El cine amateur tiene su festival en Ecuador

El Festival Ecuador Bajo Tierra muestra aquel cine que se hace de forma intuitiva, con videoc¨¢maras caseras y actores naturales, y cuyas copias en DVD se venden a un d¨®lar en las esquinas de las grandes urbes, mientras cambia la luz del sem¨¢foro. El festival, que este a?o celebra su cuarta edici¨®n, tiene a la lucha libre como tema central y ha dedicado un apartado para destacar las pel¨ªculas amateur que se han hecho en las zonas afectadas por el terremoto de abril.

Miguel Alvear, uno de los organizadores de la muestra que termina el 11 de diciembre, dice que todo empez¨® en 2009 por el inter¨¦s casi acad¨¦mico de ver la producci¨®n audiovisual de autodidactas y de bajo presupuesto que no llegaba a la salas de cine. Lo primero que se descubri¨® es que los cineastas de la periferia produc¨ªan m¨¢s pel¨ªculas que los cineastas formales y que su cine era ampliamente consumido en los sectores populares.?

Las pel¨ªculas tienen un arraigo popular muy fuerte, contrario a las profesionales, que tienen problemas para sostenerse en cartelera Miguel Alvear, artista visual

Las historias del Festival Ecuador Bajo Tierra est¨¢n apegadas a los barrios populares de las grandes urbes y tienen que ver con pobreza, la desintegraci¨®n familiar, migraci¨®n, represi¨®n y violencia.

¡°Sus pel¨ªculas tienen un arraigo popular muy fuerte, contrario a las pel¨ªculas profesionales, que tienen problemas para sostenerse en cartelera¡±, dice Alvear. ¡°Tienen un lenguaje que el p¨²blico entiende y son m¨¢s cercanas, en cambio las pel¨ªculas que salen de Quito y van a festivales son m¨¢s lejanas, m¨¢s extra?as".

Uno de los exponentes de este cine de guerrilla es Nelson Palacios, que hace pel¨ªculas con menos de 1.000 d¨®lares y tiene 40 largometrajes con ¡°una gram¨¢tica cinematogr¨¢fica muy austera¡±, seg¨²n Alvear. Unos de sus filmes, Pedro, el amante de Mam¨¢, tiene 4,5 millones de vistas en YouTube, lo que la convierte en la pel¨ªcula ecuatoriana m¨¢s vista.

Otro de los realizadores del cine de bajo presupuesto es Jackson Jickson Quintero, un muchacho que hasta hace poco vend¨ªa chicles en los buses, pero que gracias al cine logr¨® romper el c¨ªrculo de la marginalidad. Con el dinero de las 25.000 copias de su pel¨ªcula, una historia de drogas, que vendi¨® a pie de calle, logr¨® financiar la segunda pel¨ªcula que est¨¢ en el festival y que habla de los sue?os de los j¨®venes en la Isla Trinitaria, un barrio marginal de Guayaquil que en la ficci¨®n de Quintero se llama Trinity Island.

El festival este a?o ha sorteado algunas dificultades econ¨®micas, pero igualmente ha reunido 14 pel¨ªculas. Mariana Andrade, la otra hist¨®rica organizadora de esta singular muestra, explica que las producciones ecuatorianas se presentan en la secci¨®n Cholywood, que ya es un cl¨¢sico en el festival. El nombre hace un gui?o a Hollywood y a la palabra ¡°cholo¡±, que es un sin¨®nimo de mestizo que se emplea para calificar lo popular y lo que repudia la sociedad ecuatoriana.

Las pel¨ªculas de tem¨¢tica de lucha libre est¨¢n en la secci¨®n Lonywood, que tambi¨¦n hace referencia a la meca del cine y a las lonas donde se resuelven los combates. Aqu¨ª destacan las cintas de los mexicanos Orlando Jim¨¦nez y Guinduri Arroyo. Pero tambi¨¦n hay tres pel¨ªculas ecuatorianas: Un titan en el ring, la rompecuellos, y El Santo y Evaristo contra las secuestradores, que se film¨® en 1973 durante una visita del luchador mexicano a Quito.

Las producciones hechas en la zona del terremoto est¨¢n compiladas en la secci¨®n Zona Cero. Estas se hicieron gracias a un peque?o fondo que gestionaron los organizadores del festival. Destacan los cineastas y residentes de la zona: Nixon Chalacama, Carlos Quinto Cede?o, y Jonathan Gines que cuentan sus vivencias, los dramas de sus vecinos y las vidas que se truncaron en abril pasado. Ellos tambi¨¦n tienen en YouTube algunos registros de su cotidianidad y son parte de ese cine de guerrilla que tiene su momento durante el Festival Ecuador Bajo Tierra.