. Y nadie se ha enterao. Un discazo. Ya no se hacen cosas as¨ª.
P. Ya nadie hace tantas cosas¡ ?Habr¨¢ que volver a empezar?
R. Un poco s¨ª¡ Aunque a muchos no les cuadren ciertas cosas, como El Cigala cantando salsa. Puro g¨¦nero pero con pura voz flamenca. F¨ªjate que terminamos el disco en Jerez. Este es un trabajo n¨®mada pero muy mirao. Con lupa. Ninguna improvisaci¨®n. Y eso que hab¨ªa d¨ªas en que me met¨ªa al estudio y me sal¨ªa al momento. Otros en que me he tirado cinco y seis horas dentro, empapao. Cantaba y cantaba hasta que me ven¨ªa la idea correcta. Sentirme medido, pero suelto. En esa balanza. Consciente de que la voz marcaba la diferencia. De hecho, si este disco lo escuchas en la garganta de un salsero, no te sorprende.
P. Una vez me dijo que le gustaba la m¨²sica de Haendel. A ver si cualquier d¨ªa le vemos en la ¨®pera. Todo es posible.
R. Me gusta mucho la m¨²sica cl¨¢sica: mucho. Maria Callas, sobre todo. Como ella cantaba a Puccini: Madama Butterfly, Tosca, eso ya no se hace. Pero tambi¨¦n Pavarotti y Alfredo Kraus. Me meten una explosi¨®n en la cabeza. Me gusta estar en mi casa y pon¨¦rmelos, relajao. Pero tambi¨¦n a Mozart, a Haendel, a Vivaldi, ¨®peras de Verdi. Todos me engrandecen el o¨ªdo. Y me entran ganas de juntarme con una orquesta sinf¨®nica a cantar Falla. Hay para dar y tomar en ese campo.
Babelia
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