¡®Corsi e ricorsi¡¯
Como dej¨® escrito Giambattista Vico, la historia no avanza de forma lineal, impulsada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten
1. Retornos
En Los principios de una ciencia nueva en torno a la naturaleza com¨²n de las naciones (1744; edici¨®n de Roc¨ªo de la Villa en Tecnos, 2006), Giambattista Vico expres¨®, ilustr¨¢ndola con sustanciosos ejemplos de todas las edades, su teor¨ªa del devenir hist¨®rico como imparable corsi e ricorsi. Simplificando: la historia no avanza de forma lineal, impulsada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten, una espiral en la que todo regresa, aunque no en el mismo formato (y, a veces, como farsa). Lo he recordado a comienzos de este 2017 tan parecido en algunas cosas a aquel 1917 con el que ¡ªahora ya lo sabemos¡ª empezaba el corto siglo XX que acab¨® el 11 de septiembre de 2001. La prensa recoge estos d¨ªas los hitos de aquel a?o de hace 100: octubre como esperanza de los pueblos, EE?UU como nueva potencia hegem¨®nica que entra en guerra y acaba con su aislacionismo de santuario iluminado sobre la colina. Eso, por arriba. Por abajo, es el a?o, por ejemplo, en que Duchamp expone su divino urinario y la ¡°cultura¡± recibe uno de sus m¨¢s sonoros bofetones. De cultura en todos sus sentidos habla Terry Eagleton en el estupendo ensayo Cultura (Taurus), analizando la complejidad del t¨¦rmino y explicando c¨®mo su hipertrofiada inflaci¨®n de significados expresa (y favorece) los intereses de los poderosos: ¡°La industria cultural atestigua menos la relevancia de la cultura que las ambiciones expansionistas del sistema capitalista tard¨ªo, que ahora puede colonizar la fantas¨ªa y el entretenimiento tan intensamente como en su momento coloniz¨® Kenia y Filipinas¡±. Para el marxista Eagleton, la responsabilidad de esa inflaci¨®n desnaturalizadora del t¨¦rmino ¡°cultura¡± la han tenido tambi¨¦n ciertos sectores de la izquierda que, ¡°con su celo por un discurso de la diferencia, la diversidad, la identidad y la marginalidad, dejaron de hablar de ¡®capitalismo¡¯ y mucho menos de ¡®explotaci¨®n¡¯ o ¡®revoluci¨®n¡¯ hace unas d¨¦cadas¡±. Y concluye: ¡°El capitalismo neoliberal no tiene problemas con t¨¦rminos como ¡®diversidad¡¯ o ¡®inclusi¨®n¡¯, aunque s¨ª con el lenguaje de la lucha de clases¡±. No puede decirse m¨¢s claro.
2. Revoluci¨®n
Febrero y octubre de 1917 se?alan dos momentos clave de un cataclismo pol¨ªtico y social cuya influencia ser¨¢ a¨²n m¨¢s profunda que la de las revoluciones ¡°burguesas¡± de 1789 y 1848. Las editoriales de todo el mundo, que se han lanzado a publicar libros en torno al acontecimiento, son conscientes de que el aniversario coincide con un nuevo Zeitgeist: por primera vez desde la d¨¦cada de los setenta, la revoluci¨®n, como idea, sentimiento y esperanza, vuelve a figurar en la agenda de partidos que representan a los nuevos humillados y ofendidos (aut¨®ctonos, inmigrantes, refugiados) del globalizado Richist¨¢n, y que se rebelan con intensidad creciente contra las formas m¨¢s humillantes de la desigualdad. En la no tan abundante bibliograf¨ªa espa?ola sobre la Revoluci¨®n Rusa, llama la atenci¨®n la total desaparici¨®n de la monumental (14 vol¨²menes) e irrepetible Historia de la Rusia sovi¨¦tica, del gran Edward Hallett Carr, que aqu¨ª public¨® Alianza (en una gran colecci¨®n de la que fue perdiendo, concienzudamente, casi todos los derechos) y cuyos tres primeros tomos estaban dedicados precisamente a la revoluci¨®n bolchevique (con paciencia pueden encontrarse en Iberlibro). Entre lo m¨¢s nuevo, y adem¨¢s de Cartas desde la revoluci¨®n bolchevique (Turner; edici¨®n de Constantino B¨¦rtolo), de Jacques Sadoul (de quien, por cierto, Trotski afirmaba en 1937 que ¡°toda su vida hab¨ªa sido un cobarde par¨¢sito del movimiento obrero¡±), destaco la muy hostil (a los bolcheviques), pero exhaustiva, La Revoluci¨®n Rusa, de Richard Pipes (Debate); y El tren de Lenin (Critica; a la venta el 19), de Catherine Merridale, un libro importante acerca del controvertido viaje de Lenin (abril de 1917) del futuro presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo desde su exilio en Z¨²rich a la estaci¨®n de Finlandia de Petrogrado, y en el que muchos historiadores fechan el inicio del viraje bolchevique de la revoluci¨®n. Por cierto que el gran cr¨ªtico Edmund Wilson public¨® en 1940 Hacia la estaci¨®n de Finlandia (inencontrable en Alianza; nueva edici¨®n en RBA), un muy recomendable ensayo sobre el nacimiento y la evoluci¨®n del socialismo y ¡°la forma de escribir y hacer la historia¡±, en el que se consagra un importante apartado a los l¨ªderes bolcheviques.
3. Aviso
En 2017 pasan a dominio p¨²blico las obras de, entre otros, el novelista H.?G.?Wells, el economista John Maynard Keynes, el fil¨®sofo Hermann von Keyserling, el dramaturgo (y premio Nobel) Gerhart Hauptmann, el narrador Lao She (recomiendo La verdadera historia del camello Xiangzi, publicado por Funambulista) o la escritora y socialite literaria Gertrude Stein (?se atrever¨¢ alguien a reeditar ahora Ser norteamericanos, publicada en 1974 por el siempre adelantado Carlos Barral en traducci¨®n de Mariano Antol¨ªn Rato?). De entre los centenarios, el m¨¢s importante para la lengua y la literatura en espa?ol es el de Juan Rulfo, de quien ya estoy esperando que la RAE se ponga las pilas con una edici¨®n conmemorativa (la editorial RM, sello mexicano que controla las obras de Rulfo, publica reediciones de todos sus libros). Aniversarios conmemorables en las p¨¢ginas culturales de los peri¨®dicos, los hay a cestos. Pero perm¨ªtanme que hoy me refiera a uno correspondiente a 2016 que se me hab¨ªa pasado: los ?80 a?os! de la primera publicaci¨®n de C¨®mo ganar amigos e influir sobre la gente, de Dale Carnegie, probablemente el libro de autoayuda m¨¢s c¨¦lebre de todos los tiempos (sin contar la Biblia). Lo public¨® Simon & Schuster en 1936 y la ¨²ltima vez que mir¨¦ su ficha llevaba vendidos m¨¢s de 30 millones de copias, adem¨¢s de ser el origen de una enorme (y rentable) progenie bibliogr¨¢fica.
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