'First Dates', un oasis de tolerancia en pleno 'prime time'
Pansexuales, gays, lesbianas, intersexuales... El restaurante de citas m¨¢s famoso del momento est¨¢ dando un lecci¨®n de visibilidad del colectivo LGTBIQ al resto de programas de la parrilla, y sin ning¨²n tipo de sensacionalismo
¡°No me identifico como hombre, soy m¨¢s un punto intermedio¡±. No, no se trata de un documental, ni de un reportaje de investigaci¨®n, es un mero programa de entretenimiento en horario de m¨¢xima audiencia y en un canal mayoritario. Y en Espa?a, para m¨¢s se?as, el mismo pa¨ªs donde la aparici¨®n de una familia homoparental en una campa?a online de unos grandes almacenes genera todav¨ªa un movimiento de rechazo con peticiones para su retirada. ?Qui¨¦n nos lo iba a decir! Ten¨ªa que llegar First Dates, el programa de citas a ciegas que conduce Carlos Sobera, para darnos una lecci¨®n sobre visibilidad -y pedagog¨ªa- del colectivo LGTBIQ (lesbianas, gays, transexuales, intersexuales y queer). S¨ª, la televisi¨®n adelant¨¢ndose a nuestro tiempo y venciendo los miedos y reticencias mainstream a mostrar la realidad tal como es. Y todo gracias al restaurante m¨¢s frecuentado del momento. ?Marchando!
Dedicaron un programa especial con motivo del Orgullo LGTB ¡°con el objetivo de dar normalidad a un fen¨®meno que es normal y que debe percibirse como tal¡±, afirm¨® Sobera
La cita que uni¨®, hace pocos d¨ªas, a Marcos y Sophie consigui¨® batir el r¨¦cord de audiencia del formato. M¨¢s de dos millones de espectadores asistieron a uno de los encuentros m¨¢s especiales que ha generado el espacio de Cuatro. Marcos, transexual, llegaba al programa para encontrar el amor y contar su historia. ¡°Me identifico como una persona pansexual, no siento preferencia hacia hombres o mujeres¡±, explic¨® a la c¨¢mara. En el restaurante, se encontraba Sophie, una persona intersexual que estaba esperando el momento de someterse a una reasignaci¨®n de sexo. ¡°Aunque tenga un cuerpo masculino, mis partes no son las que son¡±. Al nacer, pese a tener ambos tipos de genitales, decidieron asignarle el g¨¦nero masculino y llamarle Alexei. Con el tiempo, se dio cuenta de que no se sent¨ªa hombre. ¡°Que te venga la regla con 12 a?os en un chico no es normal¡±, narr¨® con total naturalidad. Un rizar el rizo amoroso que conquist¨® al p¨²blico.
R¨¢pidamente, tanto los usuarios de redes sociales como los medios dirigidos al p¨²blico LGTB aplaudieron la iniciativa del programa. Ofrecer visibilidad a dos colectivos muy vulnerables, el transexual y el intersexual, de una forma rigurosa, respetuosa y sin caer en sensacionalismos. Algo a lo que estamos poco acostumbrados. Posiblemente, gran parte de esos dos millones que vieron el programa descubrieron la existencia de las personas intersexuales en ese momento. Conocieron su situaci¨®n, las dificultades por las que pasan y, sobre todo, les pusieron cara y nombre. No son datos lanzados desde el telediario, son personas de carne y hueso que buscan el amor y dan el paso de sincerarse en p¨²blico. Una salida del armario a nivel masivo. Faltaba, claro, poder encontrar el espacio adecuado para hacerlo sin riesgos. Y ese, sorprendentemente, ha sido un programa de citas a ciegas.
#FirstDate158 me ha encantado la pareja de Sophie y Marcos, ?qu¨¦ ejemplo de todo! Qu¨¦ buena gente los dos! Y menudo acierto del programa
— serrLozzano (@serrlozano) October 17, 2016
No era la primera vez que First Dates arriesgaba en su contenido -si es que a mostrar la realidad de la sociedad se le puede llamar 'arriesgar'-. Por el programa han pasado homosexuales, bisexuales y transexuales, han hablado de pansexualidad y de poliamor -otra de las citas, en este caso a tres, que m¨¢s repercusi¨®n medi¨¢tica ha generado-, incluso dedicaron un programa especial con motivo del Orgullo LGTB ¡°con el objetivo de dar normalidad a un fen¨®meno que es normal y que debe percibirse como tal¡±, afirm¨® Sobera. Claro que la visibilidad, como no, tambi¨¦n genera cr¨ªticas y First Dates no es ajeno a ello. No son pocos los usuarios de redes sociales que acusan al programa de fomentar determinados estereotipos y no terminar de mostrar el amplio abanico que integra cada letra del colectivo LGTB. Nadie dijo que el camino iba a ser f¨¢cil. Y tampoco podemos perder de vista de que se trata de un espacio televisivo, con sus propias necesidades y exigencias.
Gran parte de esos dos millones que vieron el programa descubrieron la existencia de las personas intersexuales en ese momento
Hasta ahora, los pasos dados en los dating shows espa?oles hab¨ªan sido mucho m¨¢s t¨ªmidos. Si bien ?Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo? s¨ª contaba en cada una de sus ediciones con un protagonista gay -tampoco es que hubiese mucha m¨¢s variedad-, poco hab¨ªamos visto hasta el momento. De hecho, los rumores acerca de un tronista homosexual en Mujeres y hombres y viceversa llevan a?os sonando y nunca terminan de hacerse realidad. ?Miedo a la reacci¨®n? Posiblemente. Las cadenas son siempre reticentes a la hora de innovar y m¨¢s en este tipo de formatos con un p¨²blico objetivo tan delimitado. '?Y si los fans de MYHYV no reaccionan bien?'. Pues tal vez deber¨ªamos preguntarnos por qu¨¦ j¨®venes de entre 13 y 24 a?os sienten rechazo hacia la diversidad afectivo-sexual y qu¨¦ responsabilidad tenemos todos en ello.
La televisi¨®n, sin duda, no debe dedicarse a educar a nadie. No es su cometido, y menos cuando hablamos de programas de puro entretenimiento. Pero tampoco podemos obviar el poder que genera. Es uno de los grandes altavoces de nuestro tiempo -lo que no sale en televisi¨®n, no existe- y en nuestra mano est¨¢ utilizarlo bien. Ojal¨¢ tuvi¨¦semos m¨¢s iniciativas como la de First Dates. Ser¨ªa la evidencia de que hemos alcanzado la igualdad en la sociedad. Algo que, desgraciadamente, sigue siendo una utop¨ªa.
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