La literatura argentina despide a Piglia como un maestro indiscutido
El fallecido escritor escribi¨® hasta el final y deja mucho material sin publicar
Los escritores argentinos llevan 40 a?os pregunt¨¢ndose c¨®mo se puede escribir despu¨¦s de Borges. Alberto Manguel incluso llega a recomendar a los j¨®venes no leerlo, porque despu¨¦s de hacerlo cualquier cosa que se escriba ¡°es una especie de parodia de Borges¡±. Desde ayer el mundo de la cultura argentina, conmovido por la muerte de Ricardo Piglia a los 75 a?os y tras casi tres sufriendo una enfermedad degenerativa (ELA), empieza a preguntarse c¨®mo ser¨¢ el mundo de las letras sin ¡°el ¨²ltimo maestro¡±, el gran referente contempor¨¢neo, que fue enterrado en el cementerio de La Chacarita de Buenos Aires en medio de un profundo dolor y un respeto reverencial.
Nunca fue un escritor de masas, pero s¨ª una gu¨ªa indiscutible para el mundo cultural, hasta el punto de que casi todos los que llegaron despu¨¦s lo llaman ¡°maestro¡±, algo que a ¨¦l no le gustaba mucho. El impacto que ha causado esta muerte entre todos los que aprendieron con ¨¦l a escribir y sobre todo a leer ¡ªera un extraordinario cr¨ªtico que lleg¨® a realizar programas de televisi¨®n para animar a la lectura¡ª es enorme. ¡°Me enter¨¦ cruzando la calle Camargo, por Parque Centenario. Record¨¦ lo que hab¨ªa escrito Bioy Casares en su diario cuando se enter¨® de la muerte de Borges, que tambi¨¦n lo agarr¨® caminando por la calle: estos son mis primeros pasos en un mundo sin Piglia¡±, escrib¨ªa en Clar¨ªn el cineasta Andr¨¦s Di Tella, director del documental 327 cuadernos, centrado en los diarios del escritor.
Precisamente rodando ese documental en 2014 se enter¨® de que sufr¨ªa ELA. La agon¨ªa, las dificultades cada vez mayores para leer y escribir, que super¨® con entusiasmo y un buen humor particulares, terminaron de convertirlo en una especie de padre venerado de la cultura argentina. Como otros referentes hist¨®ricos, vivi¨® fuera de su pa¨ªs muchos a?os, ense?¨® en Princeton, pero volvi¨® para vivir sus ¨²ltimos a?os en Buenos Aires, una ciudad que respira literatura por todas partes. La capital lo despidi¨® como el ¨²ltimo de los grandes. ¡°Su don mayor era ponernos al derecho el libro que le¨ªamos al rev¨¦s. Piglia dec¨ªa las cosas de una forma que uno no pod¨ªa seguir vi¨¦ndolas como las ve¨ªa hasta entonces¡±, resumi¨® Juan Forn para explicar esa faceta de gu¨ªa de lectores. ¡°Segu¨ªa escribiendo, contra viento y marea, casi hasta el ¨²ltimo momento. Hab¨ªa imaginado que mientras siguiera escribiendo, no pod¨ªa morir. En alg¨²n sentido, creo, sigue escribiendo¡±, a?ade Di Tella.
Ese mundo cultural argentino que tanto lo quer¨ªa se activ¨® para obligar hace un a?o a su compa?¨ªa de seguros a cubrir los 100.000 euros que costaba un tratamiento experimental con la que trataba de prolongar su vida para seguir escribiendo, la mejor forma para ¨¦l de vivir. La presi¨®n moviliz¨® a tanta gente importante que surti¨® efecto.
Devoci¨®n personal
La devoci¨®n de la siguiente generaci¨®n de narradores por el veterano maestro no era solo literaria, sino personal. Todos lo definen como un ser humano excepcional que bromeaba incluso cuando estaba postrado y muy enfermo: siempre so?¨¦ con no salir de casa, estar encerrado para escribir, y ahora estoy encerrado de veras, les dec¨ªa.
¡°Piglia fue un escritor fundamental¡±, dijo ayer a EL PA?S al ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto. ¡°Y un lector no menos fundamental. Respiraci¨®n artificial y La ciudad ausente fueron dos momentos de giro en la literatura argentina. Fueron puntos de partida a un territorio literario y reflexivo novedoso. Lo vamos a extra?ar. Adem¨¢s era un gran tipo que llev¨® adelante su enfermedad con una enorme dignidad y lucidez hasta el final¡±, agreg¨®. Piglia se puede leer pero tambi¨¦n se puede ver. La escritora Claudia Pi?eiro recomienda ver 327 cuadernos: ¡°Es un documental hermoso donde se lo ve desde otro lugar, m¨¢s ¨ªntimo y que de alguna manera funciona como su despedida. Hab¨ªa dos grandes hasta este momento y debajo de ellos un pelot¨®n: Aira y Piglia. Quien adem¨¢s de leerlo quiera verlo tenemos la suerte de que muchas de sus clases est¨¢n en YouTube¡±, a?ade Pi?eiro. Argentina aprende ya a vivir sin Piglia, que en cualquier caso no se fue del todo: ya enfermo escribi¨® mucho, y esos libros aparecer¨¢n despu¨¦s de su muerte.
Babelia
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