La justicia de ¡®Mar de pl¨¢stico¡¯
La reci¨¦n terminada segunda temporada de la serie ha corregido errores y ha logrado ser m¨¢s compacta argumentalmente que la primera
Primero, un aviso: aqu¨ª vamos a hablar del final de Mar de pl¨¢stico, lo que, por supuesto, incluye destripar el final. Y al final, la justicia se impuso en Campoamargo. Mar de pl¨¢stico dej¨® a los espectadores elegir (a ciegas) el final de la serie. Aunque no lo sab¨ªan, la diferencia estaba entre que el protagonista viviera o muriera. Finalmente, vivi¨®, sobreviviendo casi de forma milagrosa a heridas de aparente extrema gravedad. Pero los espectadores lo han querido: vive. Y se marcha igual que lleg¨®, en su coche lleno de polvo y poni¨¦ndose sus gafas de sol.
Hay que reconocer varios m¨¦ritos a la segunda temporada de la serie de Antena 3. Por un lado, haber logrado mantener los buenos niveles de audiencia (algo inferiores que en la primera entrega pero tambi¨¦n muy buenos). Mucho m¨¦rito en series que terminan a las horas que lo hacen las series espa?olas. Por otro lado, las tramas de esta segunda entrega han estado mejor vinculadas entre s¨ª. No es sencillo alimentar de contenido temporadas de 13 cap¨ªtulos y con 70 minutos por episodio, es necesario a?adir historias paralelas a la principal. A pesar de que tambi¨¦n esta vez hab¨ªa historias y personajes que no se habr¨ªa echado de menos si no estuvieran, se ha logrado una temporada m¨¢s compacta. Argumentalmente se le puede poner peros, bastantes, quiz¨¢ demasiados. Pero eso no le quita m¨¦rito.
Formalmente, ha logrado una identidad visual que la diferencia de otras series y que ha mantenido en la segunda temporada. Y, aunque las diferencias interpretativas siguen siendo notables, tambi¨¦n han sido cap¨ªtulos m¨¢s compensados en ese sentido.
En cuanto al final, en realidad no hab¨ªa mucho donde elegir si el espectador quer¨ªa jugar a tratar de adivinar qui¨¦n era el asesino del martillo. Se pod¨ªa intuir por d¨®nde ir¨ªan los tiros con m¨¢s facilidad que en la primera temporada. Aun as¨ª, el ¨²ltimo episodio ha dejado momentos de tensi¨®n e intensidad interpretativa que podr¨ªan traspasar la pantalla... L¨¢stima que en la cadena insistieran en poner los cortes de publicidad en los lugares menos oportunos, interrumpiendo secuencias en momentos ¨¢lgidos de la trama.?
Como en el final de la serie, hay que hacer justicia y reconocer los m¨¦ritos de Mar de pl¨¢stico. No es una serie perfecta, pero se ha atrevido a innovar en algunos aspectos. A unos les habr¨¢ gustado. A otros no. Unos perdonar¨¢n los defectos m¨¢s f¨¢cilmente que otros. Pero el m¨¦rito est¨¢ ah¨ª en cualquier caso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.