Isabel Carrasco vuelve a morir sobre el puente

Se oyen disparos. Es 12 de mayo de 2014. Isabel Carrasco, presidenta de la Diputaci¨®n de Le¨®n, es asesinada en un c¨¦ntrico puente de la ciudad. Son las 17.15. O quiz¨¢s las 17.18. Tres minutos de diferencia pueden parecer nada, pero fueron clave en el juicio, que comenz¨® en enero de 2016, para esclarecer si Montserrat Gonz¨¢lez y Triana Mart¨ªnez, madre e hija, eran responsables del crimen. A las 17.16, la madre hab¨ªa llamado a su hija. La acusaci¨®n sosten¨ªa que llam¨® para confirmar la muerte de la presidenta del PP de Le¨®n. Seg¨²n la defensa, sin embargo, la hija no estaba envuelta. La advert¨ªa de que no se inmiscuyera en el asesinato que estaba a punto de cometer. Finalmente, el tribunal conden¨® a Montserrat a 22 a?os y a su hija a 20. Sus defensas han recurrido la sentencia

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Ambas posiciones se ponen frente a frente en el primer episodio de Muerte en Le¨®n, serie de cuatro cap¨ªtulos que comienza esta noche a las 20.45 en Movistar Estrenos y presentada como la respuesta espa?ola al fen¨®meno de documentales sobre cr¨ªmenes reales como Making a Murderer, The Jinx, The Staircase, O.J.: Made in America o la radiof¨®nica Serial.

El director Justin Webster ten¨ªa esta ¨²ltima en mente cuando hace a?o y medio se traslad¨® a Le¨®n: "En estos proyectos lo m¨¢s importante no es el crimen real, sino la forma narrativa con la que contamos lo que sucedi¨®. Como en la ficci¨®n, relatamos la historia a trav¨¦s de personajes complejos, sin voz de narrador ni explicaci¨®n. Por eso es tan laborioso", sostiene: "Es una mezcla de periodismo de investigaci¨®n y cine, mundos que casi nunca se cruzan". Para ello, Muerte en Le¨®n recurre a documentaci¨®n e im¨¢genes de archivo, adem¨¢s de la recreaci¨®n con actores de algunos hechos.

Un juicio mediatizado, un contexto sociopol¨ªtico concreto, cuatro mujeres y un jurado. ?Qu¨¦ hace que este caso concreto sea ideal para el g¨¦nero? "Lo que me atrajo es que no entend¨ªa nada. Me interes¨® la mezcla entre la vertiente pol¨ªtica, la personal y el mundo detr¨¢s del poder municipal. Es una historia espec¨ªfica pero universal".

Webster comenz¨® en junio de 2015 a recopilar material de todas las fuentes posibles para montar una historia que aportara distintos matices y contexto, desde el repaso a la pol¨¦mica figura de Carrasco hasta los detalles de la vida de la asesina confesa. Al mismo tiempo, quer¨ªa que el montaje empujara una historia tan apasionante como la de cualquier otra serie, de ficci¨®n o no.

Todo empieza con la llamada al 112 de la testigo. Tres minutos es el t¨ªtulo del primer episodio, que repasa la recreaci¨®n y descripci¨®n de los hechos por parte de los testigos: "El formato de un juicio a veces es dif¨ªcil de entender en el informativo diario. Nosotros no lo contamos cronol¨®gicamente y resulta m¨¢s f¨¢cil. Hay momentos sorprendentes". El segundo episodio, Siete a?os, sin embargo, toma una perspectiva distinta al retroceder en la relaci¨®n entre Carrasco y Triana con las diferentes versiones de c¨®mo su relaci¨®n se rompi¨®. El tercero, 10 horas, se centra en los polic¨ªas de Burgos que se unieron a la investigaci¨®n, as¨ª como en la figura de la polic¨ªa Raquel Gago, amiga de la asesina tambi¨¦n condenada que el 13 de mayo entreg¨® el arma homicida. El director todav¨ªa se encuentra montando el ¨²ltimo episodio, para el que entrevistaron a sus protagonistas ya en prisi¨®n, y sigue buscando ese significado total.

"Tras un a?o de investigaci¨®n, peque?os detalles tienen distinto significado". Webster cita a Sarah Koenig, responsable de Serial, para explicar un proceso de este calibre. "Queremos que se esclarezca el caso para el espectador". Este formato sirve, seg¨²n Webster, de "herramienta contra prejuicios". Aqu¨ª se ve todo antes de opinar. "El p¨²blico tiene una opini¨®n fragmentada de casos tan medi¨¢ticos y las tertulias solo especulan y refrendan tu opini¨®n. La televisi¨®n deber¨ªa hacer m¨¢s an¨¢lisis detallado. No est¨¢ fuera de nuestras posibilidades". Reconoce, sin embargo, que es dif¨ªcil vender un proyecto de dos a?os a cualquier cadena, sin saber cu¨¢l ser¨¢ el resultado. "He acabado entendi¨¦ndolo todo mejor, si bien el puzle completo es imposible de lograr".

No-ficci¨®n pasional

Webster, ingl¨¦s afincado en Barcelona, comenz¨® su carrera period¨ªstica como reportero al uso, escribiendo reportajes narrativos en diarios como The Boston Globe, The New Statesman y El Pa¨ªs Semanal, pero, tras varios a?os, se dio cuenta de que lo que de verdad le apasionaba era el cine de no ficci¨®n, cuyo estudio y defensa se nota en sus palabras.

Webster tiene una carrera ecl¨¦ctica. Repas¨® la vida de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en Gabo, los secretos de un club de f¨²tbol en Bar?a Confidencial y hasta El fin de ETA. ?Qu¨¦ le atrae de historias tan dispares? "Me fascina tener una pregunta que necesita respuesta, y que solo se logre narrando una historia, ni teor¨ªas ni ensayos. No comienzo el documental con un mensaje que lanzar, lo descubro al final".