En las tripas de ¡®First Dates¡¯
Unas 100 personas trabajan en uno de los grandes ¨¦xitos de este a?o de Cuatro
Una nave de un pol¨ªgono industrial de San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid) ha pasado de servir para fabricar muebles a ver c¨®mo, con un poco de suerte, surge el amor en su interior. Desde la calle nadie dir¨ªa que dentro se encuentra el restaurante m¨¢s famoso de Cuatro, aquel en el que Carlos Sobera recibe a los comensales protagonistas de First Dates (de lunes a s¨¢bado, 21.30), el espacio revelaci¨®n de la cadena este a?o y que prepara un equipo que ronda las 100 personas en las tres plantas de este edificio.
Desde que se estren¨® en el pasado abril, y gracias al empuje que cobr¨® en verano, First Dates, cuyo original brit¨¢nico ha ganado este a?o el premio Bafta al mejor reality, no ha parado de crecer en audiencia y en noviembre ha rondado los 1,6 millones de espectadores de media, con sus mejores datos hasta ahora. Entramos en las tripas de First Dates para ver c¨®mo se cocina el programa.
Su restaurante abre cada d¨ªa de grabaci¨®n a las 11.00 y el servicio termina en torno a las 19.00. Por sus mesas pasan entre nueve y 10 citas reales diarias, participantes del programa que est¨¢n acompa?ados por varias parejas m¨¢s de figurantes. Carlos Sobera es el encargado de recibir a los comensales. "Es muy emp¨¢tico y da seguridad y confianza. Es alguien muy familiar para todos nosotros", le describe Yolanda Mart¨ªn, directora del programa. "Buscan complicidad, porque est¨¢n pasando por un momento muy inseguro, y necesitan compartir las emociones que est¨¢n sintiendo", a?ade Sobera sobre su funci¨®n. Aunque lo ve casi todo desde la barra, a veces se acerca a las mesas para comprobar c¨®mo transcurren las citas. O incluso anima a los comensales a participar en juegos como darse las manos mir¨¢ndose a los ojos durante unos segundos y tocarse las mejillas mutuamente. Todo sea por romper el hielo. "Eso igual luego no lo ve el espectador, pero tambi¨¦n es necesario. Nos estamos convirtiendo en un restaurante tem¨¢tico del amor", dice Yolanda Mart¨ªn.
"Somos como el algoritmo de Meetic pero en persona", bromea la directora del programa. Se refiere al equipo de seis personas responsables de cruzar las parejas, una tarea nada sencilla dados los cerca de 100 formularios que reciben al d¨ªa. Aseguran que logran aproximadamente un 50% de aciertos. "Hay mucho de profesionalidad, un equipo con muchos a?os dedicados a esto, pero tambi¨¦n entran factores que no puedes controlar", a?ade. Este grupo de personas tiene su lugar de trabajo en la primera planta, donde se encuentran redacci¨®n, casting, producci¨®n y edici¨®n.
Cuando los participantes llegan al edificio, uno de los miembros de la pareja espera en la planta baja, mientras que otro lo hace en el segundo piso. Se ver¨¢n por primera vez en la barra, con Sobera y el barman Mat¨ªas como testigos. ?Se paga a los participantes? "El dinero que cuesta la cena se lo damos nosotros, y tambi¨¦n una compensaci¨®n laboral ¡ªunos 100 euros¡ª. No es un cach¨¦, solo es el d¨ªa que pierden de trabajo", aclara Yolanda Mart¨ªn.
En el s¨®tano del edificio se encuentra la sala de control, "el cerebro de todo esto", como lo describe Mar¨ªa Garc¨ªa, responsable de realizaci¨®n del programa. Aqu¨ª, 12 personas siguen atentas lo que registran las 32 c¨¢maras que, situadas estrat¨¦gicamente ¡ªcasi todas a la vista, pero discretas¡ª, graban todo lo que ocurre en el transcurso de las tres citas que se suceden de forma simult¨¢nea en el restaurante. No se corta nunca. Aqu¨ª se registra y se sigue todo lo que ocurre como si de un reality se tratara. Para el trabajo de edici¨®n posterior y lograr reducir los casi 100 minutos de cita a 12 minutos en televisi¨®n, es fundamental el trabajo que se hace en ese momento por parte del ¨¢rea de contenido, tambi¨¦n responsable de hacer las entrevistas finales a los comensales, primero por separado y, despu¨¦s, juntos.
Ah¨ª llega la gran pregunta: ?tendr¨ªas una segunda cita? El equipo que se encuentra en el control no escucha esta respuesta, y se enterar¨¢n del veredicto final a trav¨¦s de un grupo de whatsapp. "Nos mandamos corazones o corazones partidos para saber c¨®mo ha ido al final, porque a veces hay sorpresas", dice Yolanda Mart¨ªn.
A partir de ah¨ª, lo que ocurra depende de los participantes. Unos no se vuelven a ver. Otros volver¨¢n a quedar. Incluso algunos, como Cristian y Cristina, han llegado a casarse tras conocerse en First Dates, una boda a la que fue invitado gran parte del equipo del programa. El d¨ªa en el que EL PA?S visita el programa, su directora est¨¢ especialmente contenta. "Est¨¢ siendo un buen d¨ªa, las citas fluyen y hay movimiento". Los cupidos de Cuatro han vuelto a acertar con sus flechas.
Cena a la carta
La carta de First Dates va variando en funci¨®n de la temporada. Ahora, los comensales pueden elegir entre primeros platos con nombres tan sugerentes como Alma afrodis¨ªaca (almejas al estilo oriental), El enroque del amor (torre de verduras al provenzal con tapenade y brotes silvestres) o Aliento mediterr¨¢neo (ensalada de capresse con crujiente de pl¨¢tano y aroma de menta) y segundos como Amor galego (pulpo a la gallega), Sabores subterr¨¢neos (ravioli de setas con salsa de parmesano y trufa) o Furia templada (entrecot a baja temperatura servido con dados de boniato y chalota). Un men¨² elaborado por un restaurante especializado en catering gourmet que llega al restaurante precocinado a falta del ¨²ltimo toque y que tiene un precio de 40 euros por cita.
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