Factor¨ªa Yllana: 25 a?os de humor ca?ero
La compa?¨ªa que naci¨® en 1991 celebra sus bodas de plata con una selecci¨®n de sus mejores piezas
Marcos Ottone lleva 25 a?os paseando por el mundo una peque?a bolsa de tela con cremallera que le dio su madre cuando era estudiante. Ah¨ª guardaba los primeros dineros (escasos) que ganaba la compa?¨ªa Yllana. No hab¨ªa demasiados teatros en los que encajaran sus piezas y ten¨ªan que actuar en locales nocturnos de todo pelaje. Por entonces, en los inicios de los 90, nadie en Espa?a hac¨ªa lo que ellos: humor gamberro sin palabras. Cierto que exist¨ªa ya en Barcelona el grupo Tricicle, pionero del humor gestual en el pa¨ªs, pero Yllana irrumpi¨® en Madrid con una irreverencia inaudita. Y triunf¨®. Su primer montaje, ?Muu!, agit¨® a los taurinos y chifl¨® en el festival de Edimburgo. "Nos junt¨¢bamos para ver pel¨ªculas de los Monty Python. Ah¨ª empez¨® todo. Eran nuestra inspiraci¨®n", recuerda Joe O'Curneen, otro socio de la compa?¨ªa.
Aquella bolsita que al principio costaba llenar se carg¨® poco a poco de cheques, contratos, billetes de tren y avi¨®n... Hasta que se desbord¨®. Es imposible que pueda caber en ella todo lo que hoy gestiona Yllana. Han producido 26 espect¨¢culos propios y varios de otras compa?¨ªas. Han estrenado sus obras en 40 pa¨ªses. En 1996 alquilaron el teatro Alfil de Madrid y lo convirtieron en referencia del humor gestual en Espa?a y cobijo para c¨®micos. En 2006, ya consolidados en este espacio, lo compraron. Dirigen, asesoran y distribuyen a artistas internacionales. Y se les solicita a menudo para montar galas, anuncios publicitarios y otros productos audiovisuales.
Buena muestra de los frutos que ha dado esta compa?¨ªa en su cuarto de siglo de trayectoria se condensa en el espect¨¢culo Yllana 25, un compendio de los mejores momentos de sus t¨ªtulos m¨¢s conocidos, desde aquellas primeras ?Muu!, 666 y Glub, Glub hasta las m¨¢s recientes Brokers, The Gagfather y Chefs. El montaje se estren¨® en septiembre y ha rodado durante el oto?o por varias ciudades (?beda, Zamora, entre otras), pero ser¨¢ en enero cuando celebre a lo grande sus bodas de plata en Madrid. Y no en el teatro Alfil, que se queda peque?o para este acontecimiento, sino en la gran sala de los Teatros del Canal.
Una bomba en el Alfil
Uno de los momentos m¨¢s delicados de la historia de la compa?¨ªa Yllana fue cuando descubrieron una bomba casera a punto de estallar en un pasillo del teatro Alfil. Era?el 18 de abril de 2006 y el c¨®mico italiano Leo Bassi llevaba semanas recibiendo amenazas de grupos ultracat¨®licos por su obra 'La revelaci¨®n'. Todos los d¨ªas, adem¨¢s, decenas de personas se plantaban a las puertas del teatro antes y durante la funci¨®n para rezar e insultar al artista.
Tambi¨¦n en las oficinas del Alfil se recib¨ªan llamadas amenazantes todos los d¨ªas. Pero Yllana decidi¨® no suspender las representaciones de Leo Bass, en un gesto de resistencia y de reivindicaci¨®n de su proyecto art¨ªstico. "Siempre nos ha gustado el humor agresivo. Nuestro propio humor es as¨ª, un tanto provocador. Y aunque hemos hecho de todo en todos estos a?os, hemos intentado mantener siempre este sello. Es lo que nos ha ayudado a construir nuestro sello y a distinguirnos del resto", explica Joe O'Curneen.
Yllana es un fen¨®meno singular en la escena espa?ola. No solo porque ha logrado mantener vivo su proyecto art¨ªstico durante 25 a?os, sino porque se ha convertido en una marca y, a¨²n m¨¢s, en una aut¨¦ntica factor¨ªa cultural. Parte del m¨¦rito lo tiene aquella bolsita que Marcos Ottone, con su m¨¢ster en administraci¨®n de empresas, introdujo en la vida cotidiana del grupo. Fue ¨¦l, que jam¨¢s se ha subido a un escenario y que se meti¨® en la compa?¨ªa solo para ayudar con las cuentas a su hermano David, actor y director,? quien acab¨® d¨¢ndole esa perspectiva empresarial que la ha hecho ¨²nica en Espa?a.
Siguiendo su estela han nacido compa?¨ªas como Sexpeare y otras como Ron Lal¨¢ estrenaron sus primeros montajes en su teatro. En 1994 crearon un festival internacional de humor, que dur¨® hasta 2008, que dio a conocer en Espa?a a grandes figuras del humor como Jango Edwards y Leo Bassi. "A los que no hemos acogido casi nunca es a los monologuistas. Est¨¢n de moda, pero la mayor¨ªa no tienen calidad. Muchos ni siquiera son c¨®micos, sino caras conocidas a las que les escriben los guiones", explica Ottone. La marca Yllana es otra cosa.
Babelia
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