George Michael, un triunfador atormentado
Un fallo cardiaco se lleva a los 53 a?os la vida del que fuera l¨ªder de Wham! antes de desarrollar una agitada carrera como solista.
Otro impacto m¨¢s. Yorgos Kyriacos Panayiotu, m¨¢s conocido como George Michael, muri¨® el domingo 25 en su Londres natal, a los 53 a?os. Se ha comunicado que la causa inmediata fue un fallo card¨ªaco, aunque quedan interrogantes: hab¨ªa visitado hospitales y cl¨ªnicas de rehabilitaci¨®n en varias ocasiones.
Hijo de un grecochipriota y una brit¨¢nica, sol¨ªa lamentar que no hall¨® mucho amor en aquella atareada familia. Desinteresado por los negocios de restauraci¨®n de su padre, se volc¨® en la m¨²sica como dj, m¨²sico callejero y miembro de una banda de ska. Ya bajo el nombre de George Michael, form¨® el d¨²o Wham! con un compa?ero de colegio, Andrew Ridgeley. En realidad, todo el talento musical resid¨ªa en George. Y seguramente tambi¨¦n fue responsable del concepto: el nombre estaba extra¨ªdo de Whaam!, un cuadro de Lichtenstein, maestro del pop art. Pretend¨ªan facturar efervescente pop juvenil y conectaron con un fabricante de estrellas, el veterano Simon Napier-Bell.
Entre 1982 y 1986, Wham! colocaron en listas ¨¦xitos resplandecientes: Bad boys, Club Tropicana, Wake me up before you go go, Freedom, Everything she wants o I'm your man (al mismo tiempo, Michael publicaba exitosos temas en solitario, como Careless whisper). Gracias al olfato para la publicidad de Napier-Bell, Wham! protagoniz¨® haza?as como la primera gira internacional por la China comunista. No obstante, abundaron las discordancias. Primero, la ruptura con su primer sello, Innervision. Segundo, el descontento de Michael por ser categorizados como ¡°pop thatcheriano¡±; no entend¨ªa que el hedonismo se identificara exclusivamente con los conservadores.
Generacionalmente, el d¨²o formaba parte del llamado New Pop, lanzado a principios de los ochenta por la musculosa industria musical brit¨¢nica. Una propuesta que, seg¨²n rezaba un agudo libro de Dave Rimmer, era ¡°como si el punk nunca hubiese ocurrido¡±. Pero Michael insist¨ªa en que estaba a otro nivel. Fascinado por la m¨²sica negra, hab¨ªa trabajado con los instrumentistas de Muscle Shoals (aunque prefer¨ªa grabar casi en soledad). Tambi¨¦n presum¨ªa de haber cantado con Stevie Wonder, Smokey Robinson o Aretha Franklin. Elton John le dio su bendici¨®n entusiasta: le ve¨ªa como su continuador en la elaboraci¨®n de pop de amplio espectro.
Ya como solista, George triunf¨® con Faith (1987), que ganar¨ªa el Grammy a mejor ¨¢lbum del a?o; seis de sus temas arrasaron globalmente. Pronto, ay, volvieron las turbulencias: querellas contra el peri¨®dico sensacionalista The Sun y contra la empresa que gestionaba su fortuna (le horroriz¨® saber que invert¨ªan en f¨¢bricas de armas). Herm¨¦tico en entrevistas, Michael pretend¨ªa controlar su imagen. Permiti¨® una biograf¨ªa, Bare (1991), donde supervis¨® hasta los puntos y las comas. En contraste con los desenfados v¨ªdeos de Wham!, ahora eleg¨ªa presentarse como hombre enigm¨¢tico en entornos sombr¨ªos.
Inevitablemente, entr¨® en colisi¨®n con su discogr¨¢fica, Epic, parte de la omnipotente Sony Entertainment. Para Listen without prejudice, Vol. 1 (1990), se neg¨® a aparecer en la portada o en los v¨ªdeos. Seg¨²n los disqueros, el resultado fue que las ventas se redujeron a un tercio de los 25 millones despachados por Faith. En 1992, demand¨® a Sony, exigiendo la carta de libertad. Su planteamiento era ciertamente audaz: la multinacional japonesa estaba consagrada al hardware y carec¨ªa de sensibilidad para el software (los artistas). Gast¨® varios millones en abogados pero el juez fall¨® en su contra. Un amargado George sac¨® la chequera y pact¨® su marcha de Sony; en 1995, fich¨® por Virgin.
¡®Celebrity¡¯ cr¨ªtica
Tanta ausencia, apenas disimulada con grabaciones en directo y versiones, afect¨® a su popularidad. El asunto se complic¨® en Estados Unidos: se convirti¨® en una celebrity t¨®xica al reconocer su homosexualidad, tras ser detenido en unos lavabos de Beverly Hills intentando ligar, all¨¢ por 1998. Eran otros tiempos: no sent¨® muy bien que luego parodiara a la Polic¨ªa de Los ?ngeles en el v¨ªdeo para el tema Outside. La animaci¨®n para Shoot the dog, lanzada en v¨ªsperas de la guerra de Irak, apenas se emiti¨®: se burlaba de George W. Bush y Tony Blair.
Su carrera discogr¨¢fica se resinti¨®. Older (1996), marcado por el fallecimiento de su pareja, funcion¨® principalmente en Europa, donde se apreci¨® este Michael m¨¢s maduro. Patin¨® con Songs from the last century (1999), su colecci¨®n de standards. Para Patience (2002), volvi¨® al redil de Sony: actualiz¨® su sonido, usando sampleados. Luego anunci¨® que dejaba de editar discos; regalar¨ªa su m¨²sica en la red a cambio de donativos para causas caritativas. Pero retornar¨ªa con Symphonica (2014), temas ajenos y piezas propias con tratamiento orquestal.
Para entonces, Michael aparec¨ªa m¨¢s en las p¨¢ginas de sucesos que en los espacios musicales, generalmente tras accidentes extra?os. En 2006 y 2010, fue detenido por la polic¨ªa londinense mientras conduc¨ªa de forma err¨¢tica; en ambos casos, le encontraron cannabis. Tras el segundo incidente, pas¨® cuatro semanas en prisi¨®n. Reconoc¨ªa con candidez que ten¨ªa un problema con los porros. Sin embargo, no se arrepent¨ªa de su atracci¨®n por el sexo an¨®nimo, aunque eso le empujara a caer en trampas como la del tabloide News of the World. Asombra que, siendo tan imaginativo para la creaci¨®n, careciera de picard¨ªa para protegerse en su vida privada.
Babelia
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