Secretario de Estado de Donald Trump y villano de Marvel
La petrolera Exxon dio su nombre a Roxxon, la malvada multinacional anti superh¨¦roes
Cuando Donald Trump eligi¨® la semana pasada a Rex Tillerson como su secretario de Estado, los fan¨¢ticos de los c¨®mics de superh¨¦roes reconocieron algo que les sonaba. Tillerson era el director ejecutivo del gigante petrolero Exxon, empresa cuyo logo con doble XX, no tan conocido en Europa, lleva haciendo el mal en el universo Marvel casi desde tiempos inmemoriables. En el mundo de los c¨®mics, y para evitar devastadores litigios, eso s¨ª, Exxon siempre ha sido conocida como Roxxon, organizaci¨®n cuyo capitalismo extremo ha puesto contra las cuerdas en numerosas ocasiones a h¨¦roes como Iron Man o Los Vengadores. "Recordad, Exxon es una empresa tan famosamente horrible que ha sido referencia para un grupo malvado en Marvel durante 40 a?os", le¨ªa un tuit el d¨ªa del anuncio del presidente electo de EE UU.
Remember, Exxon is a company so famously awful that it's been the basis of a Marvel villain group for more than 40 years! pic.twitter.com/LOI2ZBoEb3
— Andrew Wheeler (@Wheeler) December 13, 2016
Buscar an¨¢logos del mundo real para narrar una situaci¨®n muy por encima de la realidad ha sido una de las marcas de la casa de la historia de Marvel desde su nacimiento. A trav¨¦s de alegor¨ªas, ha narrado historias sobre drogas, la lucha racial y los derechos civiles, la guerra fr¨ªa o incluso las manipulaciones del Gobierno de Richard Nixon, quien en las vi?etas acab¨® con una bala en la cabeza en pleno despacho oval. Incluso Magneto y Charles Xavier eran vistos como una suerte de Malcolm X y Martin Luther King en la confrontaci¨®n de sus ideales. "Nunca pens¨¦ en Magneto como villano", explicaba Stan Lee sobre el mutante.
Roxxon, en concreto, fue presentado en una de las etapas m¨¢s politizadas del Capit¨¢n Am¨¦rica, la de Steve Englehart, quien, adem¨¢s de narrar la historia del Watergate a lo Marvel, introdujo este gigante energ¨¦tico en su n¨²mero 180, justo despu¨¦s de que Steve Rogers se desprendiera de su patri¨®tico manto al no verse reflejado en los ideales contempor¨¢neos de su pa¨ªs. El principal objetivo de la marca estaba claro desde su primera aparici¨®n: quer¨ªan hacer dinero sin importarle ning¨²n principio moral ni el medioambiente. La empresa estaba por encima de gobiernos y leyes. Igual que Hydra se identificaba r¨¢pidamente con los Nazis, la doble X era suficiente para que el lector avezado se percatara de la cr¨ªtica a la multinacional real que tantas veces pon¨ªa en jaque el medioambiente con sus pr¨¢cticas. Si bien en las vi?etas todo ser¨ªa narrado de manera exagerada, con coronas de serpiente que manipulaban la mente, nazis y viajes interdimensionales por medio. Los lectores m¨¢s j¨®venes, mientras tanto, podr¨ªan seguir leyendo una aventura de malos muy malos sin importar su contenido pol¨ªtico.
El a?o en el que Roxxon se col¨® en las p¨¢ginas de Marvel tampoco es casual. Era 1974, y el mundo pasaba por la gran crisis del petr¨®leo. Por primera vez los ciudadanos cuestionaban, asimismo, la posici¨®n de los grandes consorcios de petr¨®leo y c¨®mo sus acciones afectaban a los humanos. Tras a?os de supertipos luchando contra comunistas como la Dinamo Carmes¨ª o el asi¨¢tico Hombre Radiactivo, un aliado capitalista e interno volv¨ªa a ser el enemigo m¨¢s terror¨ªfico. Un concepto que, echando la vista atr¨¢s a, por ejemplo, Qu¨¦ bello es vivir y sus prestamistas y banqueros, tampoco era nuevo en la literatura. Hoy, sin embargo, es un concepto muy criticado por los conservadores. Cuando la nueva Los Muppets se estren¨® con un petrolero como principal (y caricaturesco) villano, Fox News no tard¨® en montar una campa?a para boicotear la cinta. Una cr¨ªtica apuntaba que pel¨ªculas como estas, Happy Feet o Bambi eran "caballos de Troya de la propaganda antiamericana hechos para controlar a nuestros hijos". Casi nada.
Y es que empresas como Roxxon son en las vi?etas la gran personificaci¨®n del mal. Roxxon se dibuja como con poder ilimitado, influencia en los Gobiernos de turno y un escuadr¨®n de secuaces de poca monta dispuestos a morir por protegerla. Se convert¨ªa as¨ª en un enemigo no solo en el campo de batalla, sino tambi¨¦n en la sala de juntas, donde era principal competidor de Industrias Stark, empresa del hombre de hierro. Al final, el lector acab¨® descubriendo que la malvada hab¨ªa sido responsable incluso de matar a los padres de Tony.
Roxxon, que tambi¨¦n ha llegado a Marte, ha tenido, adem¨¢s, su propia adaptaci¨®n al cine y televisi¨®n, dej¨¢ndose ver en el universo Marvel como villanos en la sombra de la serie Agente Carter y Iron Man 3, donde son acusados de un derrame de petr¨®leo en el mar. Si hay alguna organizaci¨®n mundial a la que echarle la culpa, siempre es un objetivo f¨¢cil.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, Marvel no deber¨ªa dejar pasar esta oportunidad para recuperar a Roxxon en primera plana. Cuando hablan del mundo real, los c¨®mics de superh¨¦roes funcionan mejor. Una ¨²ltima recomendaci¨®n al respecto: la etapa de Ann Nocenti en Daredevil, que, adem¨¢s de presentar una villana carism¨¢tica como Mar¨ªa Tifoidea y adentrarse en un Matt Murdock roto, se atrevi¨® a mandar un mensaje contra la poluci¨®n de las grandes f¨¢bricas y sus efectos tanto en las personas como en las ciudades.
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