Los pilares de ¡®La catedral del mar¡¯

Seg¨²n Jordi Frades, el director de La catedral del mar, la serie que llevar¨¢ a la peque?a pantalla el best seller de Idelfonso Falcones pretende ser "humilde". Al fin y al cabo, los protagonistas de esta historia ambientada en la Barcelona del siglo XIV salen del pueblo para ir subiendo en la escala social a lo largo de los a?os. Pero todo lo que se mueve detr¨¢s de esta producci¨®n para Antena 3 de Diagonal TV, La catedral del mar A.I.E. y Televisi¨® de Catalunya dista mucho de lo que se suele ver en los rodajes de otras series espa?olas.

Unos 170 actores, m¨¢s de 3.500 figurantes, cuatro meses de rodaje para grabar ocho cap¨ªtulos de 50 minutos cada uno casi de forma simult¨¢nea. Dos tercios de la serie se han rodado fuera de plat¨® en localizaciones como Barcelona, C¨¢ceres, Sos del Rey Cat¨®lico, Toledo o Segovia. Y solo un tercio es lo que se ha rodado en unos estudios en el peque?o municipio madrile?o de El ?lamo. All¨ª, actores como Michelle Jenner, Silvia Abascal o Aitor Luna se entrecruzan por los pasillos saliendo de probarse vestuario o preparando las siguientes secuencias. Es la semana antes de Navidad y el rodaje est¨¢ a punto de terminar cuando EL PA?S es testigo de todo lo que se mueve detr¨¢s de una de las mayores producciones televisivas nacionales.

"Es una historia de personajes, un melodrama intimista", explica Jordi Frades. "Barcelona est¨¢ detr¨¢s, pero los objetos inertes me interesan poco, me interesa m¨¢s contar los personajes. Quiero que la gente se enamore de ellos, llore con ellos y r¨ªa con ellos", dice quien tambi¨¦n estuviera detr¨¢s de la c¨¢mara en Isabel o La corona partida. Aqu¨ª, el referente de la novela no se pierde de vista en ning¨²n momento. "Es una adaptaci¨®n muy fiel, tambi¨¦n porque la novela es muy cinematogr¨¢fica y porque cuando haces La catedral del mar, tienes que dejar los egos aparte porque est¨¢s contando una cosa que la gente ha le¨ªdo y tiene que reconocer", a?ade Frades sobre la versi¨®n escrita por Rodolf Sierra, Antonio Onetti y Sergio Barrej¨®n.

El tel¨®n de fondo de la historia es la construcci¨®n de la iglesia de Santa Mar¨ªa del Mar. Recrear la ciudad de Barcelona como pod¨ªa ser en el siglo XIV y el proceso de construcci¨®n de la catedral es uno de los grandes retos de la serie. El casco urbano de una Barcelona que ahora es muy diferente a la de antes se recrea en diferentes localizaciones. "Darle una identidad y una unidad, que todo tenga el mismo sabor y el mismo color, ha sido complejo. Y combinar los exteriores naturales con la construcci¨®n de plat¨®", explica Marcelo Pacheco, director de arte.

Santa Mar¨ªa del Mar tal como la conocemos hoy solo aparecer¨¢ en el ¨²ltimo cap¨ªtulo. Los procesos de construcci¨®n de la fachada se trasladaron a C¨¢ceres. En la plaza de la concatedral se situ¨® una copia exacta de la fachada de Santa Mar¨ªa del Mar hasta ocho metros de altura, como explica Pacheco. En cuanto al interior, se reprodujo en plat¨® para recrear la construcci¨®n, con un corp¨®reo de cinco metros de altura y la copia de cuatro capillas. Un trabajo descomunal que se acompa?a tanto en el interior como en el exterior por efectos visuales.

Adem¨¢s de la evoluci¨®n de la catedral, dos batallas, una terrestre y otra naval, tambi¨¦n marcar¨¢n el devenir de esta serie, cuyo proceso de posproducci¨®n se espera que est¨¦ terminado hacia finales de mayo y que a¨²n no tiene fecha de estreno. "La batalla terrestre la grabamos en una finca con uno de los castillos m¨¢s grandes de Europa pero del que solo quedan las murallas. Tuvimos que llevarlo todo. Montamos dos carpas de 300 metros cuadrados cada una, llevar caravanas, montar luz... Dar infraestructura total, porque los tres d¨ªas que estuvimos all¨ª, vivimos all¨ª", rememora Eugenia Peral, directora de producci¨®n. Para la batalla naval, aunque entrar¨¢ en juego mucho trabajo de posproducci¨®n, tambi¨¦n tuvieron que construir barcos y llevar barcazas por carretera desde C¨¢diz a la playa de Barcelona.

Otro de los pilares de esta producci¨®n es la ambientaci¨®n, hacer cre¨ªble ese siglo XIV de los gremios y las clases bajas que se refleja tambi¨¦n en el vestuario, maquillaje y peluquer¨ªa de los personajes. Pepe Reyes, encargado del dise?o de vestuario de la serie, habla de las dificultades para encontrar tejidos naturales que fueran como los de aquella ¨¦poca y el tratamiento y ambientaci¨®n posterior al que se han tenido que someter. "El campesino no se cambiaba el vestuario casi en d¨¦cadas", explica. En la sastrer¨ªa que montaron en el plat¨® se elaboraron decenas de prendas, Reyes es incapaz de calcular cu¨¢ntas, adem¨¢s de todo lo que aport¨® la sastrer¨ªa Cornejo.

En el departamento de peluquer¨ªa, las estanter¨ªas alojan archivadores llenos de fotos que retratan los peinados de los personajes en diferentes momentos, una organizaci¨®n clave en una producci¨®n en la que, como en este caso, en la ¨²ltima semana se pueden grabar secuencias del primer cap¨ªtulo y es fundamental mantener la continuidad en pantalla. "Esta es una serie muy del pueblo y para el pueblo", explica Martha Mar¨ªn, jefa de peluquer¨ªa. "Mi labor era que no se viese en la serie que han pasado por mi departamento. Llevan pelucas y de todo pero mi trabajo no se tiene que ver", explica. Para ello, la labor de ambientaci¨®n era fundamental. "Tenemos equipos de gente dedicada solo a manchar a los actores. Los personajes llevan las u?as negras, pero tanto los protagonistas como el ¨²ltimo figurante", remata Eugenia Peral.

Un presupuesto superior al habitual

Aunque no hablan de cifras de presupuesto para la serie, s¨ª aseguran que es superior al que suelen manejar las ficciones televisivas nacionales. "Es una producci¨®n que, para lo que hay que contar, hab¨ªa una serie de elementos que era imprescindible tenerlos, y eran caros. Porque hay muchos decorados, muchos actores... y eso encarece la producci¨®n. Pero estamos explicando la vida de una gente humilde, con lo que tampoco tienes la sensaci¨®n al verlo de que sea una gran superproducci¨®n. En Isabel ten¨ªamos menos dinero, pero como era m¨¢s fastuosa, luc¨ªa m¨¢s. Aqu¨ª se tiene que notar que las cosas pasan donde tienen que pasar", explica Jordi Frades.