Hollywood baila al son de ¡®La La Land¡¯
Los siete premios concedidos al musical de Damien Chazelle, r¨¦cord de los Globos de Oro, lanzan la pel¨ªcula en la carrera por los Oscar. Estas son las claves de un arrollador ¨¦xito
Damien Chazelle puede que no haya descubierto la p¨®lvora, pero ha logrado unos espectaculares fuegos artificiales. A poco m¨¢s de una semana de que cumpla 32 a?os, a este cineasta, hijo de un profesor franc¨¦s de Teor¨ªa e Ingenier¨ªa inform¨¢tica en Princeton y de una profesora de Historia en The College of New Jersey, que de cr¨ªo quiso ser m¨²sico de jazz ¡ªen concreto bater¨ªa, hasta que descubri¨® que su talento no daba para tanto¡ª, pocos ejecutivos de Hollywood se le atrever¨¢n a llevar la contraria... tal y como le ha ocurrido en el ¨²ltimo lustro. Si para algo ha servido la gala de los Globos de Oro ¡ªadem¨¢s de para que La ciudad de las estrellas (La La Land) batiera con sus siete premios el r¨¦cord de m¨¢s galardones que pose¨ªa Alguien vol¨® sobre el nido del cuco, con seis¡ª, es para convertir a Chazelle en un cineasta popular, al que los espectadores empiecen a poner rostro, y a reconocer su cabezoner¨ªa, fojada en las puertas (cerradas) de los estudios.
Perseverancia. El guion de La La Land dio vueltas por las productoras durante cinco a?os. Y si al final se ha rodado con un presupuesto de unos 30 millones de euros se debe al ¨¦xito de Whiplash, en una carrera muy escalonada que Chazelle ha ascencido disciplinadamente, un poco al estilo que ilustra en La ciudad de las estrellas ¡ªque se estrena en Espa?a el pr¨®ximo viernes¡ª, quem¨¢ndose en reuniones sin sentido hasta que alguien, en alg¨²n momento, apost¨® por su talento, incluso para recuperar un g¨¦nero tan denostado como el musical (desde Moulin Rouge! no ha triunfado un musical en la pantalla que no procediera de Broadway, como Mama Mia!, Chicago o Los miserables).
Arranque y final. En La La Land, Chazelle demuestra conocer muy bien las claves del g¨¦nero, y las aplica con rigor y entusiasmo. Lo que provoca una reacci¨®n igual de apasionada en el p¨²blico. Por de pronto, cumple un mandamiento fundamental del musical: una secuencia de apertura que catapulte a la audiencia al interior del universo del fime y una secuencia final que provoque que el espectador salga realizando peque?os pasos de baile, y con el coraz¨®n gozoso y melanc¨®lico a partes iguales. Chazelle recurre a los cl¨¢sicos: su trabajo rememora a Los paraguas de Cherburgo, a Corazonada, a Stanley Donen, a las grandes secuencias de Busby Berkeley a Un americano en Par¨ªs, a Sombrero de copa, a aquellos bailes infinitos de Fred Astaire... Su inicio, en un hom¨¦rico plano secuencia filmado en una autov¨ªa de las decenas que circunvalan Los ?ngeles, enmarca el tiempo y el lugar, para a continuar fijar a sus protagonistas. El final -muy Un americano en Par¨ªs- sirve para jugar, para mostrar y esconder, para plantearse otros mundos y otros sue?os, esencia del musical. Y para acabar la pel¨ªcula en alto, en arrebato.
Pareja protagonista. A Chazelle tambi¨¦n le ha acompa?ado la suerte, Cuando estren¨® Guy and Madeline on a Park Bench (2009) -su debut en un largo y s¨ª, con jazz y claqu¨¦, en lo que era su tesis de la escuela de cine de Harvard, que el cineasta abandon¨® para rematar este filme en blanco y negro-, escribi¨® La ciudad de las estrellas. Nadie quiso financiarla, as¨ª que redact¨® varios guiones: El ¨²ltimo exorcismo 2, Grand Piano (que acab¨® dirigida por Eugenio Mira y protagonizada por Elijah Wood) o 10 Cloverfield Lane. Y un libreto de 85 p¨¢ginas titulado Whiplash, la batalla entre un exigente profesor de jazz y su alumno bater¨ªa (rememorando sus viejos tiempos de estudiante). Tampoco lo logr¨® producir, pero como carta de presentaci¨®n rod¨® un corto, Whiplash, auspiciado por Sundance, en el que ya estaba J. K. Simmons dando vida al cruel mentor, y con su ¨¦xito levant¨® el largo, que de paso tambi¨¦n lanz¨® a su protagonista, Miles Teller. Chazelle es fiel a quien le ha acompa?ado en su camino y apost¨® en La La Land por Teller, actor de tanto talento como caracter irascible y soberbio: tras varios choques se sali¨® del proyecto. Por rebote, han acabado de protagonistas, Ryan Gosling y Emma Stone, en la tercera pel¨ªcula que coprotoganizan tras Crazy, Stupid, Love y Gangster Squad: brigada de ¨¦lite. Ninguno de los dos eran las primeras opciones.Para el personaje femenino, Emma Watson lleg¨® a firmar un contrato, que rompi¨® cuando prioriz¨® La bella y la bestia.... pel¨ªcula que rechaz¨® Gosling por rodar con Chazelle. El resultado ha ganado gracias a la qu¨ªmica que emanan Gosling y Stone, una actriz que se mud¨® a Los ?ngeles con 15 a?os y que se ha pasado a?os yendo de prueba en prueba antes de encontrar su sitio en Hollywood, en un paralelismo existencial con su personaje. Por cierto, antes de La La Land Stone estaba en Broadway representando Cabaret. Y Gosling repetir¨¢ en la pr¨®xima pel¨ªcula de Chazelle, el biopic del astronauta Neil Armstrong First Man.
Banda sonora. Como apasionado del jazz, Chazelle ama y comprende la m¨²sica. A su lado siempre ha estado Justin Hurwitz, su compa?ero de habitaci¨®n en Harvard y de banda de indie pop (Chester French), compositor de todas sus pel¨ªculas. Hurwitz sabe crear tonadas pegadizas, y le apasiona, como a Chazelle, el cine de Jacques Demy. La La Land es tan de Hurwitz como de Chazelle, y as¨ª lo demuestran temas como Another Day of Sun, Someone in the Crowd o City of Stars. Una curiosidad: la banda sonora se grab¨® en el mismo estudio en que se registraron las m¨²sicas de Cantando bajo la lluvia o El mago de Oz, cl¨¢sicos de la MGM.
Los ?ngeles, una ciudad para amar. La ciudad de las estrellas (La La Land) alberga tambi¨¦n un sentido canto de amor a Los ?ngeles, una ciudad que en los ¨²ltimos tiempos ha obtenido otros merecidos homenajes en pantalla como (500) d¨ªas juntos, otra comedia rom¨¢ntica con mucha m¨²sica y af¨ªn en su esp¨ªritu y sus escenarios a La La Land. Es un Los ?ngeles algo ficticio, que en pantalla tambi¨¦n ha aparecido en Zabriskie Point, de Antonioni, Knight Of Cups, de Malick, o incluso Rebelde sin causa, de Ray. Hay m¨¢s detalles ocultos en este musical: Chazelle le ha guardado un peque?o papel a Simmons, otro a su hermana la actriz Anna Chazelle, se marca homenajes a El globo rojo, a Los paraguas de Cherburgo, a Casablanca. ?Qu¨¦ ser¨ªa de un musical sin gui?os a sus mayores?
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