William Christie: ¡°H?ndel nos conforta ante la barbarie¡±
El clavecinista y director francoamericano culmina en Iberm¨²sica una gira europea al frente de Les Arts Florissants dirigiendo ¡®El Mes¨ªas¡¯
Para William Christie (Buffalo, Nueva York, 1944) el oratorio El Mes¨ªas, de H?ndel, es un eterno compa?ero. ¡°Tengo muchas historias personales relacionadas con esta obra¡±, confiesa por tel¨¦fono a EL PA?S. No s¨®lo recuerda perfectamente su primera audici¨®n, en su localidad natal con diez a?os, sino tambi¨¦n que en ella descubri¨® su instrumento: el clavec¨ªn. ¡°Me fascin¨® tanto su sonido que arruin¨¦ el piano familiar poniendo chinchetas en sus macillos¡±, rememora entre risas. Christie est¨¢ inmerso este diciembre en una gira europea con El Mes¨ªas al frente de su grupo, Les Arts Florissants. Arranc¨® el pasado d¨ªa 9 en Baden Baden y culmina el 21 de diciembre en el Auditorio Nacional de Madrid, tras haber pasado por Par¨ªs, Barcelona, Budapest y Londres.
¡°Conozco muchas personas que tienen una relaci¨®n similar con este oratorio de H?ndel, especialmente en el entorno anglosaj¨®n¡±, a?ade. Pero Christie cambi¨® dr¨¢sticamente de entorno en un momento de su vida. En 1970 decidi¨® abandonar su pa¨ªs tras oponerse a la Guerra de Vietnam y se afinc¨® en Francia. ¡°No s¨¦ lo que habr¨ªa sido de m¨ª si no lo hubiera hecho. Quiz¨¢ estar¨ªa muerto y no habr¨ªa tenido la misma carrera musical¡±, opina. En Par¨ªs encontr¨® acomodo junto a otros compatriotas, como la soprano Judith Nelson, tocando m¨²sica contempor¨¢nea y m¨²sica antigua en el Five Centuries Ensemble, donde tambi¨¦n coincidi¨® con Jordi Savall. ¡°Ten¨ªamos mucha libertad y adem¨¢s la m¨²sica contempor¨¢nea estaba bien pagada; toc¨¢bamos composiciones de Bussotti, Berio, Boulez y Luis de Pablo, pero tambi¨¦n obras de Monteverdi y Gesualdo¡±, recuerda.
En torno a 1976 decidi¨® especializarse. ¡°Opt¨¦ simplemente por la m¨²sica que m¨¢s amaba y me centr¨¦ en los siglos XVII y XVIII¡±. Primero se vincul¨® al grupo Concerto Vocale, de Ren¨¦ Jacobs, pero en 1979 fund¨® su propia criatura que bautiz¨® con el t¨ªtulo de su primera producci¨®n, la ¨®pera breve Les Arts Florissants, de Charpentier. ¡°Ten¨ªa a mi alrededor varios excelentes m¨²sicos j¨®venes, como el contratenor Dominique Visse o la mezzo-soprano Guillemette Laurens, y les propuse crear nuestro propio grupo¡±, relata. Se centraron en recuperar numerosas obras del barroco franc¨¦s (Charpentier, Lully, Campra o Rameau), pero pronto a?adieron Monteverdi, Purcell o H?ndel. ¡°Al principio ensay¨¢bamos en mi apartamento y, despu¨¦s de un a?o, ten¨ªamos muchas ofertas para tocar y grabar. Fue todo muy r¨¢pido¡±, recuerda.
Christie ha cultivado un inmenso repertorio, aunque siempre cronol¨®gicamente fiel a su especialidad. Nunca ha osado rebasar los lindes que van m¨¢s all¨¢ de Haydn y Mozart. ¡°Hace cinco a?os un buen amigo director de teatro en Alemania me propuso una producci¨®n de Trist¨¢n e Isolda, de Wagner, y le dije que firmar¨ªa pero para dentro de 15 a?os¡±. Se r¨ªe cuando insistimos en otro t¨ªtulo quiz¨¢ m¨¢s apropiado para ¨¦l, Pell¨¦as et M¨¦lisande, de Debussy, pero continua con tono serio: ¡°No rehuyo trabajar con orquestas sinf¨®nicas modernas, como hice con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn o hace poco con la Orquesta Nacional de Espa?a, pero no creo que pueda afrontar ahora un repertorio m¨¢s moderno¡±. Afirma que no podr¨ªa vivir sin Mozart, pero que ese es su l¨ªmite. ¡°Tampoco me siento empobrecido por no dirigir Mendelssohn o Brahms, pues mi repertorio es muy rico y no para de crecer¡±, a?ade.
H?ndel ha sido siempre uno de sus compositores de cabecera. ¡°Para m¨ª pertenece a la gran tradici¨®n humanista del Renacimiento y el Barroco¡±. Aunque El Mes¨ªas contiene m¨²sica para cualquier parte del a?o lit¨²rgico, opina que trasciende lo meramente religioso: ¡°Suelo decir a mi grupo que es indiferente ser creyente o no para adentrarse en esta obra. Yo mismo no creo en la encarnaci¨®n, ni en la muerte de Cristo, ni tampoco en su resurrecci¨®n¡±. Para Christie trata de la condici¨®n humana y de su tragedia. ¡°Es una obra que nos conforta y da esperanzas, especialmente cuando vemos lo que est¨¢ pasando en Alepo o en el Mediterr¨¢neo¡±, asegura. Est¨¢ convencido de que esta m¨²sica hace mejores a las personas. A comienzos de este mes realiz¨® en la Philharmonie de Par¨ªs un proyecto participativo con El Mes¨ªas, similar al realizado aqu¨ª por La Caixa. ¡°Reunimos un coro de 40 sopranos, 50 altos, 50 tenores y 60 bajos, todos amateurs y de diferentes edades, y fue estupendo¡±, reconoce. Es lo que considera su mayor logro y como le gustar¨ªa ser recordado: ¡°Como alguien que dio a las personas consuelo y esperanza con la m¨²sica¡±, concluye.
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